LA ROJA
El momento que separó a la Roja: la actitud ya no fue la misma
La jugada cambió el ánimo del equipo de Gareca, que sólo compitió 45 minutos. El patrón se repitió en los tres goles recibidos.
Minuto 47. Julián Álvarez logra tirar un buscapié dentro del área de Chile y Alexis Mac Allister, tras un amague de Lautaro Martínez, sacó un remate rasante para batir a Gabriel Arias. Fue el 1-0 de Argentina ante la Roja en un momento que, muchos hinchas, se perdieron porque aún no regresaban a sus lugares después del entretiempo.
El gol de Alexis Mac Allister fue un golpe tan fuerte que el equipo de Gareca nunca más fue el mismo. Durante 20 segundos, ningún chileno habló dentro de la cancha. No fue lo único llamativo. Todos los jugadores se fueron separando entre sí, quedando a varios metros de distancia, como si indirectamente fueran a tomar sus posiciones para reanudar el juego.
El primero que hizo lo anterior fue Mauricio Isla. El capitán de la Roja caminó en diagonal hacia la derecha, mirando el piso y con los brazos ‘en jarra’. Darío Osorio actuó igual, pero por la izquierda. Eduardo Vargas esperaba que llegara el balón hacia el punto central de la cancha, mientras que jugadores como Rodrigo Echeverría y Paulo Díaz se lamentaban en silencio. El central chileno miró el cielo y movió la cabeza. Sólo unos cuatro o cinco aplausos de Matías Catalán intentaron levantar al equipo antes del fin de la triste escena.
Chile dejó de competir como en el primer tiempo. En un tramo tomó el control del balón, pero tal como ocurrió en la Copa América pasada, no encontraba las formas para hacer daño. Sin ir más lejos, hubo un solo tiro al arco y fue de Carlos Palacios, quien provocó una buena atajada de Emiliano Martínez. Pero con el 2-0 de Julián Álvarez se repitió la escena del primero. Jugadores solitarios, cabizbajos y sin comunicación.
El 3-0 de Paulo Dybala fue la sentencia y lo cierto es que la reacción chilena fue casi la misma que en los dos goles anteriores. Chile no fue el mismo después del minuto 47, y será un ítem que Gareca, sí o sí, deberá trabajar para hacer competitiva a esta Selección.
Isla, con un liderazgo de perfil más bajo también llamó la atención. Muy pocas veces fue el primero en llegar a reclamarle a Jesús Valenzuela un cobro. Echeverría, Díaz e incluso Thomas Galdames lo hicieron antes que él en varios momentos del partido. Su actitud fue más conciliadora y optó por sacar a sus compañeros para evitar nuevas sanciones del venezolano. ¿Otra situación que llamó la atención? Fue Paulo Díaz quien evitó que varios de sus compañeros se fueran de la cancha sin saludar a los chilenos ubicados en la Tribuna Centenario Alta.
Así se terminó una noche muy triste y que dejó a Chile en el penúltimo lugar de las Eliminatorias. Contra Bolivia, el martes, deberán cambiar muchas cosas y una de ellas, es la actitud.