CHILE 0 - MARRUECOS 2

Los inamovibles que están bajo la amenaza del recambio

El tridente compuesto por Arturo Vidal, Erick Pulgar y Charles Aránguiz volvió a ser titular, pero el rendimiento está lejos de ser el de antaño.

JOSEP LAGO

Chile dejó sensaciones de preocupación frente a Marruecos y Eduardo Berizzo tomó una inmediata medida que llamó la atención. En el entretiempo sustituyó a Erick Pulgar y Charles Aránguiz, dos jugadores que tenían el cartel de inamovibles.

Con esto, se ha puesto en entredicho un tridente de centrocampistas que durante años fue uno de los grandes sustentos del equipo nacional. Solo Arturo Vidal completó el partido y tanto Marcelino Núñez como Williams Alarcón pasaron a acompañar al ‘King’.

Arturo Vidal

Seguirá siendo fijo en las nóminas porque es el alma del equipo. Busca, intenta, trata de cubrir atrás y también de llegar al gol, como lo pudo haber hecho a los 58 minutos (pero el travesaño lo impidió). El gran problema que tiene el ‘King’ es que el desgaste es enorme. Por ejemplo, en la primera etapa, se ubicó en la zona del volante defensivo para ver si podía ser la primera salida, pues nadie tomó dicha responsabilidad y ese largo desplazamiento le pasó la cuenta en el complemento. Solo se le puede cuestionar el balón que perdió en zona defensiva y que acabó en el penal para los marroquíes.

Erick Pulgar

No pudo tomar las riendas. Frente a Marruecos sorprendió jugando en exceso para el lado o para atrás y con poco atrevimiento. Intento romper líneas en una ocasión, pero falló. Vidal tuvo que bajar a buscar la pelota, pues el antofagastino no pudo darle fútbol al equipo. Quedó muy al debe y por lo mismo fue sustituido a los 45 minutos.

Charles Aránguiz

Llamó la atención lo incómodo que se le vio. También jugó solo el primer tiempo. En faceta ofensiva le costó, pudo profundizar un par de veces con los carrileros, pero nunca se terminó bien la jugada. Defensivamente anduvo mejor, con coberturas y cruces precisos dentro del área chilena, pero a un jugador como él se le debe exigir mucho más y su presencia en la cancha lo obliga a tener mayores responsabilidades en ataque.

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