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Selección chilena

El sello Berizzo: 5 hechos clave ante Corea del Sur

Chile cayó 2-0, pero el desarrollo del duelo trascendió al resultado, ya que la escuadra nacional exhibió conductas de juego que no pasaron inadvertidas.

Actualizado a
El sello Berizzo: 5 hechos clave ante Corea del Sur

El ciclo de Eduardo Berizzo en la Selección Chilena comenzó oficialmente con la derrota por 2-0 frente a Corea del Sur. Un resultado justo, en vista del desarrollo del partido disputado en la ciudad de Daejeon, que dejó múltiples sensaciones en la escuadra roja. No solo por marcar el inicio de una nueva etapa, con el objetivo de afrontar las Eliminatorias para el Mundial 2026 y a cargo de un nuevo cuerpo técnico. También por la imagen futbolística exhibida por el elenco nacional ante los asiáticos, que tuvo como eje cinco importantes temáticas de naturaleza táctica.

Misma línea

En la fase ofensiva y de construcción de juego, la escuadra chilena dejó en claro, desde el minuto inicial, que la concepción dominante sigue siendo el Ataque Construido. Los dirigidos por Berizzo, cada que vez que tuvieron la chance de controlar el balón, siempre apostaron por la circulación a ras de piso, con secuencias de asociaciones en busca de la progresión y/o conservación. Corea del Sur optó por la presión en su sector, lo que facilitó los pases iniciales de Chile, pero la Roja adoleció de cambio de ritmo y verticalidad para generar situaciones de finalización. En los momentos que sí aceleró, pudo contar con chances de anotar, como ocurrió en las chances de Marcelino Núñez y Ben Brereton.

Leve matiz

Como era el debut de Berizzo y no habían antecedentes respecto de alineaciones anteriores del DT en la Selección, la falta de claridad en torno al sistema de juego que emplearía reinó durante la antesala del partido. Incluso se llegó a mencionar que Chile actuaría con un trío de centrales, a raíz de la presencia de Medel, Díaz y Kuscevic en la oncena inicial. Sin embargo, el estratega argentino optó por el esquema 1-4-2-1-3. La mayor innovación fue la inclusión de una dupla de volantes centrales (Medel y Alarcón) y un mediocampista ofensivo (Núñez). En el pasado reciente, y cada vez que la Roja formó con tres hombres en la zona media, la estructura siempre fue con ‘6′ y dos volantes mixtos o interiores. Un matiz respecto de lo que venía exhibiendo el conjunto nacional.

Otra defensa

El mensaje de Berizzo también resultó claro en la línea defensiva. Claro, mantuvo a dos hombres con actividad en las Eliminatorias anteriores (Díaz y Kuscevic), pero la presencia de Medel en el mediocampo y el debut absoluto de ambos laterales (Mehssatou e Ibacache) enunció que el DT apunta a una recomposición de la defensa. Más allá de las sensaciones iniciales, los hombres que actuaron por el costado expresaron que pueden ser una opción válida en la posición. Participaron sin grandes complicaciones en cada salida y exhibieron determinación para pasar al ataque. El chileno-belga-marroquí jugó todo el partido y logró mayor protagonismo ofensivo en la recta final. De hecho, envió el centro que concluyó en el gol invalidado de Brereton.

Presión y ataque

Fue otra forma de atacar que intentó poner en práctica la Roja, pero prosperó solo parcialmente. Chile efectuó buenas acciones de presión avanzada e incluso sobre la misma salida de los surcoreanos. Solo en una de estas maniobras tuvo el éxito y fue la opción de gol más clara: Núñez transformó una recuperación de balón en una habilitación profunda a Brereton, desde la mitad de la cancha, y el chileno-inglés desvió por escasos centímetros en la finalización. En la mayoría de las otras presiones, al cuadro nacional solo le alcanzó para interrumpir el juego local y, cuando el elenco rival evitó las maniobras de acoso con circulaciones fluidas y precisas, la defensa vivió zozobras.

Ajustes necesarios

El libreto ofensivo de los surcoreanos quedó claro a contar del minuto inicial: permitir los avances con balón de Chile, recuperar la pelota y atacar en velocidad, aprovechando la rapidez del bloque ofensivo y la puesta en marcha del proceso de reorganización defensiva de la Roja, que es el momento cuando todo equipo se encuentra más vulnerable. La estrategia local tuvo pleno éxito, pues así abrieron la cuenta y generaron varias acciones de finalización que finalmente no pudieron concretar. En esos momentos puntuales, a los dirigidos por Berizzo les faltó cohesión y coordinación en los repliegues. Sin embargo, estos rasgos solo son posibles junto con el transcurso de muchos minutos jugados en conjunto.