Pizarro muestra el camino
El delantero tuvo un papel vital en la victoria que revivió a Chile en el Preolímpico. Fue incontrolable y le otorgó sentido al plan para vencer a Uruguay.
Parecía casi todo perdido en la Roja Sub 23 tras la caída contra Perú, pero los dirigidos por Nicolás Córdova se recuperaron con un gran triunfo ante Uruguay (1-0). La chance de disputar al menos el segundo puesto del Grupo B y acceder al cuadrangular final del Preolímpico de Venezuela resurgió. Una victoria difícil, con momentos de gran predominio rival, aunque Chile nunca dejó de atacar gracias a la buena actuación de Damián Pizarro.
El colocolino fue el mejor hombre de la cancha, secundado de cerca por Jonathan Villagra, de gran labor como central medio en el trío de zagueros que alineó Córdova. Sobre todo en el primer tiempo, la Roja contó con escasas llegadas al arco uruguayo, pero cuando esto ocurrió fue con peligro real y con Pizarro como gran protagonista.
Aviso inicial
De entrada, a los zagueros oponentes (Marichal y Homenchenko) y al volante central (Araújo) les quedó claro que tendrían una labor compleja en el control defensivo del ariete de Colo Colo. Solo iban algunos minutos cuando el mediocampista uruguayo recibió tarjeta amarilla por una dura falta al chileno. En su sello, se impuso en velocidad y potencia con el balón, y al charrúa no le quedó más que agarrarlo aparatosamente.
A los 8 minutos, la acción fijó lo que sería el trámite particular del partido entre Damián Pizarro y los uruguayos. Córdova sorprendió con un cambio de sistema de juego, alineando un esquema 1-3-5-2. Alexander Aravena y el albo conformaron la dupla de ataque contra los cuatro defensas rivales. La inferioridad numérica y también la falta de desdoblamiento ofensivo de los volantes, pero sobre todo de los carrileros (Joaquín Gutiérrez y Lucas Zepeda), de todas maneras, no impidieron que el ataque funcionara adecuadamente.
Roles cambiados
A priori, y conociendo los rasgos individuales de los dos atacantes, inicialmente lo esperable era que Aravena habilitara con regularidad a Pizarro, pero sucedió lo contrario. El colocolino fue un apoyo en ofensiva fácilmente detectable y siempre le dio continuidad individual a sus intervenciones, gracias a su buena protección del balón y conducciones de empuje y arrastre de marcas.
Pizarro, en el primer tiempo, avanzó con el balón, atrajo a lo defensores y dejó solo a Aravena por el sector izquierdo. El delantero de la UC finalizó la maniobra con un zurdazo al primer palo que el arquero Randall Rodríguez mandó al córner. Después, durante el complemento, el chileno protagonizó la mejor acción del partido. Cerca de la mitad de la cancha recuperó la pelota y fue avanzando en su estilo, con empuje y manejo del balón, hasta cerca de la línea de meta. Por centímetros, Aravena no logró conectar el centro del colocolino para anotar el primer gol de la Roja.
En la recta final del encuentro, el desgaste le pasó la cuenta a Pizarro. Entonces, Córdova optó por el ingreso de Luciano Arriagada en el centro del tridente de ataque que había dispuesto antes el DT tras las inclusiones de Gonzalo Tapia y Clemente Montes. A los 75′, el ariete de Colo Colo dejó la cancha, exhausto, pero con el registro ampliamente favorable de una labor en ataque crucial para la victoria de la Roja Sub 23.