Entrevista AS
Es chileno, trabaja en Bolivia y espera llegar a la Selección: “Acá, la vida es más viable”
El PF nacional integra el staff de una recordada figura del fútbol altiplánico. Antes estuvo en otros tres clubes: “Tratan muy bien a los extranjeros”.
Hace seis años, Cristóbal Rivas dejó Chile para incursionar por primera vez en el fútbol de Bolivia. El preparador físico nacional, con pasos por Colo Colo, Iquique, Unión Española y Cobreloa, inició entonces un lazo que perdura hasta hoy. Trabajó en Aurora, Palmaflor, Royal Pari y hace unas semanas llegó a Always Ready, uno de los cuadro emergentes de la liga local, con reciente participación en la Copa Libertadores. Rivas es parte del staff de Julio César Baldivieso, ex figura de la selección altiplánica que hoy ejerce como DT en el torneo local. Desde La Paz, atendió a AS para repasar su etapa en el país limítrofe.
“Es una de las instituciones grandes que hay acá ahora en Bolivia. Tiene un centro de alto rendimiento maravilloso, con 40 habitaciones, cancha sintética. Todo lo que incluya la ciencia y la tecnología aplicada al deporte el club hoy lo tiene. Me llevo una grata sorpresa en esta institución modelo acá en Bolivia. Junto con Bolívar y The Strongest creo que son los grandes clubes hoy día en Bolivia” sostuvo Rivas.
- ¿Cómo surgió la chance de llegar al club?
- Yo trabajo hace rato con el profe Baldivieso, ex jugador de la selección acá. Estuve con él también en Medio Oriente, estuvimos en la selección de Palestina y también en un equipo allá. Aquí, en Bolivia hemos trabajado en varias oportunidades, en Aurora, Palmaflor. A principio de año estuvimos en Royal Pari, donde hicimos un buen torneo, jugamos la Copa Sudamericana. A raíz de este buen torneo, nos contrató Always Ready, que fue uno de los equipos que jugó la fase de grupos de la Libertadores. Así se gestó nuestra llegada acá.
- ¿Qué impresión se ha ido formando del fútbol boliviano?
- Que es una liga, desde el punto de vista del deportista, muy competitiva y muy complicada, porque te enfrentas a diferentes escenarios. Nosotros jugamos en El Alto, a 4.100 metros de altura, un poco más arriba de La Paz. Y te puede tocar ir a jugar a Tarija o a Santa Cruz, que es llano y humedad 100 por ciento, con altas temperaturas. De repente, te toca ir a una altura intermedia, como Cochabamba. Son muchas variantes, desde el punto de vista físico para el jugador, y ahí entra nuestra tarea, que es muy relevante.
- Como así…
- No es lo mismo la preparación que se desarrolla en la altura a la que hace un equipo que está en el llano. Es un campeonato interesante que propone una tarea importante para nosotros, los preparadores físicos. Es una liga competitiva, tiene muchos partidos durante el año. Cada campeonato tienes dos ruedas y juegas aproximadamente 30 partidos por torneo, así que te juegas muchos partidos en el año, porque a esto se agregan las copa internacionales y la Copa de Bolivia. Por lo general, estamos jugando alrededor de 58 partidos dentro de la liga.
- Harta pega tienen entonces los PF por allá…
- Claro, es un campeonato muy demandante. Se juega miércoles y domingo, es un campeonato complicado desde ese punto de vista.
- ¿Cuál es su percepción de cómo se desarrolla la preparación física en Bolivia?
- Hay profesionales capacitados, como en todos lados. Pero lamentablemente el tema institucional, que hoy no es mi realidad en Always Ready, es totalmente diferente. El tema de la formación acá es casi nulo, son pocos los lugares donde se está desarrollando. Bolívar, The Strongest, Oriente Petrolero, Always Ready, pero así como tal no existe la estructura que existe en Chile. A partir de ahí, llegan los jugadores al primer equipo con muchas falencias, desde el punto de vista físico, táctico, técnico. En lugares como Santa Cruz, principalmente, radican las escuelas de formación, está la academia Tahuichi. Hoy día, hay una academia que se llama Bolivia 2022, que forma jugadores también. Con una estructura muy parecida en la que hay en Chile, van nutriendo a casi todo el país de jugadores.
- ¿Es una labor doble entonces para el área de la condición física? Se encuentran con jugadores con deficiencias importantes.
- Sí, claro. Al futbolista boliviano, primero, hay que nivelarlo, hay que hacer un trabajo un poquito más formativo. Desde el punto físico, los perfiles antropométricos son muy elevados, porque no han trabajado fuerza. Desde el punto de vista cardiovascular, son de la altura y tienen eso, por su formación, pero hay que formarlos. A nosotros nos ha tocado llegar a muchos lugares, donde para que den el último paso a la primera división les lleva un tiempo a los muchachos. Hay que adaptarlos, formarlos para el fútbol. Acá hay una regla del Sub 20 también, que tiene que jugar todo el partido. A veces cuesta tener un jugador Sub 20 bien preparado.
- ¿Qué tal sus experiencias en los tres clubs anteriores por los que pasó? Estuvo en Aurora, Palmaflor y Royal Pari.
- Bien, bien, fueron etapas diferentes. A Aurora fuimos y lo salvamos del descenso. Es un equipo que tiene mucho arrastre junto Wilstermann en Cochabamba, pero desde el punto de vista dirigencial hay muchos equipos que tienen una estructura muy parecida a la que existía en Chile hace 20 años. Hay problemas económicos, muchas veces se convive con eso y no es lo ideal. Por ahí, el nuevo presidente del fútbol boliviano, el señor (Fernando) Costa, está queriendo profesionalizar más la actividad desde el punto de vista institucional. Yo creo que eso le va hacer muy bien al fútbol boliviano. No en todos, pero en la gran mayoría de los clubes, existe esa especie que existía antes en Chile, del “patrón de fundo”. No te pagan y se hace muy complicado en algunos lugares.
- ¿Cómo marcha la vida en La Paz? ¿Le costó al principio vivir a esa altitud?
- Estaba viviendo en Santa Cruz en el primer semestre y ahora me tocó venir a la Paz. Me adapto rápido, pero cuesta igual. Me costó un poco más que en Cochabamba y que en Sucre, que son alturas inferiores. Acá cuesta más, los dolores de cabeza, las secreciones nasales, a veces se te seca la nariz, es complicado el tema. Pero ya estoy acostumbrado. Lo mismo cuando subíamos a El Alto, hicimos la pretemporada un poco más abajo en La Paz, en un complejo deportivo que está a 3.300 metros. Pero cuando me tocaba subir a El Alto, a 4.100, sentía un poquito el malestar.
- ¿Ambientado completamente o no?
- Mira, La Paz es una capital, como otras en Sudamérica. Hay mucho tránsito sí, mucha congestión. Ahora, estamos viviendo en la zona sur, que es la mejor de La Paz. La vida ahí es tranquila, no tienes que salir hacia el centro ni nada. Solamente cuando tenemos que salir a entrenar a El Alto, queda un poco más lejos. La vida en general, y desde el punto de vista económico, está mejor que en Chile. La moneda no se ha modificado desde que vine por primera vez hace seis años. La moneda y el dólar tienen la misma paridad. La vida desde el punto de vista económica es más viable que lo que está en Chile. Y desde el punto de vista cultural, no hay problema, las comidas ya las conocemos, el boliviano es un tipo educado, que trata muy bien a los extranjeros. No hay ningún problema desde ese punto de vista.
- ¿Cuáles son sus expectativas ahí? ¿Estar un tiempo más o luego buscar un nuevo destino en otro país?
- Pelear el campeonato y si en algún momento se da escalar a la selección nacional acá. Si no, apuntar hacia México, esos son nuestros objetivos como cuerpo técnico. Ojalá en algún pudiéramos llegar al mercado mexicano.
- ¿Lo de acceder a la selección allá se acrecienta por el hecho de trabajar con Baldivieso? Fue gran figura como jugador en la escuadra boliviana.
- Sí, tenemos un buen equipo de trabajo. El profe Baldivieso es el técnico, después está de ayudante Rubén Tufiño, que también fue jugador y pasó por la selección. También está Marcelo Torrico que también fue arquero de la selección acá. Es toda gente conocida y con espaldas anchas aquí en Bolivia, así que son buenas las expectativas.
- ¿La posibilidad de volver a Chile a trabajar está descartada entonces?
- Nooo, está siempre abierta. Tuve una posibilidad cuando estaba trabajando en Royal Pari, me llamaron de Temuco, pero desde el punto de vista económico no me convenía. Por ahí también he tenido conversaciones, pero por ahora nada en concreto. Acá en Bolivia con el profe Valdivieso anda todo muy bien.