El revelador dato que demuestra que el problema de todo está en el fútbol chileno
El Mundial Sub 20 ha dejado al descubierto, una vez más, que el público chileno sí quiere ir a espectáculos deportivos.
El fútbol chileno vive una de las peores crisis de su historia, con derrotas dentro de la cancha y también fuera de ella. En clubes es poco competitivo en el continente, salvo la excepción de lo que está haciendo la U en Copa Sudamericana, y en selecciones verá su tercer Mundial adulto seguido por televisión.
La situación no es mejor en el torneo local, donde los hinchas sufren limitaciones para ir a los estadios en todos los equipos. La violencia de las barras, la ineptitud de los dirigentes y las ineficaces medidas de los gobiernos de turno, han alejado a la gente de los estadios.
Eventos como los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos Santiago 2023 y el Mundial Sub 20 demuestran que los chilenos sí quieren ir a ver espectáculos deportivos.
El torneo juvenil agotó sus entradas para los tres partidos de Chile, pero no sólo eso. Duelos como los de Argentina-Italia en Valparaíso y Brasil-España en el Nacional de Santiago también se jugarán a estadio lleno. Para qué decir los encuentros de eliminación directa, de octavos para adelante, que ya muestran un alto número de tickets comprados.
La brutal comparación de público
Un dato es decidor. Los 20 primeros partidos del Mundial Sub 20 de Chile tuvieron un promedio de público de 9.692 personas. Una cifra superior a las 7.477 que promedia la Liga de Primera este 2025.
El precio de las entradas es un factor, ya que por $3.450 se puede comprar una entrada en la localidad de Andes, pero no es lo único. También está la certeza de que la gente puede volver sin problemas a casa, con medidas de seguridad superiores estándar FIFA, y la ausencia de las barras bravas.
Lo que sucedió el último fin de semana es un ejemplo perfecto de esto. El sábado, Chile-Nueva Zelanda se jugó con casi 40 mil personas en el Nacional por el Mundial Sub 20 (con 45.547 entradas vendidas) y la selección de rugby logró una histórica segunda clasificación a una Copa del Mundo, con 21.754 espectadores controlados en un repleto estadio Sausalito de Viña del Mar. Mientras esto pasaba, el fútbol chileno daba vergüenza.
Colo Colo y Deportes Iquique jugaron el último viernes con 19.994 personas en el Estadio Monumental, con un aforo permitido de 32.000, para un recinto que hace 43.667. Y el domingo, Deportes La Serena recibió a la Universidad de Chile en La Portada con apenas 4.364 personas, con un aforo de 12.500 y en un estadio que tiene una capacidad de 18.243. Lo peor de lo nuestro, en un espectáculo que ya es más delictual que futbolístico.
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