“En Colo Colo gané dos títulos e hice muchos amigos... Hoy estoy lejos del fútbol y dedicado al mercado de valores”
“Yo operaba el mercado asiático por las noches y el mercado de Londres por la madrugada, y en el día estaba con el fútbol. Lo tenía escondido, hasta que un día me empezaron a salir manchas y tuve que decidir”, contó José “Mingo” Salcedo a AS.


AS Chile llega a las 15:30 horas de Paraguay al sexto piso del Edificio Atrium, ubicado en la Villa Morra de Asunción. Allí, con un jeans oscuro, una camisa de su nuevo trabajo y el cabello corto, está José Domingo Salcedo. Ex futbolista de Colo Colo y ahora experto en finanzas.
Con 41 años y alejado del fútbol, “Mingo”, que pasó por el “Cacique” entre 2008 y 2011, es el CEO de Smartum, un instituto técnico superior que está reconocido por el Ministerio de Educación y Ciencias.
Mientras una veintena de personas trabaja en la sala, Salcedo abre una de las oficinas de la empresa. Hay una pizarra, un computador, una mesa larga y una pantalla con múltiples gráficos: “Me estoy dedicando 100% al mercado de valores”, cuenta el paraguayo a este medio.
- ¿Cómo empezó todo esto, José Domingo?
- Es una pasión que surgió en el 2008, cuando estaba en Chile...
- ¿Ah? ¿Cuando estaba en Colo Colo?
- (Ríe) Sí, es una historia linda y rara. Nosotros viajábamos mucho y cuando nos daban el calendario, veía los días libres. Mi esposa y mi hija viajaban a Paraguay y yo me quedaba solo. Uno de esos días, me salió la públicidad típica y engañosa “con 100 dólares te puedes hacer rico”. Le di click, empecé a leer y ahí arrancó todo... La curiosidad, se volvió una constante, luego una pasión y hoy es mi estilo de vida.
- ¿Qué es lo que hace exactamente?
- Yo me dedico a la compra y venta de divisas, que es Forex (es la abreviatura de Foreign Exchange en inglés o cambio de divisas en español). También tenemos acciones y criptomonedas, pero yo particularmente comencé con el mercado de divisas hace 17 o 18 años.
- ¿Y qué le decían en Colo Colo?
- Lo tenía escondido, pocos sabían. En la concentración, cuando hay tiempo libre, se juega ping pong, juegos de carta, billar, videosjuegos o distintas distracciones... Mientras algunos hacían eso, yo estudiaba. Al principio perdí dinero porque pensé que era fácil, pero cada vez me generó más curiosidad, hasta que esos tiempos libres me ayudaron a entender el mercado. Al principio fui un autodidacta.
- Pero más de algún compañero le preguntó al respecto, ¿no?
- Mis compañeros me veían mirar gráficos y me preguntaban “paraguita, ¿qué está haciendo?” y yo les decía que estaba leyendo, pero en realidad ni yo sabía qué era. No entendía nada, hasta que fui leyendo libros. En Paraguay dije “bueno, no puedo seguir, tengo que empezar a ver bien el tema”. Me pagué una mentoría muy buena en Estados Unidos y me capacité con gente en Colombia y en España. Aquí conocí a mi socio (Manuel Grassi), con el que un día nos juntamos y comenzamos esto.
- O sea era futbolista de día e inversionista por las noches...
- Yo operaba el mercado asiático por las noches y el mercado de Londres por la madrugada, y en el día estaba con el fútbol. Lo tenía escondido, hasta que un día, cuando ya era entrenador, me empezaron a salir manchas en la cara y el cuerpo. Me mandé a ver y el médico me dijo que estaba con estrés y tenía que decidir si seguir en el fútbol o si seguir en el mercado de valores. Ya llevaba como 25 años en el fútbol, así que elegí lo segundo, que me dio libertad de tiempo.
La nueva vida de José Domingo Salcedo
- ¿Qué diferencias hay entre estos dos mundos?
- Estoy metido en esto de lunes a viernes, así que el fin de semana tengo tiempo de calidad con mi señora, mis hijos y mis amigos. El fútbol fue una etapa muy linda de mi vida y quise continuar porque soy entrenador recibido, scouting y analista de juego, pero hay cosas que no me gustaron. El fútbol va a mejorar en todo el mundo cuando el entrenador sea entrenador, el dirigente sea dirigente y a ambos se les deje cumplir el rol. Eso me desgastó y decidí salir. Hoy estoy alejado, tengo un trabajo que me encanta y comparto mucho más con la gente que quiero... Además, creo que es lo más cercano al fútbol.
- ¿Por qué?
- El fútbol es una droga que te destruye, te envejece, te golpea y no puedes dormir, pero tiene una adrenalina de cosas buenas que te hace seguir en pie. Esto es igual... Cuando entro al mercado, siento una adrenalina que me gusta. Todos los días busco situaciones.
- ¿Y económicamente, se puede equiparar?
- Sí, se puede superar incluso. Todo depende, pero en mi caso, bien. Yo vivo de esto y estoy acá. No extraño el fútbol, esto me da todo lo que necesito para estar tranquilo. Estoy muy bien.

- Usted dijo que iba a dirigir a Colo Colo sí o sí...
- Sí. Y ojo que no está descartado... Hoy estoy alejado, pero necesito extrañar al fútbol para volver a sentir lo que sentía antes.
- ¿A qué se refiere?
- Yo arranqué en el fútbol a los ocho años, hice todas las formativas, debuté a los 18 años y jugué mucho tiempo. Me retiré a los 37 años jugando... Un domingo en la noche me llamaron de Cerro Porteño y me dijeron “Mingo, necesitamos que te retires y vengas”. Les dije que estaban locos y que yo estaba activo, pero yo, como soy cerrista desde que nací, acepté. A los dos días estaba a las seis de la mañana con un silbato y sin tener idea de cómo arrancar. No paré hasta el 2023, no tuve tiempo después del retiro para extrañar esto y creo que eso me llevó a que me alejara del fútbol. Pero no sé qué ocurra en un año... Hoy estoy jugando con mis amigos y capaz que de a poco me entre el bichito.
- ¿Y qué recuerdos le quedan de su paso por Colo Colo?
- Tuve la suerte de ganar dos títulos y de hacer muchísimos amigos. Siempre hablo con Gonzalo Fierro, con “Kalule” (Rodrigo Meléndez), con Arturo (Sanhueza) y Rodolfo (Moya), entre otros. Me invitaron al partido de las leyendas y me dijeron que tengo hasta abril para ir... Estoy viendo si me dan los tiempos porque me encantaría ir. Lo deseo.
- ¿Cómo cree que reacionará el mundo de Colo Colo cuando se entere que usted cambió de rubro?
- No sé qué van a decir los hinchas, se van a reír. Ellos siempre me tienen como medio loco, algunos me decían “kamikaze”, pero creo que estarán contentos. Ellos van a a saber que estoy feliz y está bien...