ADN RadioConcierto Radio
NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Entrevista AS

El lado íntimo del DT del momento: “No le tengo miedo al fracaso, ya he vivido sin un peso”

El mejor DT chileno de la actualidad tuvo una conversación distinta con AS, dejando de lado el fútbol. Contó que va al centro y al mall en Chillán: “Soy feliz”.

El lado íntimo del DT del momento: “No le tengo miedo al fracaso, ya he vivido sin un peso”

Jaime García vive el mejor momento de su carrera como entrenador. Al mando de Ñublense, el DT condujo al cuadro de Chillán en la eliminación de Colo Colo en la Copa Chile y además sus dirigidos han sido animadores del Campeonato Nacional, durante todo el 2022. El estratega dialogó con AS, pero lo hizo en un tono distinto, sin tocar ni un tema futbolístico. Habló de su vida, del largo tránsito para llegar a dirigir en Primera División y de cómo afronta la fama y el reconocimiento que genera su figura.

“En los momentos buenos y malos he sacado algo positivo. Soy feliz con mis altos y bajos, estoy contento. Nunca esperé llegar a ser técnico y ahora estoy pasando cosas bonitas. Pero creo que todavía me falta mucho, como consolidarme en esta división. Soy joven, este recién es mi segundo año (en Primera División). Cuando subimos, nadie creía que iba a responder en esta categoría, por venir de la B. Todos piden cambios y no te creen. He ido paso a paso y por eso estoy contento. Todo lo que he conseguido ha sido un poco como ha sido mi vida, con esfuerzo, tranquilo, paso a paso. Todo lo que me ha llegado es porque se ha dado solo. En todo ámbito de vida no pido grandezas ni nada, los momentos se han ido dando solitos a medida de que yo he ido creciendo también como técnico. Siempre he estado contento, cuando no he tenido absolutamente nada, incluso era más feliz que ahora”, manifestó el DT nacional, de 45 años.

- ¿Qué lo decepciona? Normalmente, usted es un tipo muy animoso, con mucha chispa, pero algunas situaciones igual lo deben afectar.

- Situaciones que uno va pasando. Al final, esto yo lo tomo como un trabajo. Para ser técnico, debes tener muchas herramientas para que cuando te toquen momentos malos los tengas que soportar tan bien como cuando te va bien. Un poco me frustra no poder hacer las cosas que trazo y también estar molesto con el equipo. Cosas así me amargan mucho, no me gusta estar enojado o molesto con los jugadores, pero a mí se me pasa muy rápido. El enojo me dura tres horas, perdono muy rápido.

- Eso podría ser visto como un signo de debilidad que puede afectar la labor de un DT.

- Mira, no le tengo miedo al fracaso, porque ya he vivido sin un peso. Estar con algo en los bolsillos, no me cambia mucho el panorama. En su momento pedía que me llevaran en micro y me pasaba igual por atrás. Hacía que ponía el boleto y pasaba de largo. También tenía problemas con los conductores cuando me decían “bájese cagando no más”. Cuando me llaman para una entrevista, yo también trato de que ustedes transmitan cómo nosotros somos. Les facilitamos la pega para que puedan llegar bien a la gente. A veces, la gente necesita saber también cómo está su equipo.

- ¿Tiene claro que el DT debe ser también un agente de comunicación no solo con el plantel?

- Me gusta hablar, independientemente de que en los momentos malos me van a liquidar y en los momentos buenos todo está en calma. Esto lo tengo súper asumido, los riesgos los corro. Me gusta también facilitarles la pega a los medios, también trabajan de esto. Trato de no cambiar mi forma, soy así como soy en Cartagena, como soy en la casa. Soy buena onda, tengo mi genio… tú sabes que el técnico pasa momentos más solo que acompañado. Se guarda muchas cosas, tiene que tomar decisiones por el equipo, buenas o malas. Pero soy feliz, mi niñez fue tan bien construida… tengo recuerdos de haber jugado al caballito bronce, a la escondida. Tengo cosas muy lindas guardadas y ahora a la juventud le ha costado tomar ese rol. Estabas jugando en la calle hasta las 11 de la noche, tenían que salir de la casa para ir a buscarte.

- Otra época claramente.

- Claro, te levantabas escuchando la radio, que a cada rato daba la hora. Escuchabas ‘Cooperativa’ y a cada rato ‘faltan cinco minutos para las…’. Ese reloj sí que me enfermaba, yo decía ‘papá, apaga eso’. Era todos los días, una hora antes de partir al colegio. Era la etapa de la niñez, con la playa, esperaba el verano, en el invierno ibas a jugar con los amigos en tu club de barrio. Viví una infancia bonita y las cosas que me faltaron hicieron que no me aburra y que sea como soy. Se lo trato de explicar a todos, soy el que sale chacoteando, mi forma de ser es así. No tengo un doble.

El DT en una actividad social en Chillán.
Ampliar
El DT en una actividad social en Chillán.

- ¿Qué tal la vida en Chillán? Va a completar cuatro años en la ciudad, se le ve muy a gusto.

- Es como mi media naranja, es el lugar en el mundo al que tú llegas y encajas. A ver… tengo súper claro que una cosa son los resultados y otra la calidad de la gente de acá. Son dos cosas distintas, el resultado está por sobre la gente. He vivido momentos malos y me siguen apoyando. Claro, no faltan los exitistas, pero aquí son los menos y son los que están aislados. Chillán me gusta, me gusta para vivir, me gusta su gente, el trato con respeto.

- ¿Es un chillanejo más?

- Mira, vivo un poco para afuera de Chillán, pero salgo y voy al mall, y si tengo que sacarme 70 fotos, lo hago. Si tengo que conversar con la gente, lo hago, a mí me gusta. Me gusta lo que hago y me gusta que la gente te reconozca lo que tú has hecho. Me doy el tiempo absolutamente con ellos. Me gusta ser así, me gusta estar al lado, que me tomen fotos, que me paren a conversar. Lo de divo, lo de exagerar que no me pueda tomar una foto o no pueda pararme a conversar con alguien, no, no me gusta ser así. A los medios acá, yo los atiendo en todo momento. Los tengo mal acostumbrados (ríe), pero mi forma de ser es así. Mira, se van cumplir 149 establecimientos que he ido a visitar acá. Lo hemos hecho por el tema del club, se ha dado un acercamiento que es poco común. Eso es parte importante de lo que se debe hacer en todos lados y a mí me gusta.

- Muchos entrenadores optan por aislarse, debido a las críticas, y todo eso, pero usted va en el sentido contrario.

- Noo, yo hago mi vida no más. Eso sí, acá se ha dado un fanatismo con Ñublense tremendo. Pero si tengo que, cada 20 ó 30 metros detenerme por algo, lo hago. Fotos, videos… ahora me piden videos a cada rato, han subido videos que me piden en forma privada. Me dicen ‘profe, tírele una tallita a mi papá’. Lo hago, no tengo ningún problema. Trato de dar un poco de lo que está faltando ahora: alegría. Trato de no empaquetarme mucho, trato de ser como soy. Pucha, después cuando veo los videos, porque los subieron, digo ‘chuuu, la cagué’.

- Le surge un sentimiento de culpa, tal vez, por exponerse demasiado.

- Pero igual lo hago, es lo mismo cuando estoy en las conferencias… A lo mejor, yo no me he dado cuenta dónde estoy. Lo que hago ahora tiene más repercusión y lo hago no más. Por eso cuando voy al centro, lo hago normal, me saco fotos y si quieren un video para el papá, el tío, el abuelo, para el club amateur, que le tire una talla, lo hago no más, no hay ningún problema. Mientras no sea ordinario, no tengo ningún problema. He tratado de solidarizar con la gente, de empatizar… nooo, soy como soy, no hay problema.