ENTREVISTA AS
El chileno que quiere romper el mercado: “Mi sueño es llevar jugadores a Angola”
Diego Sepúlveda ya representa a 17 jugadores en el fútbol chileno y ahora va por conquistar África. “Es un mercado muy interesante y que podría funcionar bien acá”.
9.226 kilómetros separan a Chile de Angola. Una distancia enorme, que Diego Sepúlveda, representante chileno de 32 años, quiere empezar a acortar. Hace poco viajó hasta África con una misión: sellar el arribo de un jugador de esa nacionalidad a nuestro país. “Uno de mis sueños es poder explotar el mercado futbolístico de Angola y ser de los primeros en traer y llevar jugadores para allá ”, le comenta a AS, ya de regreso de su visita.
Además de representante es profesor de Educación Física y trabajó también en la formación de cadetes y como scouting en Unión San Felipe. “Yo conozco las necesidades que sufren los jugadores, eso me diferencia de la mayoría del resto de los representantes, que no siempre viven el lado del futbolista y su día a día”. Ahora cuenta con jugadores como Boris Sagredo y Jorge “Koke” Orellana, entre otros. En total son 17 en el fútbol chileno los que asesora.
- ¿Cómo ingresa al mundo de la representación?
- Yo partí en el tema de la formación, ayudando a jugadores jóvenes y descubriendo también nuevos talentos. En ese momento conocí a Paulo Vergnano, un representante argentino, que ahora está en Deportes Limache, con el que estoy profundamente agradecido porque me inició en este mundo y me motivó desde siempre. Desde ese momento ya no paré más y fui ganándome la confianza de clubes como Limache, Real San Joaquín y entrenadores como Miguel Ponce Víctor Rivero, Ramón Climent y Fernando Guajardo que han confiado en mis jugadores y en mi trabajo.
- ¿Cuál es su gran diferencia con otros representantes?
- Yo conozco las necesidades del jugador, el haber sido parte de cuerpos técnicos, haber podido trabajar en la formación de jóvenes me dio esa experiencia de saber de qué manera llegar a los futbolistas. Soy mucho de estar encima de mis jugadores, hablamos de sus problemas familiares, amorosos y de todo. Es importante porque el jugador es una persona común y corriente que pasa por diferentes estados anímicos.
- ¿Cómo surge la idea de traer un jugador de Angola a Chile?
- Por esas cosas del destino conocí a un chileno que tiene una empresa que no tiene nada que ver con el fútbol, pero en África, fue ahí que me hice socio de Felipe Zamora y Ricardo Flores, dos chilenos que viven hace más de 20 años allá. A través de eso pude ver que había mucho potencial de jugadores ahí, por lo que me convencí, encontré que podía ser una buena opción y me contacté con uno de los futbolistas angoleños para trabajar con él y poder traerlo a Chile, algo que ya se cumplió.
- ¿Por qué decidió apostar en el fútbol angoleño?
- Es un mercado muy interesante, primero porque no se conoce mucho aquí en Sudamérica y después porque los jugadores de allá tienen las características típicas del fútbol africano. Son fuertes físicamente, son más rápidos, entonces podrían marcar una diferencia acá en Chile y también en el continente. Lo otro es que desde Angola salen muchos jugadores, principalmente hacia Portugal e Italia.
-¿Cómo fue la experiencia de viajar a Angola?
- La idea de eso fue para generar redes de contacto, buscar nuevos talentos que pueden haber allá y a la vez abrir puertas para poder llevar a alguno de mis jugadores. Me fue excelente, me recibieron muy bien, pude hablar con con los clubes más importantes del país y pudieron revisar la carpeta de futbolistas que les mostré. Incluso ya quedaron interesados en un par de jugadores, así que estamos en eso.
- ¿Qué tan factible es llevar jugadores de Chile hasta allá?
- Obviamente que jugadores de los equipos grandes o de Primera División es casi imposible, porque les significaría un cambio cultural muy fuerte y económicamente no van a ganar más que acá. Ahora si hablamos de jugadores de Primera B o Segunda División es posible, porque ahí si podrían quizás ganar más que lo que ganan acá y poder tener oportunidades de si tienen buenas actuaciones de salir a otros países y nuevos mercados.
- La mayoría de los representantes tienen mala fama. ¿Cómo convive con eso?
- Yo me manejo diferente, por eso mismo no trabajo con nombre de agencia, sino que lo hago con mi propio nombre. Mientras tu trabajes con tu palabra vas a llegar igual al éxito, quizás te vas a demorar más en lograrlo, pero eso es lo más importante. Es clave no fallarle al jugador ni tampoco a los clubes, los acuerdos hay que respetarlos. Yo siempre le digo a mis jugadores que no hay que salir mal de los equipos, es lo peor que se puede hacer. Hay que ir siempre con la verdad por delante, ya sea para bien o para mal.
- ¿Cuál es su gran sueño en el mundo de la representación?
- Me gustaría poder llevar a alguno de mis jugadores a un equipo serio de Primera A, que pueda confiar en ellos. Ya a largo plazo poder explotar este mercado del fútbol africano para poder tener una oportunidad de generar lazos en el fútbol europeo.
-Me imagino que cuenta con un apoyo familiar detrás...
- Tengo a mi hijo de 6 años y a mi pareja actual. Mi hijo es mí motivación de vida, es fanático del fútbol conoce todos los jugadores, quiero que cuando crezca este orgulloso de su padre no tan solo por mí trabajo sino también por ser buena persona y trabajar correctamente con cada uno de los jugadores y quién sabe si en un par de años sea yo mismo su representante. Mi pareja también es mí soporte, me motiva día a día a seguir en el tema, me ayuda a no caer en los momentos malos y me banca en cada viaje que debo hacer, siempre me apoya, nunca me pone trabas al contrario, creo que sin el apoyo de ella todo sería más difícil.