Fue campeón en Chile con la UC y ahora dio un vuelco a su vida: “Al principio costó... Hoy estoy feliz”

David Llanos (36) es recordado hasta hoy por los hinchas de Universidad Católica. El delantero fue crucial en el título del Clausura 2016, con un gol y una asistencia en el triunfo por 2-1 ante Audax Italiano en la última fecha, un resultado que consagró campeón a los Cruzados y que terminó con una negativa racha de segundos lugares.

Hoy, Llanos está alejado del profesionalismo. Hace más de dos años que salió de su último equipo, Deportes Santa Cruz, y se ha enfocado en proyectos personales, como la escuela de fútbol de la UC que lidera en Talcahuano o su incursión reciente en el fútbol 7. Incluso, acaba de disputar la Copa Libertadores de la disciplina, en Lima.

“Yo estaba en el sur por temas de trabajo, y me llamó Tigres de Acero, un equipo de Concepción que quería que me sumara. Ya ubicaba a un par de compañeros, que me hablaron de la posibilidad de ir a la Copa Libertadores en Perú, entonces igual me interesó. Me puse a entrenar con ellos, y ha sido una bonita experiencia, nunca había tenido la chance de jugar fútbol 7 a nivel internacional", revela Llanos.

- ¿El nivel era bueno en la Copa Libertadores?

- Sí, el nivel que había era bueno, había equipos brasileños, argentinos, los de Perú también. Nosotros llegamos a cuartos de final. Creo que si nos hubiésemos preparado más, habríamos sido campeones.

- ¿Hay mucha diferencia entre jugar fútbol profesional y fútbol 7?

- Hay harta diferencia. En el fútbol 7 estás en constante movimiento, por lo mismo, los tiempos son cortos, sólo duran 22 minutos por lado. Es muy intenso y por eso también hay hartos cambios. Tienes que estar siempre moviéndote. En el fútbol, generalmente, el ritmo es más lento.

- Y en temas organizativos, ¿cómo era? ¿Cada club costeaba sus gastos?

Según entiendo, el equipo que gana la Copa Libertadores se queda con el derecho de que la organización le pague todo. Pero, en este caso, fueron los dirigentes de Tigres de Acero los que se hicieron responsables del hospedaje, la comida y todo.

- ¿Había otros exfutbolistas profesionales en el torneo?

- Sí, recuerdo que en el primer partido hice dos goles, y quienes cubrían el torneo me fueron a entrevistar. Ahí alguien les comentó que yo era exfutbolista profesional y quedaron sorprendidos. Después el entrevistador me decía que en el equipo rival igual había un par de jugadores que habían pasado por el profesionalismo, pero no sé quiénes eran.

- Su último equipo fue Deportes Santa Cruz, hace más de dos años. ¿Ya cerró definitivamente la etapa del fútbol profesional?

- No sé si está cerrada, pero igual estoy enfocado en otras cosas ahora. Tengo mi escuela de fútbol de la UC en Talcahuano, a la que le dedico harto tiempo. Pero no cierro las puertas, si llega algo, bienvenido. Las ganas siempre van a estar. Y lo bueno es que me mantengo entrenando, con gimnasio, ahora en el fútbol 7, que tenemos práctica un par de veces a la semana.

- ¿Y cómo ha sido esta etapa de su vida fuera del fútbol?

- Ha sido buena. Al principio me costó, porque no estaba acostumbrado a eso, pero con el tiempo he tratado de adaptarme a lo que venga. En ese sentido, no he tenido muchos problemas.

- Entonces, ¿tampoco le quita el sueño volver a jugar fútbol profesional?

- Claro, porque no es que esté cien por ciento pensando en eso, pero si me llega la oportunidad… Y depende de dónde sea, si es bueno, si realmente me apasiona.

- ¿Qué proyectos tiene próximamente?

- Quiero estudiar, me gustaría sacar la carrera de director técnico, yo creo que el próximo año ya estaré en eso. Y seguir con la escuela acá, obvio, seguir jugando también. En estos momentos me siento bien, mental y físicamente. Estoy feliz, contento.

- ¿Le gustaría llegar a dirigir en Primera?

- No sé si me veo siendo el entrenador principal, la verdad. Quizás me gustaría más la labor de ayudante técnico. Empezar por ahí y, claro, en categorías menores.