El delantero chileno que clasificó a la Copa de Asia: “Hay mucho nivel”

Hace dos semanas, Nicolás Zedan (21) atendía a AS Chile desde Buenos Aires, mientras esperaba por el avión que lo llevaría a Europa, y ahí integrarse a la Selección Palestina. “Me siento contento y con mucha ilusión. Es un orgullo para mí”, afirmaba el delantero de Recoleta a finales de mayo. El objetivo era uno: clasificar a la Copa de Asia 2023. Para su alegría, pudo conseguirlo.

Desde Mongolia, sede de las clasificatorias para dicha competición, Zedan relata hoy cómo ha cambiado sus vida en estos días y adelanta una competencia nueva para él. “Hay mucho nivel, jugadores experimentados, que están en la liga de Egipto, fuertes, hay un compañero en Portugal, otro en Indonesia, en la liga Palestina también hay muy buen nivel”, cuenta. Tal vez la gente de Sudamérica no conoce mucho la calidad que hay. La clasificatoria es muy dura también, porque hay selecciones fuertes”.

- ¿Ese buen nivel en qué aspectos del juego lo apreció?

- Creo que en todas las selecciones hay un mix entre jugadores buenos en aspectos técnicos, tácticos y físicos y al final se hace un buen conjunto, que es lo que necesita el equipo y lo que al final hace mejor a la Selección en este caso.

- En cuanto al ambiente y el estado de las canchas, ¿qué pudo ver?

- En Turquía, antes de ir al torneo, entrenamos solamente en cancha sintética, porque la clasificación en Mongolia sería en una cancha de esa superficie. En el torneo, no era la mejor de las sintéticas la verdad. En cuanto al ambiente, el primer partido que fue contra Mongolia, hubo aproximadamente unas 800 personas y alentaban todo el partido. Tenían bombos, banderas y cánticos. Ya contra Yemen y Filipinas, como las tres selecciones estábamos de visita, no había casi nada de gente, pero nosotros sentíamos el apoyo de la gente de Palestina a través de las redes sociales. Eso ayuda bastante.

- ¿Cómo lo recibió el plantel? ¿Fue rápida la adaptación?

- La inclusión fue muy buena, muy fácil. Los compañeros acá desde el primer día, en la cena, nos incluyeron. Cuando terminamos de comer, conversamos, nos preguntaron sobre nosotros y ya con ese gesto hicieron todo más fácil. Ya en los otros días teníamos más confianza con ellos para preguntarles cosas. Ya el día de hoy no te voy a decir que somos amigos, pero por mi parte fue una relación hermosa y que ojalá siga por mucho tiempo.

- ¿Aprendió árabe? En la entrevista pasada indicó que lo manejaba “un 40 por ciento”.

- Aprendí más. No lo hablo fluido, pero fui entendiendo cada vez más cosas de lo que hablaban.

- ¿Qué hacían en los tiempos libres? ¿Las concentraciones eran diferentes a las de acá en Chile?

- No cambia tanto. PlayStation no vi, sí vi música, mate también. Muchos toman camino a los entrenamientos, partidos, en el hotel. Yo estaba con el mío y había bastantes que tomaban, eso me sorprendió. Acá cantan mucho, son muy alegres, bailan, pero en general todo lo otro es muy parecido.

- ¿Sus compañeros les preguntaban sobre Chile?

- Sí, y ellos también saben un poco porque conocen a Yashir (Islame), Jonathan (Cantillana), (Pablo) Tamburrini, algunos fueron compañeros de equipo con Daúd Gazale, así que la mayoría tenía noción sobre el país y sobre Palestino. Tanto no nos preguntaban, pero sí tenían algunas dudas y ahí conversábamos un poco más.

- La competencia era en Mongolia. ¿Qué le pareció el país? ¿Le sorprendió en algún aspecto?

- No, la verdad no hubo nada que me sorprendiera. Había buscado la ciudad antes de venir. Lo que veíamos nosotros era del hotel al entrenamiento y viceversa y al igual que todos los países tienen sus lugares lindos, normales y lo no tan lindos. ¿Las comidas? Vinimos con un chef que nos tenía todas las comidas del día preparadas por él y regidas por la Selección. Fue todo muy profesional.