Fue campeón con Cobresal, se radicó en El Salvador y hoy trabaja en minería: “Siempre quise estudiar”
Lino Maldonado fue partícipe del título ganado en 2015. Se retiró a los 32 años: “Tuve muchas lesiones. Los cuestionamientos me afectaron”.


Cobresal está a sólo un triunfo de volver a festejar un título de Primera División. El cuadro minero quiere repetir la hazaña conseguida en el Clausura 2015, cuando alcanzó los 34 puntos y dejó en segundo lugar a Colo Colo, causando sorpresa. Lino Maldonado (33), ex atacante, integró ese recordado plantel, donde compartió con recordadas figuras como Nicolás Peric, Víctor Hugo Sarabia o Éver Cantero.
“Fue una etapa bien bonita, aunque no me tocó ser protagonista”, dice el hoy retirado futbolista, en diálogo con AS. “Yo me corté el ligamento cruzado a mediados de 2014 y mi recuperación fue lenta. De hecho, ese año que fuimos campeones, estuve hasta la penúltima fecha tratando de recuperarme, que fue el partido donde salimos campeones. Viví el título más alejado, pero con mucha ilusión”, explica.
Maldonado, aquejado por las lesiones, se retiró en 2022, tras un breve paso por Deportes Recoleta. Tras eso, se radicó en El Salvador junto a su familia y hoy trabaja en la minería: “Me fui a Santiago, pero mi familia no se acostumbró. Mi señora y mis dos hijos son de acá, crecieron acá, y allá no es la misma vida. Decidimos que yo iba a continuar en Santiago, pero cuando los venía a ver al norte estaba muy poco tiempo con ellos”.
- Y eso lo hizo decidirse por volver a El Salvador...
- Sí, es que en una de esas visitas a El Salvador, hubo gente que me preguntó en qué estaba trabajando y si quería que ellos me ayudaran a conseguir algo allá. Yo había estudiado administración de empresas. Al final, logré entrar a Codelco, me vine y me radiqué acá.
- Imagino que el ritmo de vida de Santiago fue demasiado estrés para su familia.
- Claro, si tú conoces El Salvador, las casas no tienen rejas, todos se conocen, todos se saludan, los niños se vienen del colegio caminando a la casa. Y en Santiago es todo lo contrario. Mi señora y mis dos hijos pasaban todo el día encerrados y tenían que esperar que llegara yo para salir un rato al parque. Además, en ese tiempo hubo un alza de portonazos también. Hay mucha delincuencia. Y ellos no se acostumbraron, así que optamos porque se vinieran a El Salvador, para que mis hijos, sobre todo, pudieran desarrollarse.
- ¿Su retiro fue apresurado o ya lo tenía pensado?
- No estuvo planeado, fue por circunstancias. Tuve muchas lesiones. El último año que estuve en Cobresal, por ejemplo, tuve puras lesiones. Después, un representante me dejó tirado. Se suponía que yo estaba listo en Santa Cruz, pero me dijo que todo se había caído a última hora y los clubes ya estaban listos. Así que, en 2021 si no me equivoco, el profe Gustavo (Huerta) me invitó a entrenar y así estuve seis meses, hasta que salió lo de Recoleta. Pero allá jugué sólo un partido y me lesioné. Ya no tenía ganas de entrenar, además me empezaron a cuestionar y eso me afectó mucho. Le dije a mi señora que lo mejor era dar un paso al costado, antes de terminar mal mi carrera. Quizás nunca deslumbré, pero siempre fui un jugador que se mantuvo estable.
- ¿Estudiar siempre estuvo en sus planes?
- Sí, siempre tuve ganas de estudiar. Yo tenía presupuestado retirarme a los 36 o 36 años, y ya trataba de ver que iba a hacer más adelante. Como las lesiones me empezaron a llegar antes, me puse a estudiar. Hoy no estoy trabajando en lo que estudié, eso sí, pero pretendo establecerme bien acá y quizás estudiar otra cosa, más relacionada al rubro minero, que es donde estoy ahora.
- Me dice que vivió el título de 2015 con más lejanía, pero jugó en la última fecha ante Unión.
- Tengo que agradecerle al profe Dalcio (Giovagnoli) porque él tuvo un acto simbólico conmigo y me citó a ese partido, que fue el último del torneo. Yo todavía estaba cojo, pero él me dijo que quería que yo fuera partícipe y me hizo jugar. Fue un gesto muy bonito, por todo lo que me tocó pasar. Pero estuve contento, porque fue la primera copa. El año anterior ya habíamos clasificado a Sudamericana, que era algo grande, así que imagínate conseguir un título e ir a la Libertadores. Es una de las cosas más lindas que viví en el fútbol.
- ¿Cómo es el hincha de Cobresal?
- El hincha es apasionado, pero respetuoso. Uno sale, va al súper y te encuentras con mucha gente, te saludan, te preguntan cómo estás. El fanático es leal, son pocos pero buenos, siempre están ahí. Son 300, 400 personas que siempre están. Bueno, ahora con la U se vieron más, porque vinieron de otros lados. Hay mucha gente que migra de acá y para partidos importantes vuelven. Pero el hincha, como te digo, en general es cariñoso y uno intenta retribuir eso en la cancha.
- Gustavo Huerta ha sido, sin duda, fundamental en el buen nivel mostrado durante los últimos años. ¿Qué podría decir de él?
- Al profe lo conozco de 2017, cuando llegó acá. Estuve hasta 2021 con él. Es alguien que te dice las cosas claras, no va a medias tintas, le gustan las cosas derechas. Es un profesional. Sólo tengo agradecimiento hacia él. Es alguien que conoce la ciudad, porque salió de acá, sabe qué tipo de jugador necesita el club. Yo creo que lo más difícil de estar en Cobresal es hacer que el jugador se sienta cómodo en la ciudad, mantenerlo contento, y ahí el profe ha hecho un trabajo importante. Ha sido un proceso y eso en los clubes hoy no se respeta. Lo que ha marcado la diferencia es que, si te fijas, la mayoría de los jugadores llevan dos años o más juntos.
- ¿Y ahora cómo ha vivido este campeonato?
- Lo he vivido como un hincha más. Mi hija tiene 10 años y ha vivido casi toda su vida en El Salvador. Yo le digo que ella tiene que ser de Cobresal. Para mí es importante crear identidad, que la gente de la zona sea del club. Encuentro feo que personas acá anden con la camiseta de Colo Colo o de la U, si al final, la base de los clubes es su gente y eso es importante. Trato de que mis hijos se sientan identificados con su ciudad. Además que el club me permitió desarrollarme como futbolista y como persona, que es aún más importante.
- ¿Qué jugadores destacaría en la actual campaña?
- Hay varios. Tendría que ir por puesto. Jorquera lleva mucho tiempo haciéndolo bien. Camargo es un jugador de experiencia, alguien muy útil para cualquier equipo. Mesías, que es del club, te marca diferencias, es alguien muy técnico, como demostró ante la U. García ha sido uno de los que ha sostenido la campaña. Leo Valencia volvió a ser lo que fue en algún minuto, siento que la ciudad lo ayudó a mentalizarse y retomar su nivel, por algo estuvo en la Selección y en equipos grandes. Y es meritorio porque el campeonato que ganamos nosotros fue de medio año, este es un torneo largo y el plantel es corto, son 14 o 15 jugadores los que se han llevado el peso de la campaña. Espero que se resuelva de la mejor manera nomás y Cobresal pueda ser campeón.
