El chileno de 28 años que deslumbra en el circuito mundial: “No sabía si el skate me iba a dar de comer”

Marcelo Jiménez no oculta su emoción tras retornar al Parque de Los Reyes en Santiago. Aquella fue la pista de skate que vio nacer a una joven promesa, quien con solo 13 años e incentivado por su hermano, decidió subirse a una tabla que lo llevaría a transformarse en uno de los exponentes más importantes de Sudamérica en la disciplina.

“Acá pasé la mitad de mi infancia, vi por primera vez volar a alguien en skate. Aquí gané mis primeras competencias, acompañado por mi hermano y por amistades que me ayudaron en el camino. Fue un lugar clave para mi progreso”, señaló el deportista en diálogo con AS.

Pese a que Jiménez goza de una destacada trayectoria, con podios y exhibiciones en Estados Unidos y Europa, el propio atleta de Red Bull confiesa que el camino no fue fácil. “Lo más difícil fue cuando tuve que decidir si dedicarme a esto de forma profesional o no. Me preguntaba, ‘¿cuánto me va a durar el skate? ¿me va a dar de comer?’“, complementó.

- Aquella inquietud sobre su futuro profesional, ¿también vino de la mano con críticas externas?

- Sí, hubo personas que me tiraban para abajo, me decían como ‘pero esto lo tienes que hacer por un tiempo nomás’. Ese momento fue clave porque tuve que decidir si me arriesgaba con todo en el skate, pierdo o gano. No me arrepiento de nada, pero si no funcionaba, iba a tener que estudiar o trabajar en otra cosa.

- ¿Tenía alguna alternativa en mente por si fallaba o apostó todo a este camino?

- Desde que me subí a la tabla de skate, fue lo que me apasionó, quería hacerlo todo el día. Pensaba ‘soy bueno en esto y voy a dar lo mejor de mi’.

- Cuando mencionó sobre su inicio en la actividad, usted hacía mención a su hermano. ¿Fue vital en su carrera?

- Nunca pensé que iba a poder llegar tan lejos, creo que en ese momento quería jugar y divertirme. Le agradezco mucho a mi hermano que me haya podido mostrar este lindo deporte, el skate marcó un hito en nuestras vidas, él todavía patina conmigo. Gracias a esto conocí el mundo, pude armar mi familia, hoy estoy posicionado como un referente en Chile. Una felicidad tremenda.

- ¿Orgullo familiar?

- Sí, mi hermano siempre orgulloso de cada triunfo que tengo. Me ven hoy en día hasta donde he llegado. Me dicen que he sido super inteligente también porque supe utilizar el skate y llevarlo más allá.

- Y también se pudo transformar en uno de los primeros chilenos en destacar en la escena internacional...

- Llegó un momento cuando estaba en Chile que tomé la opción de internacionalizar mi carrera, ir más allá. Ahí empecé a viajar, conocí otros lugares porque aquí hay un skate pero afuera es otro mundo, es gigante y pude ver como se vive.

Los riesgos de la disciplina

- Me imagino que su esposa e hijo han sido claves para su exitosa carrera deportiva, ¿no?

- Han sido fundamentales. Cuando supe que iba a ser papá, me di cuenta que esto del skate pasa de ser un hobby a mi trabajo. Tengo que ponerme serio y enfocarme porque a esto quiero dedicarme en mi vida. Es lindo saber de que vivo por lo que me apasiona.y mi familia es mi respaldo, son los que me motivan siempre.

- Usted está inmerso en un deporte denominado ‘extremo’, donde está propenso a lesiones o caídas. ¿Qué le dice su esposa respecto al cuidado físico?

- Ella se enoja, le da rabia cuando me lesiono. Me ve sufrir pero está siempre apoyándome. Le da miedo muchas cosas porque yo soy un poco loco, a veces tengo que tener más cuidado, soy mucho de vivir mi vida al 100%, me gusta lo extremo, me llama la atención.

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