El ex Colo Colo que quiere volver a Chile: “A veces ni yo me soporto”

Claudio Arbiza (55) es uno de los extranjeros más recordados en la historia de Colo Colo. El ex portero uruguayo estuvo en el “Cacique” entre 1996 y 2001, etapa en la que ganó cuatro títulos y alcanzó las semifinales de la Copa Libertadores 1997.

En 2018, Arbiza regresó al Monumental como preparador de arqueros en la segunda época de Héctor Tapia como DT. Tras ello, realizó las mismas funciones en Palestino y La Serena, pero junto a Ivo Basay. Luego de dejar el cuadro granate, el charrúa quedó sin trabajo y decidió volver a su país. Ahora, en diálogo con AS, contó cómo han sido estos días alejado del fútbol y cómo analiza lo que vio en Chile.

“Estoy en Uruguay esperando que salga algo urgente en Chile junto a Ivo (Basay)”, señaló Claudio Arbiza.

- ¿Qué está haciendo ahora?

- Sinceramente, por mientras no estoy haciendo nada. Seguimos esperando. Estoy acá en Uruguay descansando, haciendo las cosas de la casa y disfrutando de la familia, pero esperando hacer algo. Un club amateur me pidió una mano para entrenar un par de arqueros, pero eso es solo para matar el ocio.

- ¿Se aburre en la casa?

- Llega un momento en que ni yo me soporto. Estoy acostumbrado a levantarme temprano, después terminas los entrenamientos y sigues analizando eso. Tanto tiempo de ocio provoca fastidio y a veces andas de mal humor.

- ¿Cómo evalúa ese regreso que tuvo a Chile desde 2018 hasta el año pasado?

- Cuando yo regresé, era como volver a revivir todo lo que había logrado y sentir el cariño de los chilenos. Sin duda que siento el amor de los colocolinos, pero también palpo el aprecio de todos en el país. Me siento reconocido por todo lo que hice en mi carrera allí.

Arbiza y los arqueros de Chile

- ¿Qué le parecieron los arqueros que vio en Colo Colo?

- En Colo Colo venía repuntando Brayan Cortés. Agustín Orion lo estaba tapando, pero era cosa de tiempo para poder demostrar todo lo que puede dar. Todavía creo que puede dar mucho más. Desde que lo agarró, no ha soltado más el arco.

- ¿Y qué opina de Omar Carabalí y Julio Fierro, dos que también estaban en esa época?

- Omar tenia mucho para dar y Julio, también. Ahora Omar salió a préstamo (a La Calera) para seguir creciendo y Julio, lo mismo (San Antonio Unido). Eso es bueno. Los arqueros se hacen jugando, cometiendo errores y tratando de solucionarlos.

- ¿En Chile se confía poco en los arqueros jóvenes?

- Los arqueros que hay en Chile tienen todos una trayectoria importante, entonces a los jóvenes les cuesta salir, pero no es que no se confíe en ellos. Los otros están en buen nivel y cuesta sacarlos.

- Matías Dituro se nacionalizó y quiere jugar por la Roja. ¿Le ve chances?

- Eso depende del técnico, pero la chance la puede tener como todos. Dituro ha hecho una buena carrera en Chile y en España también anduvo bien. Creo que Chile tiene buen nivel de arqueros. Claudio Bravo todavía está vigente en España y Cortés ya tomó esa posta tras él. También me gustan el “Zanahoria” (Sebastián Pérez), Gabriel Castellón y Gabriel Arias.

Los camarines “pesados” de Colo Colo

- En su época de jugador se decía que ese plantel de Colo Colo era “pesado”, pero cuando volvió con Tapia también se decía lo mismo de ese equipo. ¿Cuál era más pesado?

- Eran similares. Para nosotros era un camarín “pesado” porque había mucha gente de Selección. Estaban atrás Juan Carlos González, “Murci” Rojas, Raúl Muñoz y Pedro Reyes. Al medio tenías a Emerson Pereira, Marcelo Barticciotto, Marcelo Espina y “Coto” Sierra. Y arriba estaban Ivo Basay y Fernando Vergara. Mucha gente de peso. O sea, el “Cabezón” fue capitán de la selección argentina... Y cuando nos tocó en 2018 también había gente de peso. Lo importante es saber tratarlos y que impere el respeto, saber hasta dónde se puede llegar y hasta dónde no.

- En La Serena coincidió con Humberto Suazo, que también se dice que es un jugador “complicado”. ¿Cómo lo vio usted?

- Complicado como todo jugador, todos quieren jugar. Cuando uno marca las pautas y se aceptan de ambos lados, después no hay reclamos. Uno sabe lo que tiene que hacer. Sabe por qué juega y sabe por qué no. Si aceptas la pauta, la aceptas. Y si no, bueno, hay un montón de jugadores. Todos, en su momento, fuimos jugadores complicados.