Dejó su hogar a los 13 años, vive en la playa y hoy brilla en la B: “Estoy sorprendido”

Nicolás Avellaneda ha sido uno de los jugadores relevantes en la buena temporada de San Luis, que tiene a los dirigidos por Francisco Bozán en los primeros lugares del Campeonato Ascenso 2023. El arquero argentino, de 30 años, vive su primera experiencia en el extranjero, tras una década de carrera en la máxima categoría y en la primera B trasandinas. Se formó en Lanús, club al que llegó desde Córdoba en plena adolescencia, luego actuó en Defensa y Justicia y en otros tres cuadros del ascenso de Argentina. Desde Concón, balneario en que reside en la Región de Valparaíso, Avellaneda dialogó con AS.

“Mis sensaciones son buenas, positivas. Si bien no ganamos nada, terminamos bien (la primera rueda) y es fundamental terminar arriba, que es uno de los objetivos que nos propusimos a fin de año. En la primera parte del año, hemos mantenido una idea y, aunque a veces los resultados no se daban, creo que finalizamos con muchos aciertos. Estoy reconfortado por el buen funcionamiento del equipo”, manifestó el arquero de San Luis.

- Es su primera experiencia en el extranjero. ¿Qué opinión se ha formado del fútbol chileno?

- Le verdad que un poco sorprendido, porque esta categoría no es muy vista en Argentina. Vine un poco desconociendo cómo es esta división, no había visto a la B de acá. Pero es una categoría competitiva y justo este año el torneo está bastante parejo. Cualquiera le puede ganar a cualquiera, en cualquier cancha, son todas las canchas difíciles. Está bueno, porque a lo que vine es a esto, a competir, y a darle un poco de color a la carrera.

- ¿Tenía el interés de salir de Argentina?

- Sí, es uno de los deseos que tenía en los últimos años. Tenía varios años ya en el fútbol y quería probar en el extranjero, sea el país que sea. Cuando me salió la posibilidad de venir a Chile, no lo dudé. Es un país vecino, mantenemos más o menos las mismas costumbres. Yo tengo familia y una preocupación es cómo iba a adaptarse. Cómo lo iban a llevar, cuánto tiempo iban a demorar y la verdad es que estoy sorprendido, porque todo fue muy rápido y muy lindo.

Vida en Concón

- ¿Cuánto les cambió la vida en un nuevo país como familia?

- La verdad es que poco. Los últimos años míos han sido a préstamo en un club y luego a préstamo en otro. La familia siempre acompañando de un lado a otro. El cambio de país siempre es un poco más brusco, pero la verdad es que lo llevamos bien. Nos encontramos con un país ordenado y una calidad humana muy buena.

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- ¿Le ha llamado la atención algo? ¿Tenía antecedentes del país?

- No, la verdad es que solo hablé con los chicos que habían jugado acá y vivieron antes en Concón. Me sorprendió un poco el orden que tienen como país. La verdad es que en Argentina estamos viviendo bien agitados el día a día. Influye también que la zona donde estoy no es Santiago y allá parece que es un poco más movido. Lo que llama la atención es el orden y la calidez humana que uno recibe.

- ¿Qué tal la vida en Concón? Muchos jugadores de La Calera también residen ahí.

- Bueno, más que todo uno se cruza en los lugares públicos con otros jugadores, en el supermercado también con los muchachos de Wanderers, de Everton y de La Calera, de diferentes clubes de acá. Todo es muy tranquilo, me gusta porque vengo de Córdoba, de Argentina, que es súper tranquilo. Me viene bien vivir en Concón.

- ¿Teniendo las playas cerca las visita con su familia?

- Sí, hemos ido a conocer, sobre todo en la primera parte del año cuando hacía bastante calor, pero ahora refresca más rápido. Eso también me sorprendió bastante de Concón, que es bastante frío. Sea la estación del año que sea, es bastante frío. Hemos ido a recorrer, vamos conociendo de a poco los lugares cercanos.

Lejos del hogar

- Su carrera se inició en la adolescencia cuando llega desde Córdoba a Lanús, en Buenos Aires…

- Exactamente, yo llego en 2007 con edad de 13 años para cumplir 14. Fue a la pensión e hice ahí todas las inferiores, desde la más chica hasta llegar a Primera. Estuve tres o cuatro años en el plantel de primera hasta salir a préstamo a Defensa y Justicia.

- No tuvo la posibilidad de actuar regularmente en Primera División, pero su presencia sí se intensifica cuando pasó al ascenso argentino…

- Sí, estuve entre siete y ocho años en primera división, con solo dos partidos jugados, en lo que fue Lanús y Defensa y Justicia, pero también en la banca o siendo parte de las citaciones de los partidos. Fue en todas las competencias, Copas Libertadores, Sudamericana y también en las competencias locales. Por eso tuve que salir a buscar minutos en el ascenso argentino, en Ferro, Santa María de Tandil y San Martín de San Juan. Ahí encontré un poco más la regularidad y los minutos que estaba buscando.

- ¿Qué contraste hace con el ascenso chileno?

- Hay diferencia a nivel pasión. Uno acá afuera se da un poco cuenta de cómo el argentino vive el fútbol en Argentina. A nivel futbolístico, no es tanta la diferencia. Sí siento que allá es mucho más friccionado el juego, con muchas más intensidad, pero tampoco es que acá se juegue muy tranquilo. En ese sentido futbolístico, no he encontrado tanta diferencia.

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- ¿Le gustaría quedarse?

- Llegué para insertarme en este fútbol, quería conocer cómo era y si uno sigue creciendo, seguramente que alguna u otra posibilidad tendrá. Si no, seguiré buscando acá o volver a Argentina. Acá estoy cómodo, nos está yendo bien como equipo. También estoy cómodo viviendo acá en el país ¿Si me gustaría la posibilidad de quedarme? Sí, sin lugar a dudas.

Equipo competitivo

- ¿Cómo siente que terminará el año para usted? Estamos ya en la mitad del campeonato.

- Estamos anticipando ya y faltan cinco meses (ríe)… Mira, hemos trabajado desde la pretemporada con una idea y quizás en los partidos de pretemporada no la pudimos sostener. Hubo algunos resultados negativos que nos pusieron cuesta arriba la preparación, pero ahora culminamos una primera etapa regular. Eso es lo que hace a un equipo competitivo y que pelee por algo importante. Es un torneo difícil, donde Iquique nos gana a nosotros en las primeras fechas y después le cuesta ocho partidos volver a ganar. A Rangers lo mismo, nos ganó hace poco y ya lleva varios partidos sin ganar.

- No deben confiarse…

- Mira, encontrar la regularidad como la encontramos nosotros, nos lleva a un camino, nos ilusiona, pero… Lo que le pasó a Iquique y a Rangers tranquilamente le puede pasar a cualquiera. Contra eso tenemos que trabajar nosotros.

- ¿Qué valoración realiza de su desempeño individual?

- La verdad es que estoy muy cómodo en el club, con la gente que trabaja acá, la misma afición. En el equipo me siento una pieza importante, siento que estoy aportándole al equipo. Eso es fundamental para la confianza de uno. Obviamente que fue de menor a mayor, porque uno llega a otro país, a otro club, con otras costumbres y hay un etapa de adaptación. Creo que fue rápida, para mí gusto, y estoy conforme.

- ¿Cambia la exigencia en el arco en relación a lo que le pedían en el ascenso argentino?

- A ver, cuando me llamó Francisco Bozán (DT de San Luis) para venir tuvimos charlas sobre la forma de juego y venía más o menos relacionada a lo que yo estaba haciendo. Me planteó un perfil de arquero y yo estaba de acuerdo con eso, que no tenía problema en hacerlo. Por ese lado, no fue tan grande el cambio.