El vínculo chileno de Vinicius: “Era bueno para el chiste y le gustaba que el resto bailara”
Carlos Morales conoció a los jugadores brasileños en un Sudamericano Sub 17. Vinicius, dice, era el más alegre. Lo volvió a ver en 2018 y hoy es un fanático más.
Era el 2017, cuando Carlos Morales (31) recibió un llamado desde la Corporación de Deportes de Rancagua. La institución le pidió al preparador físico que fuera el lazo entre la organización del Sudamericano Sub 17 y la delegación de dos selecciones: Bolivia y Brasil. Allí tuvo la oportunidad de conocer a varios futbolistas. Entre ellos, Vinicius, el héroe del Real Madrid en la Champions League.
“Tenía que encargarme del hotel, del traslado y de todo lo que requerían. Era vivir el fútbol desde adentro. Me tocó ver la concentración y son cosas que uno ni se imagina. En la primera reunión, Brasil solicitó autos, un camión gigante, buses y cerrar todo el piso del hotel. Fue chocante porque yo no tenía cómo cumplirlo. El coordinador me dijo ‘tranquilo, todo lo que yo te pida, me lo vas a dar porque somos un grande y tenemos dinero’. Era otro nivel”, recuerda Morales.
El comienzo fue duro, pero en el camino el chileno formó una relación cercana con los miembros del plantel: “Vinicius era buena onda, todo el tiempo tiraba chistes. Él andaba con la música para arriba y para abajo, y siempre tenía una gran disposición. Era muy alegre. Compartimos mucho porque cuando ganaban, llegaban felices. Era divertido. Incluso, cuando pasaron la final, hubo anécdotas”.
- ¿Qué pasó después de la semifinal?
- Estábamos en el camarín y Vinicius puso la música. Como yo había estado en Brasil poco tiempo antes, tenía toda la música en la cabeza y me sabía los pasos. Así que fui el primero que me animé a bailar al ritmo de él. Después se sumaron otros. Hay un video y Vinicius sale muerto de la risa. Estaban relajados.
- En ese momento no pertenecía al Real Madrid...
- Cuando llegó a Chile, tenía firmada una promesa de venta. Y cuando volvió, el club lo compró. Pese a eso, era tranquilo. En los entrenamientos se quedaban conversando con nosotros. Se generaron buenos lazos.
- ¿Lo volvió a ver después?
- En 2018 vinieron a jugar dos amistosos con la Sub 20 de Chile. Ya era distinto porque tenían guardias de seguridad. Era otro cuidado, pero como me conocían, me hicieron ingresar. En el camino me encontré a Vinicius y me saludó. Se acordaba. Le entregué mi camiseta y me la firmó. Tengo varias cosas firmadas por él: la camiseta de Brasil, una pelota y un polerón.
- ¿O sea celebró el gol ante Liverpool?
- Lo iba viendo en el celular y cuando lanzaron el centro, lo canté. Lo gritamos con mis cercanos. Lo viví como un hincha más.
- ¿Después del 2018 se perdió el contacto?
- Mantuve relación con la gente del área médica de Brasil. Hice buena amistad con ellos porque incluso jugamos un partido de fútbol en las canchas del ‘Tunga’ (González). Me ayudaron a hacer una pasantía en Botafogo durante tres semanas y después compartí con el kinesiólogo de Cruzeiro. Tengo contactos con la gente de Atlético Mineiro. Al final, me sirvió a nivel profesional.