El goleador que volvió a Chile: “Sé que soy un loco, pero no uno malo, sino que uno lindo”

Marcos Sebastián Pol está de vuelta. El delantero, sorpresivamente, se convirtió en el último fichaje de Deportes Rengo en Segunda División y volvió al país, cuando parecía haberse marchado en forma definitiva, tras su etapa en Rangers, en 2023. El argentino suma más de una década en el fútbol chileno, con pasos por 11 clubes de Primera División y el Ascenso, y en sus planes está radicarse en el país. Así lo confesó a AS.

- ¿Cuál fue su mejor momento en Chile?

- Tuve muchas etapas en clubes diferentes. En Cobreloa me fue muy bien, en Wanderers igual. En Audax, a pesar de que pude haber jugado poco, también sentí que me fue bien estadísticamente. Después, tuve la mala suerte de cosas que me fueron pasando, de bajar a Coquimbo, aunque siento que me tocó jugar muy poco en el sentido de mostrar la calidad o clase de jugador que uno era en ese momento. No jugué mucho, pero hice goles.

- Son cosas inherentes a la vida del futbolista…

- La verdad es que no me puedo reprochar mucho. Yo sé que me tocó ir a Arica y no hice goles, porque tuve una lesión muy grave tras sólo cuatro partidos. Después, en Rangers (su último club en el Ascenso) no fue lo que esperaba, porque hubo muchos problemas internos que nadie sabe. Pero son cosas que, a veces, uno se reprocha un poco y dice ‘cómo puede ser’.

- ¿Y en el resto de los equipos?

- Después, en O’Higgins, Valdivia y en La Serena creo que lo hice bien siempre. He sido, como lo he dicho siempre, un luchador, un guerrero a la hora de estar en cualquier equipo. Después, te pueden salir bien o mal las cosas.

- A veces, las fluctuaciones son grandes…

- Te pueden criticar, pero uno nunca baja los brazos. Al contrario, uno siempre tiene que ir para adelante y salir del mal momento. No siempre van a ser períodos lindos, eso nos pasa a nosotros los jugadores de fútbol.

- ¿Cómo fue eso de recorrer casi todo el país en diferentes clubes? Estuvo en Arica y también actuó en Valdivia.

- He estado de un extremo a otro del país. Me he encantado con el país y a veces hubo lugares que nos encantaron más que otros. Pero estoy agradecido, porque realmente he hecho amistades en Chile durante este largo tiempo.

- Claro, hay también una vida social importante…

- Muchos conocen cómo soy, mi manera de ser. Siempre con la honestidad por sobre todo, esa es la realidad. Es lo que también les queda a los compañeros, ser buena persona. Yo sé que soy un loco, pero no un loco de esos malos, sino que un loco lindo. No es porque lo diga yo. Muchos de los que me conocen lo dicen. Eso es lo que queda a veces, más que otras cosas.

- ¿Se queda con alguna ciudad en particular que le haya agradado mayormente?

- Por mí, yo viviría un tiempo en cada una, pero siento que La Serena es una ciudad muy tranquila. Acá mismo Rancagua, cuando estuve en O’Higgins. Talca nos gustaba bastante también… A ver, Valdivia también es una ciudad preciosa, como también así Arica por su clima y por sus cosas.

- En sus planes está quedarse en Chile. ¿Dónde le gustaría vivir junto a su familia?

- Hay que ver también qué quiere la familia, dónde y qué va a ser de mí después del retiro. Pero hoy no pienso en eso, sólo me enfoco en seguir jugando y haciendo las cosas bien. Nada más que eso, después del retiro vamos a ver bien dónde nos quedamos y qué es lo que empezamos a hacer.