Entrevista AS
El proyecto que le llena la vida a ex figura de Colo Colo, la U y la Roja
Luis Pedro Figueroa también jugó en Argentina, Brasil y Portugal, lo que intenta volcar en una iniciativa futbolística con adultos: “Es una motivación”.
Cerca de 10 meses pasaron desde que Luis Pedro Figueroa se retiró del fútbol luego de 22 años de trayectoria profesional. El ex volante y delantero, surgido en Universidad de Concepción y con pasos por Colo Colo, la U, la Roja y también por Argentina, Brasil y Portugal, igualmente sigue ligado al deporte. Inició una academia de fútbol para adultos y el proyecto avanza en franca expansión. Radicado en Rancagua, pero con visitas regulares a Santiago por la iniciativa que encabeza, conversó con AS para abordar su nueva vida lejos del balompié competitivo.
“Comencé un proyecto de academia de adultos en septiembre del año pasado en Santiago, en Macul. Ahora estamos en La Reina trabajando, ya nos cambiamos con la academia en Santiago. También comenzamos hace unas semanas con la academia acá en Rancagua y el proyecto final, porque tengo considerada tres ciudades, lo cerraría Concepción una vez que pase el invierno”, manifestó Figueroa.
- ¿Ha funcionado todo de acuerdo a sus expectativas?
- Mira, ha andado bien el tema. Uno tiene cierta ventaja, de que uno fue futbolista y la gente se puede motivar por eso, y después hay que entregando ciertas herramientas con la gente que trabajo ahí, con los profesores. Tienen experiencia tanto en Rancagua como en Santiago y lo que más les insisto es que, aparte de que sean amateur y se preparen justamente para sus ligas, hay que tener la misma mentalidad de cuando uno jugaba. Entregar lo mejor, enseñarles conceptos de juego, que ellos entiendan a jugar fútbol. La gran mayoría de ellos la verdad es que prácticamente nunca jugaron fútbol de 11. Es una motivación, a mí me gusta, lo paso bien, aprendo. Además, se lo que me va a encaminar o las experiencias que voy a tener si el día de mañana tomo la decisión de ser entrenador.
- ¿Por qué optó por trabajar con adultos y no con niños, como lo hacen muchos ex futbolistas?
- Siento que por lo puedo entregar y por lo que me gusta, trabajar muchas veces también está enfocado a que ellos puedan vivir las experiencias que por muchos años uno tuvo en el fútbol. Mi proyecto es en algún momento viajar con ellos, ir a algún hotel, concentrar. El proyecto es que ellos puedan vivir lo que uno vivió en el fútbol.
- Decía que aún no decide si va a ser o no entrenador. ¿A qué se debe?
- Lo que pasa es que mi objetivo es hacer el curso, lo más probable es que comience a hacer el de Menotti en Argentina, online. Durante el tiempo que dura el curso, dos años, seguramente podré ver verdaderamente hacia dónde va enfocado el tema para ser entrenador de fútbol directamente, como cabeza, o ser un ayudante. Es lo que yo entiendo puede ir pasando en ese proceso, ver las cosas que van pasando. A mí me gusta mucho el fútbol, explicarlo. Soy apasionado respecto de eso e independientemente de que existan estas academias de adultos es para mí una motivación que aprendan. Que mejoren aunque sea un control, un control dirigido. Son cosas que a uno lo motivan y que trataba de yo hacerlo cuando uno era más chico con la gente que le enseñaba.
- ¿Qué tal la sensación de estar ahora como ‘profe’?
- Mira, a pesar de que son muchachos que nunca jugaron fútbol profesional, el fútbol no cambia. Pasan las mismas cosas, cuando haces un cambio, se enojan. Son las cosas que uno vivió. Yo en los últimos años fui entendiendo mucho más el tema de los entrenadores, uno va creciendo, va madurando, es mucho más cuidadoso de eso. Siempre fui respetuoso de mis entrenadores, independiente de que a lo mejor no aceptara o no estuviera de acuerdo con algunas decisiones. Siempre traté de ser respetuoso y es lo que trato de hacer yo también. Y ser cercano a ellos, ayudarlos, si preguntan algo, tratar de compartir las experiencias con ellos. Que al final se vayan contentos a la casa, si trabajan todo el día, toda la semana. La idea es que aprendan, que lo disfruten. El proyecto final es que ya más adelante podamos empezar a viajar a con ellos.
- ¿En la cancha cuál es el estilo de juego que le atrae, pensando en una posible proyección como DT?
- Con el correr de los años fui aprendiendo que el fútbol hoy en día es muy dinámico y muy cambiante. Cuando uno se encasilla con un formato, independiente de que le guste por lógica atacar, debe tener claro que el fútbol tiene muchas mixturas dentro del mismo juego. Soy de la idea de que uno tiene que ir preparando los partidos o experimentar ciertas alineaciones que de repente se adapten a cambios del rival. Yo recuerdo mucho a Eduardo (Berizzo), cuando estábamos acá en O’Higgins. Jugábamos mucho al ataque y había partidos donde nos llegaban una o dos veces y nos hacían goles, porque nos encontraban mal parados. Él entendió que había que tener una seguridad defensiva, pero pensando en atacar. Eso significaba que el juego tenía que tener un orden. Entonces, encasillarse diciendo “yo voy a ser este tipo de entrenador”… yo creo que uno tiene que saber atacar. Para eso hay que tener una seguridad defensiva. No me encasillo con ningún entrenador, aprendí de muchos y de otros aprendí también a cómo no ejecutar algo. Muchas veces el entrenador habla mucho, pero al final uno sabe si solo se quedó en la información.
- ¿Por qué se radicó en Rancagua y no en Concepción, que es su ciudad de origen?
- Es una ciudad que siempre me gustó mucho, además de que estoy cerca de Santiago. Esto me acomoda mucho en muchas cosas. Lo que pasa también es que de Concepción salí hace muchos años y claro cuando me tocó volver, me tocó también el tema de mi mamá. Al final yo quería quedarme en Santiago o cerca de Santiago. También el tema de estudiar (para entrenador) está más cerca en la capital, pero tampoco es un tema. Tengo a toda mi familia en Concepción, no puedo ir muy seguido porque hay que ir haciendo cosas acá. Pero una vez que esté más ordenado acá, voy a ir a ver la familia allá, que es lo que uno extraña muchas veces.