ENTREVISTA AS

El difícil paso por la UC y su nueva vida: el relato de Jeremías Caggiano

El ex delantero estuvo en el fútbol chileno entre el 2008 y 2009. Hoy, con 39 años, trabaja en la representación de futbolistas y juega en Independiente Senior.

Buenos Aires, Argentina
Diego Vega

La tarde de Buenos Aires está fría y Jeremías Caggiano (39) llega puntual a la entrevista con AS. En el inicio aparenta seriedad, pero es amable y respetuoso. Abrigado con una chaqueta, a tres cuadras de la Plaza del Congreso, el ex delantero recuerda diversos momentos de su carrera y se refiere a su rol como agente de jugadores. Por ello, cada vez que habla, lo hace con un tono reflexivo: todo el aprendizaje, en el éxito y en la caída, hoy está al servicio de sus representados.

“No fui un jugador de élite, pero tuve mi recorrido y soy un agradecido de Dios por todo lo que me ha regalado”, afirma Caggiano, quien optó por dejar el fútbol hace alrededor cuatro años. Como profesional pasó por Argentina, Francia, España, Chile, Ecuador, Perú, Brasil y Venezuela. Ahora, sentado en la recepción de un hotel en avenida Rivadavia, el ex futbolista mira al pasado y responde con seguridad. Proyecta el futuro y se expresa con optimismo.

- ¿Qué siente al recordar su gran irrupción en Independiente?

- Lo vivo con melancolía, porque yo me retiré a los 35 años y mi papá se jubiló ese mismo año, pero con 65. Solo un par de años más (ríe). Yo tenía una vida útil y reinsertarme no era fácil. Y ahora, cuando veo jugar a nuestros chicos, se me vienen los recuerdos. Me traslado a la cancha y es lindo porque sus logros y frustraciones también son nuestros.

- En su comienzo jugó con futbolistas que después destacaron en Europa. ¿Qué valor le da a eso?

- Yo estuve desde los 14 años en Independiente y tuve la suerte de jugar con (Diego) Forlán, (Sergio) Agüero y (Gabriel) Milito, entre otros. Con el tiempo se magnificó por sus carreras. El ‘Kun’ debutó a los 15 años. Lo disfruté mientras compartimos, pero sin saber lo que sería su vida. Tuve grandes compañeros.

- ¿Es cierto que usted pudo fichar en Colo Colo?

- Tuve un buen inicio en Independiente y después fui a Huracán, y en ese momento me contactó el ‘Bichi’ Borghi, que estaba en Colo Colo. Hubo un acercamiento, pero después no se dio. En los mercados se presentan situaciones y muchas no se concretan. Lo vivía relajado y con fluidez. Hay que aprender a tener poca expectativa y dejarse sorprender con la llegada de un interés.

- Al poco tiempo se fue a jugar en la UC. ¿Qué recuerda de ese paso?

- Fue lindo, tengo la mejor imagen. Tuve el privilegio de jugar en muchos países y en instituciones grandes, y Católica es una de esas. Yo venía de Europa y me sorprendió al club a nivel estructural. La gente era muy cálida. Soy un agradecido de mi paso por Chile. Deportivamente las cosas no fueron bien como en otros lados, pero en Chile hice amigos y conocí gente que quiero y respeto. El paso del tiempo es inevitable y la carrera es temporal, y hay cosas que son eternas, como las relaciones con las personas. Por eso, estoy feliz de haber vivido ese año por Chile.

- ¿Por qué no le fue bien?

- En ese momento no me detuve mucho en pensar por qué fue así, solo seguí adelante. Sí me hubiese gustado que las cosas fueran de otra manera porque es un país hermoso, pero no encontré mi mejor versión.

- ¿Y ahora hace algún análisis de por qué no encontró su mayor versión?

- Tuve muchas lesiones musculares. Me recuperaba y me disparaba otra molestia que me hacía retroceder. Estuve todo el año incómodo en lo físico. Tenía voluntad porque quería funcionar, me encantaba Chile y era primera vez que estaba en un país cercano al mío, pero nunca me sentí en plenitud en el aspecto físico. Si me preguntas, creo que sería eso. No me pude acomodar.

- En la UC jugó con Gary Medel, que estaba cerca de dar el salto a Boca. ¿Usted percibía que él llegaría tan lejos?

- Cuando yo lo conocí ya estaba en la Selección y se notaba que era un jugador distinto. Él sabía donde terminaría su camino y nosotros veíamos que no tenía límite, porque era una persona muy profesional. Siempre me sorprendió su forma de entrenar y la dedicación que tenía.

- ¿Visitó Chile después de su salida?

- No, no tuve la oportunidad de ir otra vez. Seguramente ahora, como agente, iré en algún momento porque estamos todo el tiempo viajando. Me tocará volver y lo disfrutaré, porque es lindo estar en lugares donde uno fue feliz.

Caggiano dialogó con AS en Buenos Aires.Diego Vega

- ¿Cómo llegó a trabajar a ByP Argentina con Walter Montillo?

- Cuando uno se retira, siempre está buscando su espacio o su lugar. No es fácil insertarse. El fútbol tiene inclusión, pero después te deja fuera. En esta función no tienes muchas alternativas. Puede ser técnico o manager, pero nosotros, con Walter, encontramos un lindo espacio en la representación de jugadores. Es la parte donde podemos devolverle al fútbol lo que nos dio a nosotros, plasmado en jóvenes.

- ¿Le hablan a los jugadores de sus experiencias?

- El valor agregado que tenemos como empresa es que nosotros mismos estamos con los chicos. Muchas de las cosas que ellos experimentan, nosotros ya la vivimos. Ellos necesitan contención, acompañamiento y ayuda para desarrollarse, como también lo tuvimos nosotros en su momento. Es un camino distinto, pero lo disfrutamos y lo manejamos con la misma ética de siempre.

- ¿Cómo se conoció con Walter Montillo?

- Justamente fue en Chile, cuando yo estaba en la UC y él en la U. Ahí empezó nuestra relación y la amistad de las familias. Hoy somos hermanos de toda la vida. No nos separamos más y empezamos a planear el momento de nuestros retiros, aunque el mío fue más anticipado. Él siguió un rumbo y yo otro, pero siempre mantuvimos contacto. Así iniciamos este camino.

Un nuevo comienzo como futbolista

- ¿Por qué tomó la decisión de retirarse tan joven?

- Mi mujer me ayudó mucho. Yo sentía que al retiro había que ponerle fecha, pero ella me decía que lo viviera con más naturalidad, que si no salía algún club o cuando no me sintiera en condiciones, daba por finalizada la carrera. Y lo viví así. Sentí que ya era el momento porque no tenía las mismas ganas. Habíamos dedicado muchas horas y tenía un desgaste físico y mental.

- ¿Cuánto se demoró en entrar a Independiente Senior?

- Cuando dejé de jugar, dije ‘no pateo nunca más una pelota, ahora me dedicaré a nadar’ (ríe). Pero me invitaron al senior y mi señora me motivó. A los seis meses empecé a ir. Encontré mi medida justa, porque los partidos son los lunes, después comemos y socializamos. Es gracioso porque la mente quiere hacer en la cancha algunas cosas que el cuerpo ya no puede realizar. Me parece que todos vamos luchando con eso y lo tomo con gracia.

- ¿Entonces ahora anota goles con los más adultos?

- (Sonríe) Sí, pero la idea es disfrutar. Llevo a mis hijos, que son futboleros y me acompañan. Es una liga nacional, con Primera División y Ascenso. Nosotros salimos campeón tres veces. Hemos viajado a otros países y creo que hay una intención de hacer una Copa Libertadores Senior. Cada vez se suman más jugadores con trayectoria importante y eso le da visibilidad a la actividad. Está bueno.

Caggiano juega en Independiente Senior.

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