U. CATÓLICA - COLO COLO

El descontrol que generó en ambos lados el arbitraje de Cabero

Ni la UC ni Colo Colo quedaron conformes con la conducción del juez del clásico. Quinteros se enfureció con él y los hinchas cruzados lo insultaron.

Felipe ZancaFELIPE ZANCA/PHOTOSPORT

Es lógico que Colo Colo haya quedado más conforme que la UC por conseguir un agónico empate en el clásico. Pero si hay algo que no dejó feliz a ninguno de los dos, fue con la conducción de José Cabero. El juez del partido recibió múltiples críticas por parte de los dos clubes, que cuestionaron una y otra vez sus decisiones.

En el minuto 2, los albos mostraron dudas por el penal que el árbitro le pitó a Óscar Opazo por falta a Cristian Cuevas. Pero la realidad es que, a pesar de ser una jugada fina, Cabero acertó. Por más que el ex Santiago Wanderers se haya barrido fuera del área, el contacto fue dentro de la misma. ¿Resultado? Gol de Fernando Zampedri.

¿El resto? Reclamos de un lado y del otro. Cuando iniciaba una carga la UC tras una recuperación, Cabero cobraba foul y enojaba a los Cruzados. Si pasaba lo mismo, pero a la inversa, Colo Colo también se molestaba. Así hasta que en la medianía del segundo tiempo,. Gustavo Quinteros explotó.

El DT del ‘Cacique’ reclamó airadamente la segunda amarilla de Zampedri por falta a Matías Zaldivia, pero Cabero lo desestimó y terminó echando al entrenador visitante, quien reaccionó con insultos y gritos.

Desde Católica se enfurecieron con el árbitro en la jugada previa al empate de Alexander Oroz. En la banca local querían hacer un cambio, pero Gabriel Suazo apuró un lateral que gestó el 1-1. Con el gol ya decretado, Rodrigo Valenzuela, Diego Buonanotte y otros integrantes de la suplencia de la UC, se fueron encima del cuarto juez y el árbitro asistente que corría por la tribuna preferencial para pedir explicaciones de por qué no había autorizado el cambio.

Para colmo, vino la expulsión de Zampedri. Eso ya desató la locura de todos. Los hinchas insultaron duramente a Cabero e incluso algunos fueron irónicos con ofrecimientos de cinco mil pesos. “¡Toma! ¡Estai comprado hue...!”, decían un par de hinchas.

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