El último intento de López
Ante Coquimbo, los azules disputarán un duelo crucial por la permanencia y el DT dispuso un cambio profundo en el equipo. La principal variante toca la defensa y la dupla Osorio-Assadi.
Diego López afronta momentos cúlmines en la dirección técnica de Universidad de Chile. La información es que, en caso de un resultado desfavorable este miércoles contra Coquimbo, el DT uruguayo corre riesgo de dejar la conducción del plantel y planea un cambio posicional trascendente en la alineación.
Otro equipo
Los azules saldrán a la cancha del estadio Elías Figueroa con un sistema de juego inédito. La U se presentará con un esquema 1-3-6-1, una variante sorpresiva en medio de una situación extrema. El cuadro estudiantil se encuentra a solo un punto de la zona de descenso en la tabla de posiciones del Campeonato Nacional 2022 y cualquier traspié profundizaría la crisis.
Ante Coquimbo, la escuadra de López formará con Cristóbal Campos en el arco y el trío de zagueros estará compuesto por Álvaro Brun, Luis Casanova y Nery Domínguez. En la primera línea de volantes actuarán Yonathan Andía, Emmanuel Ojeda, Israel Poblete y Mauricio Morales. En ofensiva, Lucas Assadi y Darío Osorio serán la dupla de volantes creativos, respaldando a Ronnie Fernández, el único ariete.
Nuevo rumbo
La nueva organización posicional marca un quiebre respecto de lo mostrado con anterioridad por el DT durante su etapa en Chile. Previamente, el uruguayo empleó solo los sistemas 1-4-4-2 y 1-4-2-1-3, por lo que la presencia de tres zagueros en la última línea es una absoluta novedad.
Este lunes, López dispuso una serie de tareas defensivas de entrenamiento con Brun, Casanova y Domínguez como tridente de centrales. Las dudas que surgen, en torno a la nueva estructura defensiva, tienen de eje el retorno de Casanova. Tras superar un ruptura de ligamento cruzado, el ex Temuco recién estuvo en la banca en el 0-3 ante la UC, aunque ya completaba semanas de entrenamiento junto al plantel.
Impactos profundos
En la variante implementada por López, dos hechos tácticos llaman la atención. El primero tiene que ver con la configuración defensiva: lo factible es que en la protección de la portería de Campos, la última línea se organice con cinco hombres y el doble ‘6′ (Ojeda y Poblete) como primera línea de contención frente a las progresiones rivales. En total, un bloque de siete integrantes en busca evidentemente de la seguridad defensiva.
Lo otro guarda relación con el tridente ofensivo. El principal cambio consiste en la ubicación centralizada de Assadi y Osorio, un posicionamiento más en concordancia con sus orígenes de volante ofensivo o delantero retrasado. Seguramente, la expectativa de López es que los momentos de desequilibrio que aportan ambos Sub 20 adquieran mayor trascendencia en el eje de la cancha y a solo metros de la portería oponente.