“En Chile todavía se subestima bastante el nivel del fútbol boliviano... No cualquier jugador viene acá y rinde”
Carlos Villa partió en Temuco y luego emigró para desarrollar gran parte de su vida en el fútbol en el exterior: “Este año estuve en Cochabamba y conocí otras ciudades...”.
Carlos Villa tiene 24 años y su etapa en el fútbol chileno sólo incluye un paso por Deportes Temuco, en 2018. Luego, el zaguero inició un largo recorrido por el extranjero que hoy lo tiene en Cochabamba a la espera de fichar en algún club de Bolivia de cara a la segunda parte de la temporada actual. Previamente, el chileno actuó por el Mi Llajda en la Copa Simón Bolívar, certamen que otorga el paso a la Primera División local.
“Ha sido una experiencia enriquecedora en todo sentido tanto en lo personal como en lo futbolístico. Me ha tocado conocer culturas distintas y adaptarme a estructuras muy distintas a las que conocía. Por ejemplo, el 2023 estuve en Trinidad, una ciudad cerca de la Amazonía muy calurosa y eso cerca de la frontera con Brasil. Jugar con 37 grados todos los días te exige al máximo. Este año me ha tocado estar en Cochabamba y también conocer otras ciudades del país, y cada una con su identidad futbolística y cultural”, afirmó Villa a AS desde Bolivia.
- ¿Es muy distinto a Chile?
- Sí, claro. Allá puedes pasar del sur al norte y ver cambios de climas. Acá en Bolivia hay que sumarle el factor de la altura. Esto realmente lo cambia todo y te pone a prueba. La experiencia te abre la cabeza y te forma, no sólo como jugador sino también como persona.
- ¿Tiene muchas dificultades jugar allá, por la altura y los climas por ejemplo?
Sí, jugar en Bolivia te exige adaptarte a condiciones muy particulares, sobre todo si uno viene de una ciudad como Santiago donde no hay altura. Ya estar en Cochabamba, que es ahora donde estoy, te exige adaptarte. En el llano, hay otras dificultades, como puede ser el calor. En Trinidad, teníamos 37 grados y con sensación térmicas de 41 grados. Entrenábamos a las 6 de la mañana para poder soportarlo.
- ¿Otra cosa le llamó la atención en este plano?
Sí, el frío del Altiplano, que es algo que conocemos en Chile por el norte. Y está a la altura, al principio de ahogas y eso que yo igual llegué con dos meses de buen trabajo, entrenando con el Sifup en Santiago, pero igual la altura te pasa la cuenta. Luego vas sabiendo convivir con eso y la parte mental es importante también. A veces la cabeza te hace creer que no me puedes, pero ahí hay que ser fuerte. Tengo la suerte de contar con un gran trabajo psicológico detrás y eso me ha ayudado mucho a sostenerme y rendir. Acá no sólo juegas contra el rival, también es contra la altura, el clima, el cuerpo y la mente.
- ¿La percepción en Chile del fútbol boliviano puede ser equivocada? El nivel es más exigente del que creemos acá.
- Yo creo que en Chile todavía se subestima bastante el nivel del fútbol boliviano. La realidad es que acá hay jugadores de muy buen nivel, con condiciones físicas y técnicas que a mí me han sorprendido. Además, está siempre el tema de la altura que marca una diferencia importante. No cualquier jugador viene acá y rinde. Son condiciones que no todos no están preparados para enfrentar. El talento está y eso lo vemos todos los días. Por ejemplo, tuve la posibilidad de ser sparring en Wilstermann y estaba Alejandro Chumacero. Al verlo a él, nos dimos cuenta de la intensidad y de la calidad de algunos jugadores de acá. A veces en Chile se habla sin conocer, pero al ver el fútbol boliviano se constata que tiene mucho mejor nivel que el que se cree.
- ¿Se puede vivir con tranquilidad siendo futbolista en Bolivia?
- Sí, se puede. Obviamente que va a depender del club y la ciudad como pasa en cualquier país. Hay equipos serios con estructuras sólidas y se vive con bastante tranquilidad. El fútbol es muy respetado y en muchas regiones el fútbol es muy valorado, incluso admirado. El ritmo de la vida también es mucho más relajado en comparación a las grandes ciudades de Chile. En Bolivia se puede jugar y crecer si uno viene con la mentalidad correcta.
- ¿Qué esperas en el futuro inmediato allá?
- En este momento estoy totalmente enfocado en seguir explotando mi carrera como futbolista. Siento que estoy en un buen momento tanto en lo físico como en lo mental. Estoy trabajando con un equipo de trabajo con un psicólogo, un kinesiólogo y una nutricionista. También trabajo con un preparador físico con quien hacemos dobles jornadas de entrenamiento. Eso me ha permitido cuidarme y mantener una disciplina. Hoy mi meta es seguir consolidándome en Bolivia que para mí es un lugar real de crecimiento.
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- ¿Mira también hacia Chile?
- Claro, a largo plazo me gustaría llegar a algún equipo. Tengo también el sueño de todos los futbolistas del país, ojalá algún día poder llegar a la Selección chilena. Estoy contento con el camino que he recorrido, pero siento que esto recién comienza. Espero que todo lo estoy construyendo me sirva para cuando puedan llegar mayores oportunidades. Mi idea es seguir trabajando y mejorando todos los días.