Entrevista AS
El nuevo DT más joven del fútbol chileno: “Nunca insultaría a mis jugadores; ellos son personas”
Con 26 años, Vicente Kalleg está dirigiendo a Deportes Valdivia: “Me gustaría dejar al club en Primera División y participar en una copa internacional”.
A Vicente Kalleg (26) se le escucha entusiasmado. El entrenador suma seis partidos al mando de Deportes Valdivia y su cosecha lo ilusiona: ha sumado 11 puntos, alcanzando un 61,1% de rendimiento, y los albirrojos han ido creciendo en el Campeonato de Segunda División. Actualmente son séptimos con 26 unidades y este domingo recibirán a Concepción en el Félix Gallardo.
Kalleg lleva dos meses en la banca del ‘Torreón’, tras reemplazar a Luis Marcoleta, y está feliz. “Me he sentido súper bien. La disposición de los jugadores ha sido la mejor y los resultados han sido muy buenos, sobre todo por cómo estábamos en la primera rueda”, cuenta a AS. Es el relato del DT más joven del fútbol profesional chileno.
- Le tocó reemplazar a un entrenador experimentado como Luis Marcoleta. ¿Qué le generó esa situación?
- Sí. Yo era parte de su cuerpo técnico, ya que desde el año pasado trabajé como analista. Él es una eminencia en el fútbol, tiene mucho conocimiento y está más que vigente. Estar todos los días con él era tener una masterclass. Aprendí de él con sus consejos y sus tareas de entrenamiento. Es una tremenda persona.
- Hace un par de semanas, el DT Matías Garrido (25 años) abandonó Deportes Rengo y eso lo dejó a usted como el entrenador más joven del fútbol chileno...
- El hecho de ser el entrenador más joven me pone muy contento, porque yo también tenía mis proyecciones. Siempre había planificado dirigir en un equipo profesional a los 30 años, pero las cosas se adelantaron.
- ¿Cómo es la experiencia de instruir a personas que son más grandes que usted?
- Antes tenía el cargo de analista y ahora el de entrenador, pero trato de ser la misma persona. Intento ser lo más sincero posible, ser cercano al jugador, conversarle de buena forma, con argumentos, y nunca faltarle el respeto. Eso es primordial, porque en el momento en que se pierde el respeto, los roles se pueden desvirtuar. Sin embargo, creo que los jugadores han sabido respetar muy bien su rol, sobre todo los de mayor trayectoria. Eso facilita el trabajo en el día a día.
- Quisiera detenerme en lo que habla sobre las faltas de respeto. En el fútbol es común ver que algunos entrenadores insulten a sus jugadores cuando no cumplen una tarea. Usted, entonces, ¿no ocupa esos recursos?
- No, nunca voy a referirme a un jugador, y espero no hacerlo, con garabatos ni insolencias. Antes de ser futbolistas, ellos son personas y hay otras herramientas para poder sacarles rendimiento. De partida, la confianza es fundamental, pero sí, obviamente, cuando uno siente que los objetivos no se están alcanzando, tiene que venir un llamado de atención.
- ¿De dónde nacen sus ganas de ser entrenador? A propósito de su juventud, ¿los videojuegos como Football Manager y FIFA fueron una influencia?
- El Football Manager lo conozco hace tres años y hoy lo utilizo para ver estadísticas de jugadores y de algunos rivales, pero es algo bien general. Sobre el FIFA, yo creo que toda la gente a la que le gusta el fútbol lo ha jugado, pero el cariño por la profesión siempre estuvo en mí. Jugué a nivel amateur y me probé en Deportes Valdivia, pero no me dejaron (ríe), así que ya desde los 15 años tenía claro que quería ser entrenador. A los 17 empecé a trabajar en escuelas de fútbol y no paré más.
- ¿A qué entrenadores admira?
- Mi primer gran recuerdo fue el Mundial de Canadá 2007. Me gustaba mucho esa Selección de Sulantay, era un equipo muy dinámico. También me gustó el Villarreal de Pellegrini, el Barcelona de Guardiola, la U de Sampaoli, la Roja de Sampaoli y el Colo Colo de Borghi. Ahora me ha marcado lo que ha hecho Jurgen Klopp... Mi tesis la hice sobre las acciones de presión tras pérdida que él realizaba.
- Imagino que Luis Marcoleta también es especial...
- Sí. Su metodología tuvo un impacto positivo sobre mi idea de entrenar.
- Lo llevo nuevamente a Deportes Valdivia. El club no está pasando por un buen momento a nivel económico y, de hecho, el último pago les llegó atrasado. ¿Cómo se sobrelleva una situación así?
- Es muy difícil, porque uno debe generar el mejor ambiente posible para cada entrenamiento. Cuando los jugadores arrastran problemas, ya sea familiares o de esta índole, ellos tratan de abstraerse a eso, por su profesionalismo, y entregarse por completo a la profesión. Pero es indudable que eso afecta y trae coletazos. En este caso, hemos tratado de conversar harto con los jugadores y la verdad es que yo me saco el sombrero por ellos.
- ¿Por algo en particular?
- El grupo es muy bueno. Cuando hay algunos jugadores que están mal económicamente, se generan ayudas entre ellos mismos. Todos hemos tratado de sacar la tarea adelante... Si bien hay algunos días en donde ellos están un poco bajoneados, achacados, ya al empezar los entrenamientos eso se disipa. Lo importante es mantener la comunicación y que sientan la sinceridad para poder abrirse y contar sus problemas.
- ¿Cómo le gustaría que fuese su carrera? ¿Proyecta algún camino?
- Me gustaría dejar a Valdivia en Primera y participar de una copa internacional. Sería algo maravilloso, pero primero quiero hacer un buen trabajo en el club. Después me gustaría trabajar en una Selección chilena juvenil, como dirigir en un Mundial Sub 20, y luego pensar en algo en los grandes países de Sudamérica o en Europa.