Colo Colo

El trasfondo de la caída de Almirón

Después de lograr el título en 2024, el DT no pudo dotar de un buen funcionamiento a los albos, lo que se reflejó en los bajos resultados y, al final, le costó la salida.

El trasfondo de la caída de Almirón
FELIPE ZANCA/PHOTOSPORT
Pablo Ortega
Periodista, Entrenador de Fútbol y ex futbolista profesional. Titulado en la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile y egresado del Instituto Nacional del Fútbol (INAF) de Santiago. Es columnista y redactor de Fútbol Nacional e Internacional y de temáticas de índole táctica en AS Chile.
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La incertidumbre en torno a la continuidad de Jorge Almirón en Colo Colo sólo duró algunos minutos en el estadio Monumental luego de la goleada por 4-1 sufrida contra Universidad Católica en el Clásico. En la conferencia de prensa tras el encuentro, el propio DT anunció el inicio de las negociaciones para partir y luego Aníbal Mosa confirmó que se había llegado a un “acuerdo armonioso”.

“Es momento de descomprimir... Seguramente, mañana habrá novedades”, manifestó Almirón con un tono evidente de cierre de su etapa en Colo Colo. El DT llegó a comienzos de 2024, logrando el Campeonato Nacional en una ardua disputa con la U, y este sábado 16 de agosto dirigió el último duelo en la banca del Cacique.

Lo concreto es que Almirón jamás pudo dotar de un buen funcionamiento colectivo a los albos. Que hoy Colo Colo ocupe el octavo lugar en la tabla de posiciones, fuera de los puestos de clasificación a las copas internacionales, no es casualidad.

Además, durante el primer semestre sufrió el mayor golpe de 2025. La conmemoración del centenario del club exigía un correcto desempeño en el continente, pero el Cacique quedó fuera de los octavos de final de la Libertadores, dilapidando incluso la chance de acceder a los playoffs de la Sudamericana.

Cambio importante

Durante este año, Almirón no pudo modificar el semblante de Colo Colo como un conjunto con inseguridad en la fase defensiva, dificultades en la construcción de juego y escaso volumen de ataque. Por largos pasajes de lo que va de la temporada, el DT siguió confiando en el sistema de juego 1-4-3-3.

Sin embargo, cuando las disfuncionalidades resultaron evidentes, Almirón intentó con un esquema de 1-3-5-2 y no hubo mejorías. De hecho, ante la UC los albos iniciaron el Clásico con esta organización posicional, pero el bajo funcionamiento persistió.

Problemas atrás

El DT se irá de Colo Colo con un registro de 26 goles en contra, lo que da cuenta de que la labor defensiva fue siempre un importante inconveniente. El puntero Coquimbo sólo suma 10 tantos en su portería y mañana debe recibir a Everton. La U, con 18 tantos en contra, y Palestino, con 16, son los escoltas del líder. Esto ratifica que las flaquezas defensivas fueron un peso que no pudo sobrellevar el DT.

La última línea alba se vio, en ocasiones, muy superada en las acciones de contraataque, con centrales sin las respuestas apropiadas para accionar en espacios defensivos amplios y en retroceso hacia la portería. La rotación de centrales incluyó a Sebastián Vegas, Emiliano Amor, Alan Saldivia, Daniel Gutiérrez y Jonathan Villagra, evidenciando la búsqueda de un diseño en la zaga más eficiente.

Falta de ritmo

En el mediocampo, el sello de la última gestión de Almirón fue la falta de ritmo apropiado de juego y la ausencia de generación constante de fútbol hacia los delanteros. El DT se cuadró siempre con Claudio Aquino y Arturo Vidal como titulares, aunque el desempeño de los experimentados no fue el esperado e incidieron en este cuadro de situación.

No pasó lo mismo con Esteban Pavez. Paulatinamente, el capitán albo fue desapareciendo de las formaciones titulares hasta ser relegado de forma definitiva, pues su rendimiento también fue bajo. Sólo Víctor Felipe Méndez se ganó un lugar en los último partidos, pero se esperaba que fuera antes, a raíz del ritmo mayor de juego y su productividad en la generación de asociaciones.

Poco en ataque

La gestión de Almirón en la línea de ataque únicamente se sostuvo por los aportes de Lucas Cepeda y Javier Correa. Sin destacar como en 2024, el también delantero de la Roja complicó siempre por su capacidad de disparo, goles y habilitaciones con riesgo para las defensas rivales.

El desempeño de Correa estuvo signado por las intermitencias, pero aún así se las arregló para estar hoy entre los goleadores del Campeonato Nacional, con nueve anotaciones. Cuando el argentino estuvo en buena forma, Almirón siempre lo incluyó en la titularidad y este le respondió cabalmente.

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La gran crítica al DT en el funcionamiento ofensivo fue la exclusión permanente de Francisco Marchant, considerando también el bajo cumplimento de los minutos disputados por lo jugadores Sub 21 en el torneo. El juvenil mostró velocidad, desequilibrio por dribling y asociaciones, pero nunca obtuvo mayor regularidad en la oncena inicial.

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