ENTREVISTA AS
El olvidado personaje del último triunfo de la U en el Monumental: “Dicen que dejé una maldición”
El ex árbitro Eduardo Ponce revive un momento inédito en su carrera: el Superclásico del 2001. “Algunos conocidos de la U me piden que vuelva a dirigir para que puedan ganar”, bromea.
“Todo árbitro en Chile quiere dirigir un Clásico. Como en Argentina, todos quieren un River vs Boca acá nosotros queremos arbitrar un Colo Colo vs la U”. Es la frase del recuerdo que entrega el ex arbitro FIFA, Eduardo Ponce, quien está en la historia por ser el último juez en dirigir un triunfo azul en el Estadio Monumental.
Aquel lejano 9 de septiembre de 2001, Ponce encabezó la terna referil de un duelo histórico, donde ambas hinchadas protagonizaron una fiesta descontrolada en tribunas. “Para el día del partido, por protocolo de seguridad de Carabineros, teníamos que dejar nuestros vehículos en la comisaría mas cercana al estadio, en Macul”, cuenta en diálogo con AS.
“El año pasado me robaron mi vehículo, y desde aquel hecho mantengo una depresión. A veces, sigo con miedo de salir de casa”, añade el ex árbitro FIFA sobre su tormentoso presente.
- ¿Fue uno de los partidos mas importantes en su carrera?
- Ese partido marcó mi historia como árbitro profesional. Es lo que dicen los grandes del referato: “Cuando diriges un Superclásico, te gradúas”. Logré estar 10 años en FIFA, recorrí el mundo, pero ese partido del 2001 fue especial. Es el partido más importante del fútbol chileno, sin desmerecer al resto. Es un ambiente distinto. Es un sueño cumplido, ya que todos trabajábamos para eso.
- Han pasado 22 años de aquel histórico partido. ¿Qué recuerda hasta hoy?
- No existían las redes sociales para conocer la programación de los árbitros de forma anticipada. El jueves, después de los entrenamientos, nos entregaban el horario del partido que nos correspondía. Entonces, ese 6 de septiembre de 2001, después de la practica en conjunto, me enteré de que dirigiría el Superclásico. Para mí, fue una felicidad enorme.
- ¿Cómo fue en términos de seguridad?
- Para el día del partido, por protocolo de seguridad de Carabineros, teníamos que dejar nuestros vehículos en la comisaría más cercana al estadio, en Macul. Ahí nos juntamos con el resto del cuerpo arbitral, unas dos horas antes del partido para después trasladarnos al Monumental en vehículos policiales.
- ¿Y al final del partido hubo complicaciones?
- Para nada. Tras el término del partido, vi correr a muchos jugadores de Colo Colo directo a su camarín. La gente de la U fue al sector azul, con su barra a celebrar. A nosotros (los árbitros) nos ignoraron y eso es bueno, ya que no fuimos protagonistas.
- ¿Recuerda alguna anécdota sobre aquel último triunfo de la U en el Monumental?
- Cuesta recordar, pero tengo una que siempre le cuento a mis amigos. Cuando Rivarola hace el gol, estaba recién instaurado en el reglamento que si la celebración de gol era muy efusiva, el árbitro debía amonestar. Entonces, al momento que Diego anota y se sube a la reja del sector sur, yo tenía muchos jugadores con amarilla, por lo tanto corrí al centro del campo con la intención de no amonestarlo. No porque era Rivarola, más bien porque tenía a muchos con tarjeta. Entonces dije, “esta amarilla como no es por una falta, me la guardo”. Pero hubo un problema, porque en ese momento “Raulito” Muñoz fue a encarar al goleador azul y para no agrandar la discusión decidí ponerle la amarilla a Rivarola.
- ¿Siente usted que es más complicado ir a jugar al Monumental? ¿Se siente más la localía de Colo Colo?
- Puede ser un factor de que Colo Colo siempre es mas local por la forma del estadio. Sin pista atlética, el público se sentía más cerca. La presión para el equipo visitante, se nota bastante, aunque al ser futbolistas profesionales, deberían poder soportar esa tensión.
- ¿Sus amigos o familiares le recuerdan su presencia en ese Superclásico?
- He recibido llamados de amigos y colegas sobre el partido. Mucha gente de la U también me manda Whatsapp y me dicen “que vuelva a dirigir para que puedan ganar en el Monumental (risas). Que es una maldición que les dejé”. Algún día tendrá que romperse ese maleficio de la U.
- ¿Qué le parece a usted los 22 años de paternidad que tiene Colo Colo ante la U?
- Mis amigos siempre me lo recuerdan. Desde el 2002, pasó un año, después cinco, diez, quince, veinte años. Ni siquiera el gran equipo de (Jorge) Sampaoli pudo ganar allá. Es increíble, pero así es el fútbol.