Ex figuras de la Roja revelan detalles inéditos del Dublinazo: “Uno se escondió detrás de la cortina”

En mayo de 2006 la Roja venció por 1-0 a la República de Irlanda, en el primero de los amistosos de una gira por Europa. Manuel Iturra marcó el único gol del partido y le dio el triunfo a la Selección dirigida por Nelson Acosta.

La concentración de la escuadra nacional se llenó de alegría, tanto así, que algunos seleccionados se pasaron con la celebración y llevaron mujeres a las habitaciones del hotel la misma noche del triunfo.

Durante la madrugada del 26 de mayo, “Don Nelson” se percató de lo ocurrido. “Escuché voces de mujeres y paré. Cuando entramos a la pieza, que tenía la puerta arrimada, vimos que había tres mujeres, dos sentadas en la cama y otra en una silla, y dos jugadores con vasos en la mano”, dijo en esa instancia.

Los involucrados fueron Luis Jiménez y Reinaldo Navia. Sin embargo, en una distendida conversación, el ex ‘10′ de Palestino, Jorge “Kike” Acuña y Carlos Villanueva revelaron detalles inéditos sobre este hecho de indisciplina, que tendría a más involucrados.

“Yo me acuerdo que estaba en la esquina de la habitación con un cigarro. Tú (Jimémez) estabas tirado en la cama y entra el Pelao, perdón, Don Nelson y dice ‘dónde están las minas’ y se mete al baño y corre la cortina, para ver si las teníamos ahí y después buscó por debajo de la cama, y era de los colchones que queda poco espacio”, dijo Aucña en el programa Dos 10 son mejor que uno en Youtube.

“Ahí recién supimos, gracias a Dios no sabíamos, porque hubiéramos estado ahí a lo mejor… yo estaba sobrio”, agregó Kike entre risas.

El cuarto involucrado

Villanueva complementó: “sin dar nombre, sin dar nombres, dicen por ahí que había un tercero y un cuarto, que zafaron, que se salvaron del Dublinazo”.

El “Mago” Jiménez también dio su versión de los hechos. “Yo sabía de un tercero… Dice la historia que cuando va saliendo el tercero en cuestión de la habitación, se encuentra con los profes y le dice ‘profe yo les dije que no y no me hicieron caso’ y se fue. Lo dejaron pasar. Fue un cuevazo”.

“Cuando supimos todo esto fuimos a la pieza, yo fui a mirar cómo estaban las cosas. Entramos, había una cortina y el cuarto estaba escondido detrás de la cortina y se le veían los puros deditos, no es mentira, hay un cuarto muchacho, que es muy simpático”, cerró Acuña.