Entrevista AS
Es hijo de un campeón con la U y emerge en la B: “Mi papá me inculcó aprender de los grandes”
A John Valladares lo hizo debutar su padre homónimo, ex zaguero del cuadro azul, y ahora con el DT Miguel Ponce va logrando continuidad en Wanderers.
John Valladares es una de la interesantes apariciones en Santiago Wanderers en 2022. El puntero izquierdo, de 18 años, suma 12 partidos disputados en el Campeonato Ascenso (3 de titular) y también registró importante actividad en la Copa Chile. Es una de las promesas del elenco caturro y su historia en el primer equipo se inició cuando John, su padre homónimo y también ex lateral y central campeón en Universidad de Chile en 2000, lo hizo debutar ante Puerto Montt. Entonces, Valladares padre dirigió interinamente a la escuadra de Valparaíso.
“Estoy feliz de poder ganarme un puesto en el plantel profesional. Está la posibilidad de ir sumando minutos por la regla del jugador Sub 21. Me he sentido bien, conforme y lo que más desea uno de chico es debutar. Después de eso, he seguido entrenando y trabajando para ganarme un lugar en el plantel”, afirma Valladares a AS Chile.
- ¿Qué le ha parecido el fútbol profesional? ¿Ha sido cómo su padre le contaba?
- Me he encontrado con cosas distintas. Lo primero es que uno interactúa con jugadores mucho más grandes que en el fútbol formativo, se encuentra con otro ambiente. Uno compite día a día para ganarse un puesto y seguir jugando. Desde chico pensaba que estar en un plantel era lo mismo que estar en la juvenil, pero desde que me integré al plantel es súper diferente.
- ¿Cómo así?
- Uno tiene que estar siempre con las buenas vibras compitiendo, más siendo chico. Es que uno todavía está en un período de aprendizaje. Mi papá desde pequeño me inculcó que si uno tenía la posibilidad de llegar al plantel, tenía que prestar atención a los más grandes, ir aprendiendo, porque cuando uno es joven siempre se deja llevar. Me he encontrado con cosas nuevas en el plantel profesional, estoy aprendiendo día a día y tratando de mejorar.
- ¿Qué tal la experiencia del debut con su padre en la banca?
- Sí, fue especial. Hubo sentimientos encontrados, de padre e hijo. Pero igual lo vi de otra forma, con todo el sacrificio de llegar al lugar donde estoy y llegar a debutar. Si hubiera sido otro profe, de todas maneras me habría sentido feliz. Estaba súper contento, además en ese partido logramos la victoria en casa. Mis compañeros se portaron muy bien conmigo, durante toda la semana me dieron toda su confianza.
- ¿Cómo fueron eso días de entrenamiento también con su padre a cargo en forma interina de las prácticas?
- Mi papá no me había dirigido directamente antes. Cuando estuve en San Luis, él muchas veces estaba en la cancha cuando yo entrenaba. Cumplía un rol en el club. Ahora, cuando era chico y a veces mi papá estaba en la cancha durante los partidos, lo miraba para afuera y me ponía nervioso (ríe).
- ¿Y ahora?
- Fue distinto. Lo tomé como si fuera un profe más, con la seriedad que siempre tengo cuando estoy entrenando. Lo tomé súper normal hasta el día de mi debut.
- ¿Sentía que estaba cerca la posibilidad de acceder al fútbol profesional?
- Sí, más que todo, porque uno sabe que la oportunidad se puede dar a los 16, 17, 18 ó 19 años. Uno siempre tiene que estar preparado. Siento que todos pueden tener su oportunidad y puede ser a distintas edades en la etapa de formación. Uno tiene que aprovechar la opción, hacerlo de la mejor forma. Antes de esto, siempre hay que trabajar, porque a veces cuando uno menos lo espera puede tocar la posibilidad.
- ¿Siempre tuvo la idea de llegar al fútbol profesional a raíz de la actividad de su padre? ¿No tuvo otras inquietudes de más chico?
- Desde pequeño, siempre estuve ligado al fútbol. No fue directamente a un club profesional, porque mi papá fue jugador. Estuve en clubes de barrio, aprendiendo ahí a desenvolverme como jugador. Después, a los 12 ó 13 años, me incorporé a San Luis. Cuando mi papá jugaba, me llevaba a la cancha. Siempre ha estado esa sensación, ese gusto por el fútbol.
- Usted es zurdo como su padre. ¿Pensó en jugar como lateral izquierdo?
- La verdad es que siempre jugué del medio hacia arriba. Mi papá empezó en el mediocampo, pero después en el profesionalismo siempre jugó atrás, de lateral primero y luego de central. A mí, siempre me ha gustado atacar, hacer goles. Ese sentimiento de siempre buscar el gol, estar en el lugar donde se puede finalizar. Hoy, estoy jugando como delantero, empecé como volante y ahora estoy arriba.
- ¿Cuál es su situación en los estudios?
- El año pasado salí de cuarto medio. Me gustaría hacer un preuniversitario, porque mi papá siempre me ha guiado en el sentido de que uno igual debe tener una base que puede ser en los estudios, puede ser por ejemplo una carrera de dos años. Espero estudiar una y así ir complementándola con el fútbol.
- Recién parte en el fútbol, ¿qué expectativas tiene a mediano plazo?
- Mis ideas son seguir ganándome un lugar en el plantel. Ahora estoy en un equipo grande y me gustaría lograr el ascenso con Wanderers. Mis expectativas en este, que es mi primer año, son aprender las mayores cosas posibles sobre movimientos, cómo uno se puede desenvolver mejor en la cancha. Obvio que mis expectativas son altas, pero quiero ir aprendiendo de a poco. Recién estoy en el plantel y me falta mucho por recorrer.