“En Chile fui muy feliz, cada vez que vuelvo veo como crece el país... El cariño de la gente es algo que no se compra con dinero”

Dicen que el paso del tiempo es algo irremediable para todos, pero a Juan Manuel Olivera eso parece no pesarle y a sus 44 años se mantiene impecable. El ex delantero uruguayo fue una de las figuras en la despedida de Walter Montillo y por momentos provocó una nostalgia que pocas veces se ve en los hinchas de la Universidad de Chile.

Para los hinchas azules fue imposible no acordarse de su gol ante Unión Española en la final del Clausura 2009, el cual le dio la estrella número 13 a los universitarios. ‘Palote’ tuvo dos etapas en la U, en 2005 y posteriormente entre 2009 y 2010. Sus números hablan por sí solos, ya que en 92 partidos anotó 53 goles. Luego del memorable adiós de Montillo, Olivera se dio el tiempo de responder a las consultas de As.

- ¿Qué sintió en este reencuentro con la gente de la U? La gente lo ovacionó...

- Siento mucha felicidad. Por más que venga mil veces o dos, siempre es muy especial y lo disfruto muchísimo. Soy un agradecido de la hinchada de la U por cómo me tratan, no sólo cuando vengo a Chile, sino que cuando los encuentro en cualquier parte del mundo. Solamente tengo palabras de agradecimiento para ellos.

- El cariño se mantiene intacto pese a que ya han pasado más de 15 años desde su último partido en los azules. ¿Cómo se explica eso?

- Para mí es una satisfacción muy grande, imagínate. Que te sigan recordando y demostrando cariño a pesar del paso del tiempo, es algo que no se compra con dinero y soy un agradecido por poder vivir esto. Lo de hoy no me extraña, porque sé lo que es este club y esta hinchada.

- Como entrenador ya ha tenido la posibilidad de dirigir a Peñarol (como interino) y a Danubio. ¿Le gustaría llegar a la U en algún momento?

- Sí, pero para eso tienen que pasar muchas cosas. Me tengo que preparar y estar a la altura. Este es un club muy grande y merece que si algún día tengo la posibilidad de dirigirlo, sea estando preparado para que las cosas salgan bien.

- ¿Fue especial volver a Chile para usted?

- Sí, se me vienen muchos recuerdos a la cabeza. Ya había tenido la suerte de venir los últimos años también, pero ahora pude compartir con mi hijo. Él ya tiene 17 años y pudo ver todo el cariño de la gente, él no recordaba esto porque era muy chico cuando estuve como jugador. Ver crecer al país también es algo muy lindo, cada vez que vengo lo encuentro cambiado y es una cosa increíble.

- ¿Cambiado para mejor?

- Sí, para mejor. Como todos los países de Latinoamérica puede seguir mejorando y tiene muchas cosas para hacerlo, pero a mí me encanta venir acá y soy muy feliz cada vez que lo hago.

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- A esperar el llamado de algún equipo de acá entonces...

- Ojalá que sí y así poder tener la oportunidad de, hoy como entrenador, tener la puerta abierta de algún club, demostrar mi capacidad y crecer en el fútbol chileno.