Entrevistas AS
Estaba excluido en Primera y se fue: hoy lidera al equipo que sorprende en la B
Se inició en Huachipato, con el gran título de 2012, y actuó una década en la máxima división, pero optó por darle un giro a su carrera al llegar a Rangers: “Me vine altiro”.
Leonardo Povea ha sido una de las buenas figuras en el alza de Rangers, que ha hecho escalar a los talquinos hasta la tercera posición en el Campeonato Ascenso. El mediocampista ha realizado gran parte de su carrera en Primera División, pero en 2023 inició un ciclo nuevo y distinto. Tuvo que dejar sorpresivamente Copiapó, a comienzos de año, para lograr más protagonismo y continuidad. Lo está logrando en la B y conversó con AS desde Talca.
“Estamos súper cómodos, ya estamos todos instalados con la familia acá. La gente de la ciudad nos recibió súper bien, mis compañeros igual. Es un muy buen grupo, nos recibieron bien a todos los que llegamos. Igual estar cerca de la familia me ha hecho muy bien. Estuve un par de años en el norte y los veía súper poco y mi familia también está contenta por eso”, sostuvo Povea, quien surgió en Huachipato y también actuó en Universidad de Concepción, Antofagasta e Iquique.
- ¿Qué tal la experiencia de vivir en el norte el último tiempo?
- Fue complicado al principio por estar lejos de la familia. En mi familia somos todos muy apegados y al principio nos costó un poco, pero después uno se tiene que empezar a acostumbrar a esto. Tienes que dejar seres queridos y amigos de lado y ya después se transforma en algo constante. Puedes cambiarte cada año a una ciudad distinta y hay que acostumbrarse. Es complicado claro, pero conoces más ciudades, amigos, otros compañeros. En los meses que estuvimos en Antofagasta, pudimos hacer buenas amistades y después ya no fue tan difícil.
- ¿Su intención era volver a la zona centro sur del país?
- Sí, ya tenía ganas de volver al sur. En Copiapó no jugaba mucho, pero no estaba mal. El año pasado fui citado, jugué harto, pero este año ya no estaba siendo considerado por el técnico. Cuando se dio la oportunidad de venir para acá, no dudé ni un segundo. En dos o tres días, ya estaba acá. Tenía muchas ganas de jugar, ya sabía de parte del técnico (Héctor Almandoz) que no iba a ser considerado, que iba a estar muy difícil jugar. Apenas salió esto, me vine altiro.
- ¿Está conforme entonces?
-Mira, acá encontré la continuidad que no había tenido hace tiempo. Estoy contento, mi familia también. Debo seguir trabajando para sumar la mayor cantidad de puntos.
- ¿Se va insertando bien en la forma de juego de Giovagnoli? Es un técnico que dirigió en Primera División y tiene una trayectoria importante.
- Sí, creo que todos ya estamos agarrando la mano del ritmo del profe. Al principio nos costó un poco, en los primeros partidos creo que hubo algunos en que merecimos ganar y no fue así. Por lo menos ya pudimos sumar varios puntos y eso nos tiene muy contentos.
- Dijo que no tuvo continuidad últimamente. ¿Qué autocrítica hace?
- Al final el técnico es el que toma las decisiones, pero la mayor de las responsabilidades son de uno. Es obvio también que los técnicos tienen distintos gustos futbolísticos, pero si uno anda bien, si entrena bien, el técnico al final te empieza a ocupar. Creo que la responsabilidad de no jugar es de cada uno. Hay que entrenarse siempre al 100 por ciento, estar a disposición del técnico y, cuando te toca aportar, aportar al grupo, incluso desde afuera, como te toque. Estoy tranquilo por eso, porque cuando no me tocó jugar siempre apoyé a mis compañeros. Ahora, estoy teniendo la continuidad que esperaba hace algunos años y quiero aprovecharla al 100 por ciento.
- Su inicio en el fútbol estuvo marcado por el éxito. En su primera temporada profesional logró el título con Huachipato en 2012…
- Claro, en enero de ese año me subieron al primer equipo, fue Jorge Pellicer. Tuve la oportunidad de ir citado en algunos partidos y jugué solamente un partido, que fue en La Serena, cuando debuté. Fue el único partido que jugué en ese año. Fue una experiencia muy linda salir campeones justo después de llegar al primer equipo. Aproveché la chance y lo disfruté al máximo.
- Después de su aparición empezó a ser visto como el reemplazante de Lorenzo Reyes en Huachipato, quien luego del título partió al Betis de España…
- Mis inicios en el club fueron muy buenos. Claro, el 2012 no tuve mucha continuidad, pero después empecé a jugar más. Después de la salida de Pellicer, llegó Mario Salas y me dio confianza. Ahí empezó una linda etapa, estuve muchos años en Huachipato, el club que me formó. Al pasar los años, van pasando distintas cosas a nivel dirigencial, muchos cambios, y me costó tener continuidad. En mi último año allá, Gustavo Florentín me hizo jugar casi todo el segundo semestre y de ahí, como familia, tomamos la decisión de salir del club, por distintas cosas que no me parecía como se estaban manejando.
- ¿Fue una decisión difícil como jugador nacido en el club y con muchos años también en el plantel?
- Sí, fue complicado, es una de las decisiones futbolísticas que me ha costado mucho tomar. Tenía muchas ganas de seguir, pero había cosas que se me escapaban de las manos, no podía seguir aceptando situaciones que ocurrían en el club en ese momento, así que tomé la decisión de salir.
- ¿Tiene en mente volver a Huachipato en algún momento?
- Uno nunca sabe lo que puede pasar. Yo siempre voy a tener las puertas abiertas para volver, de parte mía. Si en algún momento ellos están interesados, pero por ahora lo veo un poco complicado.
- ¿Cómo fue esa transición de pasar de muchos años en Primera División a jugar en el Ascenso?
- Fue un tema complicado bajar de categoría, pero creo que fue una buena decisión. Dejé Antofagasta a mediados de año para ir a Iquique y llegué y empecé a jugar inmediatamente. Tengo muy lindos recuerdos de Iquique, de cómo me trató la gente. Un club espectacular, la gente muy cariñosa y, gracias a Dios, tuve la oportunidad de andar bien y jugar muchos partidos.
- ¿Brusco el cambio en cuanto a las formas de juego?
- No, no me costó tanto. Pensé que me iba a costar más, pero no fue tan difícil. Me adapté muy bien al club, hubo un par de jugadores que me ayudaron mucho también. El grupo en ese momento era muy bueno, había jugadores con experiencia que te recibían muy bien, te hacían el día a día muy bueno. Creo que fue una buena decisión.
- ¿Le atrae la posibilidad de retornar a un club de Concepción?
- Uno siempre quiere volver a la ciudad de la que uno salió. Soy de Los Ángeles, me fui a vivir a Talcahuano a los 14 años a una pensión, cuando me fui a Huachipato. Estuve ahí hasta un poco más de los 18 y después me fui a vivir con mi pareja y mi hija que estaba chiquitita.
- ¿Qué recuerdos tiene de esa etapa de su formación?
- La pensión estaba a dos cuadras del estadio CAP. Al final es como vivir con otra familia, estaba con compañeros de otras ciudades. Pasábamos todo el año juntos, solo viajaba los fines de semana a ver a mis papás. La tía de la pensión pasaba a ser como tu segunda mamá. Es un recuerdo muy lindo, hice muy buenos amigos con quienes hasta hoy tengo contacto. No todos llegaron a ser futbolistas, pero continúa el lazo con ellos.