El lado más reflexivo de un goleador: “He tenido tres años para el olvido; no puedo retirarme así”

Gabriel Vargas (38) atiende el llamado de AS y rápidamente muestra su lado más reflexivo. El atacante de Deportes Concepción está tranquilo, ya que su club logró mantenerse en Segunda División, pero aclara que no hay nada que festejar. Es más, el goleador plantea que hay muchas cosas por mejorar en la institución. “Cada uno tiene que hacer autocrítica”, lanza el capitán de la escuadra lila.

- ¿Cómo se siente luego de que Deportes Concepción asegurara su permanencia en Segunda División?

- Bien. El año no ha sido bueno, hemos tenido altos y bajos. Empezamos con el pie derecho en el campeonato y daba para ilusionarse. Partimos peleando en los primeros lugares, pero al término la realidad fue otra. Abrochamos un triunfo que todos esperábamos y fue un desahogo general del equipo, del hincha, que siento que no se merece pasar por esto. Obviamente estuvimos al debe, también influyeron muchos factores, pero los números no mienten. Estoy tranquilo por el hecho de que Deportes Concepción se mantenga en la división, pero no hay nada que celebrar.

- No pudo jugar ante Rodelindo Román, ya que se encontraba suspendido. ¿Sufrió mucho desde fuera?

- Siempre he dicho que soy fanático de Deportes Concepción, que desde los 10 años que me llevaron por primera vez al estadio, y el hincha sufre el doble. Cuando uno está dentro de la cancha se concentra en lo que tiene que hacer, pero cuando no, estás más pendiente de todo, así que el nerviosismo se transmite. Y no solamente al ver el partido, sino también a los hinchas y a lo que rodea el fútbol.

- En el último tiempo, Concepción ha sufrido bastante en la división. ¿Qué se ha hecho mal?

- Más que decir qué se ha hecho mal, hay muchas cosas que mejorar en todo sentido. Desde la parte dirigencial hasta la parte futbolística y técnica.

- ¿A qué se refiere en específico?

- Me lo dejo para mí. No te voy a decir los detalles, pero si estamos en esta posición, si llevamos tres años sufriendo, es por algo, así que tenemos que mejorar. Cada uno tiene que hacer autocrítica y sacar experiencia de todo lo malo que se vivió estos años para que Deportes Concepción retome los triunfos. No sé si a corto o largo plazo, pero que haya un proyecto donde se vean resultados positivos.

- ¿Qué viene para usted?

- He terminado bastante complicado emocionalmente, más que físicamente, porque gracias a Dios no he sufrido ninguna lesión grave. Creo que he jugado casi todos los partidos, y si he faltado a alguno, ha sido por suspensión... Pero si tú me preguntas el día de hoy, mi futuro es incierto. Si me retiro, lo haré con la espina clavada, porque no terminamos bien. En lo personal también siento que mi carrera ha ido de menos a más y no quiero terminar en baja. Dios quiera que se me dé la posibilidad (de seguir), y si no se da, entregué mi 1000 por ciento, mi alma y mi compromiso.

- ¿El retiro es una opción? ¿Lo está meditando?

- La sensación que me quedó después del partido (con Rodelindo Román) es que no puedo retirarme así. No puedo irme del fútbol con toda esa hinchada celebrando el triunfo por no descender. Me encantaría retirarme y que toda esa fanaticada celebrara una victoria por el ascenso, porque yo soy del Conce, soy morado desde chico. Pero no depende de mí. En lo personal, no quiero moverme de la Octava Región, me siento bien físicamente. Pero te repito: no merezco retirarme celebrando una permanencia.

- ¿Cuál es su situación contractual con Deportes Concepción?

- Termino ahora.

- ¿Y se han acercado a conversar con usted para extender el vínculo?

- Más que conversar, sí me han preguntado qué es lo que quiero hacer. Pero tampoco depende de mí, porque aparte llega gente nueva: dirigentes, entrenador...

- Hace un rato usted decía que ha sufrido en el ámbito emocional...

- Por lo general, durante el año no sufro lesiones, porque hay un cuidado también afuera y que es súper extremo para mí. De hecho, cuando uno tiene esta edad (38), ya se tiene que cuidar el doble, tiene que hacer muchas cosas preventivas. En la alimentación, en el descanso, y en eso yo no transo. Y emocionalmente, sufres cuando tus expectativas son altas y ves que termina el año y es lo mismo. Y obviamente que eso se transmite a la parte muscular.

- ¿Cómo así?

- Cuando jugamos con Lautaro de Buin, estuve toda la semana con la espalda y el glúteo agarrado. Y yo no lo tomo como sobrecarga, sino que emocional. Me pasó la cuenta y eso es porque a veces uno tiene muchas responsabilidades.

- ¿Está conforme con su carrera o siente que le falta algo? Tiene un registro de 206 goles en el fútbol chileno...

- (Piensa) Siempre he dicho que soy hincha de Deportes Concepción, y ahora he tenido tres años para el olvido. Cuando volví, lo hice con una espinita clavada, porque cuando me fui, no es que me echaran, pero fue por la puerta trasera. Ahora quiero irme por la puerta ancha...

- ¿Y cómo cree que está esa puerta ahora?

- Siento que está bastante apretada. No me quiero ir con esa sensación.