Fue campeón con la U, tiene 23 años y está sin club: “Pensé en el retiro”

Una difícil situación atraviesa Benjamín Mirelis (23). El defensor, formado en Universidad de Chile y que el último año se desempeñó en Deportes Colina de la Tercera División, no podrá continuar en el Gigante de Chacabuco, ya que este próximo 23 de marzo cumplirá 24 años y superará el límite de edad permitido para pertenecer a la institución: “El plantel es del año 2000. Estoy viendo si sale algún club en Segunda, que es el mercado que aún está abierto”.

El zaguero dejó el Centro Deportivo Azul en 2019, para partir a Iberia. Allí estuvo dos años. Luego, en 2021 quedó sin club y vivió momentos de incertidumbre. Sin embargo, un año después, Colina lo rescató: “Siento que ahí me reencanté con el fútbol”, dice, en diálogo con AS. Mirelis fue parte, incluso, del primer equipo del Romántico Viajero en 2017.

- ¿Siente que su paso por Iberia y Colina le sirvió? ¿Mejoró como jugador?

- Sí, y creo que en Deportes Iberia crecí como persona. Es importante también tener una experiencia lejos de la familia, lejos de Santiago, saber sobrevivir… fue eso, una época de sobrevivencia, más que todo. Lo de Deportes Colina salió a último minuto, yo había estado todo 2021 sin jugar entonces, como te decía, siento que ahí me volví a reencantar con el fútbol.

- ¿Pensó en el retiro ese 2021?

- Pensé en el retiro. En 2021 estuve sin jugar por distintos hechos. En 2020 perdí lugar los últimos meses, y eso repercutió. Intenté buscar una oportunidad en Estados Unidos luego… pero sí, pensé en dejar el fútbol. Hasta que apareció Deportes Colina, que fue la mejor decisión que pude tomar.

- ¿Dónde intentó jugar en Estados Unidos?

- Fui a Nueva York, porque supe de una beca de estudios allá, donde además se podía jugar fútbol, pero no pudo ser, porque ya había jugado fútbol profesional en Chile, y el campeonato allá es amateur. Fui a un equipo que se llama Black Rock, de la USL League Two, la cuarta división del país. Entonces, ellos tenían que pasarme de profesional a amateur, y el proceso demoraba un poco más de lo que ellos habían estimado. Mi idea original era jugar ese campeonato, que al final, es como un torneo de verano, luego seguir por allá, probarme en algún equipo, algo así.

- ¿Cómo recuerda sus inicios en el fútbol?

- Mi primer recuerdo es en el colegio. Ahí partí jugando, en los talleres de fútbol. Hasta que a mi hermano se le ocurrió la idea de ir a probarse a Barnechea, él encontró la prueba y mi papá y yo lo acompañamos. Logramos hablar con el DT ahí y me dicen que la Sub 13 partía entrenando la próxima semana. El técnico era ‘Tomatín’ Rojas, y el me dejó. Esos fueron mis inicios.

- ¿Y en qué momento llega a la U?

- Estando en la Sub 14 de Barnechea, terminando el verano, me llama la U para ir a jugar un Mundialito en Valdivia, que es bien conocido… Para ir a préstamo, con opciones de seguir si lo hacía bien. Hablé con mi papá y me decía que no le parecía mucho el tema de los horarios, porque yo tenía que estudiar y vivía, y aún vivo en Lo Barnechea, entonces el pique de ahí a La Cisterna no es menor (ríe). Así que, al final, me dijo “¿sabís qué? Si sigues jugando así de bien, te van a llamar de nuevo pronto… y sino, bueno, la cagamos nomás” (ríe). Así pasé toda la Sub 15 en Barnechea, con el miedo de que no me llamaran de nuevo, pero sí lo hicieron. A fin de año la U me contactó, compró mis derechos de formación y me integré a la Sub 16.

- ¿Cómo fue pasar de Barnechea al Centro Deportivo Azul?

- Fue maravilloso, era otra cosa comparada a lo que yo conocía en Barnechea. Allí no teníamos ropa, a veces ni siquiera canchas para entrenar. Había que hacer una cuota entre todos para arrendar algo, o nos tocaba entrenar en el Parque Araucano. Y en el CDA todas las canchas son una mesa de billar, tienes gimnasio, profesionales que se ocupan de ti, todo, era de excelencia.

- ¿Cómo recuerda su paso por la U?

- Bien, la verdad es que con mucho cariño. Dejé varios amigos, que ya casi todos están en otros lados. Fue un período muy enriquecedor y, pucha, es el manso equipo la verdad (ríe), me marcó y siempre va a ser importante en esta carrera de futbolista que aún seguimos intentando.

- Usted fue campeón en la Sub 16 con jugadores como Cristóbal Campos, Nicolás Guerra, Esteban Valencia... Era una gran generación.

- Claro, éramos dirigidos por el ‘Pepe’ Díaz. Como dices tú, estaban Cristóbal, Nicolás, Esteban... también Brayan Garrido. Había muy buenos jugadores en ese equipo. Éramos todos unidos, nos juntábamos todos con todos y eso quedaba demostrado en la cancha. Siento que eso es esencial. Hasta hoy tengo contacto con varios.

- ¿Le gustaría regresar en algún minuto?

- Me encantaría. Yo estuve un año en el primer equipo y soy hincha de la U, fanático del club. Obvio que sí, me gustaría regresar, hacer carrera en la U, ganar un título.

- Si es que no encuentra club, ¿qué piensa hacer?

- Bueno, si eso pasa, tengo pensado estudiar. Me gustaría ser preparador físico o algo similar, para seguir ligado al deporte.

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