El regreso a Chile de un campeón de Copa Sudamericana: Colo Colo festeja

Para 2026, en Colo Colo optaron por renovar el flanco derecho de la defensa. Mauricio Isla fue uno de los primeros que dejó el club y Óscar Opazo, quien aún tiene contrato vigente, no está en los planes. Entonces, lo primero que hicieron en el Cacique fue asegurar un reemplazante y el elegido es Matías Fernández, exlateral y carrilero chileno de Independiente del Valle.

A los 30 años, el jugador surgido de Santiago Wanderers optó por volver al país, tras cuatro temporadas en Ecuador. Había dejado Chile en 2022, cuando actuaba por La Calera, y cumplió plenamente en su paso por el exterior. Fernández obtuvo la Copa Sudamericana y la Recopa del continente con Independiente del Valle. A nivel local, ganó la Copa de Ecuador, Supercopa y Serie A. En total cinco títulos.

Agente ofensivo

El ex Wanderers vive una etapa de plena madurez futbolística. Salvo algunos ciclos de breve extensión, el chileno regularmente fue titular en el extranjero y dejó una buena imagen. Principalmente, como un carrilero con mucho recorrido a lo largo de toda la banda del campo de juego, con mayores fortalezas en el plano ofensivo y atributos físicos concordantes para la alta exigencia en Sudamérica.

Fernández es un carrilero que también puede actuar de lateral derecho. Sus mejores desempeños los logró más adelante en la cancha, con la presencia de tres centrales en la zaga y amplia libertad y obligaciones para desdoblarse en ofensiva. Genera fútbol de ataque con habilitaciones permanentes hacia la zona central o aparece ocasionalmente como finalizador en la etapa terminal de las acciones de juego construido.

En esta faceta, el nuevo colocolino asoma como un aporte importante para el Cacique. Un aspecto clave en el correcto funcionamiento ofensivo de los albos es el volumen de ataque que deben aportar los hombres que aparecen desde atrás en las bandas. Normalmente, y sobre todo de local en el Monumental, lidian con rivales agrupados en bloques bajos de presión, con poco tiempo y espacio en la construcción, pero Fernández con el ir y venir permanente por el sector puede aportar soluciones.

Dudas razonables

La incertidumbre, en torno al aporte del nuevo fichaje, se relacionan principalmente con su funcionalidad como lateral clásico, en una línea de cuatro defensas y sólo con dos centrales como ejes en la protección de la portería. Esta labor implica un desarrollo defensivo mayor, posicionalmente, en el juego aéreo y también en las intervenciones para controlar en duelo directo al delantero que aparece por el sector.

La mejor etapa de Fernández en Ecuador fue de carrilero. Sin embargo, igualmente se desempeñó como lateral en algunos ciclos. De las cuatro exigencias clave en el puesto (marcar, ‘cerrar’, salir jugando y pasar al ataque), en la primera de éstas el albo puede exhibir mayores inconvenientes. Es veloz, potente, realiza los movimientos adecuados y se perfila de acuerdo a la exigencia de la acción defensiva. Sin embargo, sigue siendo un jugador de ataque que se reconvirtió defensivamente.

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