“En Colo Colo he pedido que lo cuiden, porque no quiero que se chacotee como otros...”
Isaac Cárcamo, uno de los formadores de Francisco Marchant, cuenta detalles de la historia del joven: “Pocos tienen esa zurda”.
El inicio del 2025 ha sido muy bueno para Francisco Marchant (18). El puntero derecho firmó su primer contrato profesional con Colo Colo y subió al plantel de honor, con el que ya ha sumado minutos. En el Monumental le tienen mucha fe y así lo ha reconocido, por ejemplo, Arturo Vidal. “Ojo con él, es una máquina. Tiene talento y personalidad. Es calladito, pero entrena fuerte”, dijo hace unas semanas.
Marchant llegó al club cuando tenía siete años, proveniente de la Escuela de Colo Colo El Líbano, ubicada en Macul. Ahí, su formador fue Isaac Cárcamo, quien hasta hoy mantiene una relación cercana con el joven. “Él siempre fue distinto. Es un chico bajo perfil, pero con la pelota hace cosas diferentes... Cuando estuvo en la escuela, a la primera que pudimos, lo llevamos a una prueba y quedó altiro”, cuenta a AS.
- ¿Se notaba mucho la diferencia con los otros niños?
- Sí. Tanto así, que, apenas partían los partidos, le decíamos que le pegara desde la mitad de la cancha. Lo mismo hizo en la prueba en Colo Colo, marcó la diferencia... Después también lo pusieron de central y de arquero, y ahí notabas que era distinto. Don Luis Escudey, que en paz descanse, gestionó la prueba.
- ¿Siempre fue puntero?
- Más que ser puntero, siempre jugó en el medio. Era el volante que te creaba el juego, que tenía buena zurda y que le pegaba fuerte al arco. En nuestra escuela estuvo desde los cuatro años y a Colo Colo llegó a los siete, casi cumpliendo ocho.
- Previamente, usted me comentaba que sigue teniendo relación con Francisco...
- Sí, porque en algún momento lo ayudé con el tema de la representación. Hasta el día de hoy hablo con la mamá y lo asesoramos un poco. De repente la mamá tiene dudas, se acerca a conversar conmigo, y el papá lo mismo. Lo vamos a ver al estadio y los papás viajan a todos lados por él, desde el día uno.
- ¿Qué le parece el progreso que ha tenido Marchant?
- Tiene varios cambios. Por ejemplo, el físico... Ahora se le ha notado mucho en la masa muscular. Ya no es un chico flaquito, ahora tiene cuerpo de hombre.
- ¿Cuál diría que es su gran virtud dentro de la cancha?
- Su técnica para dirigir el balón y pegarle al arco. Son pocos los que tienen esa zurda. Es calladito, pero pásenle la pelota (ríe). El otro día, cuando entró como titular, se le notaba ese nerviosismo de no saber si pasarse a los rivales o tocar la pelota. Cuando se atrevió, altiro le pegaron su patada.
- ¿Qué le comenta él sobre su presente?
- De partida, estar con jugadores como Vidal, Correa y Aquino, que llegó siendo el mejor del fútbol argentino, marca un precedente importante. No lo dimensiona...
- Este año va a tener hartos minutos al ser Sub 21...
- Sí. Y al ser 2006, cumplirá doble. Yo creo que va a marcar más precedentes que, en este caso, Leandro Hernández. Yo lo único que he dicho en Colo Colo es ‘cuídenlo, por favor’, porque no quiero que se chacotee como otros jugadores que han estado y se les han subido los humitos a la cabeza.
- Usted lo cuida bastante. Le tiene un cariño especial...
- Sí, porque lo vi desde el primer día. Ahora, verlo debutar, en la cancha, entrenando sólo con el primer equipo y firmando su primer contrato profesional, me emociona.
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- ¿Qué futuro le ve?
- Si va por la línea que nosotros queremos, tiene harto futuro. Va a depender de él, porque aquí se meten las pololas, se enamoran... Igual, el club hizo algo bien especial, porque en su momento, cuando vieron que era un jugador de proyección, lo llevaron a vivir un rato a la Casa Alba, para tenerlo bien cuidado con la alimentación. Ahora volvió con los papás, pero Colo Colo le está buscando un lugar para que se establezca con su mamá. Quieren que esté tranquilo.
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