Estuvo castigado 4 años y llega a la B: “Desapareció mucha gente”

En el año 2016, Claudio Abarca (29), por ese entonces arquero de General Velásquez, fue protagonista de una acción brutal. En medio de un partido le pegó una patada en el rostro a Diego Díaz, jugador de Estación Central, y le provocó una fractura de mandíbula. De un día para otro, sus sueños parecieron truncarse tras recibir cuatro años de castigo.

“Fue complicado. Me apoyé mucho en mi familia, en mi pareja, eso fue fundamental. Jamás he sido agresivo, nunca había tenido un altercado o una expulsión, esa fue la única roja de mi carrera. Pese a todo, tenía claro que tenía que seguir intentando. Sabía que tenía las condiciones para estar más arriba”, cuenta en diálogo con AS.

- ¿Qué hizo durante los años de suspensión?

- Esto fue en septiembre y en enero me fui a Venezuela a jugar por UCV, de la Primera B de allá. Fue muy gratificante e intenso. El fútbol es mucho mejor de lo que imaginaba, pero me volví porque el país estaba complicado. Después firmé en La Pintana de Tercera B y ahí me reinserté. Tras la pandemia, Eduardo Lobos me llevó a Iberia. Después estuve en Rodelindo Román y ahora en Real San Joaquín.

- ¿Nunca pensó en dejar el fútbol?

- La verdad es que nunca lo pensé. Sabía que sería complicado, porque las puertas se van cerrando, también las ventanas, pero sabía que algo se me iba a dar y así fue. Hubo momentos en que muchos se quedan con la imagen que salió en los medios más que averiguar. Los entrenadores que me apoyaron son los que me formaron, como Lester Lacroix, que fue el que me llevó a General Velásquez. Claro que también desapareció mucha gente.

- Por todo lo que debió pasar en estos años, ¿qué significa dar el salto desde la Segunda División a la B?

- Es gratificante, porque esto en en base a puro esfuerzo. A pesar de todo nunca bajé los brazos y seguí intentándolo. No quise desaprovechar esta chance y tomé la decisión. En San Marcos me dijeron que estaba hace mucho en carpeta y no se había dado, pero ahora salió (Brayan) Manosalva y todo se concretó.

- ¿Qué objetivos tiene para esta nueva etapa?

- Lo primero es adaptarme al nivel de esta categoría y después estar en Primera, pero antes debo adaptarme al grupo, porque la B es distinto a jugar en Segunda División Profesional. Quiero sumar desde donde me toque y buscar mi renovación, porque firmé hasta diciembre.

- ¿Cómo ve a San Marcos para lo que queda de torneo?

- Es un equipo tremendo. Con Iquique fui al estadio y verlo en vivo es otra cosa. Hay un estilo agresivo, de buen trato de balón, siempre se busca salir jugando y hay transiciones rápidas. Vamos a dar la sorpresa.

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