Fue compañero de Valdivia en Palmeiras y hoy lo recuerda: “Estaba para ser un jugador top en Europa”

Palmeiras vive actualmente uno de los mejores momentos de su historia, donde es vigente campeón del Brasileirao tras haber ganado la Copa Libertadores en dos oportunidades y de forma consecutiva. Antes de la gloriosa época encabezada por el técnico Abel Ferreira, hubo un portero que en la última década completó 274 partidos, ganando la Serie B, la Copa de Brasil y el Brasileirao en dos oportunidades: Fernando Prass.

“Jugué casi 300 partidos y terminó siendo el club que más me marcó. Fue donde estuve más tiempo”, comenzó diciendo en diálogo con AS. Actualmente se encuentra trabajando en ESPN Brasil y, además de repasar parte de su carrera, tuvo palabras para un chileno que fue compañero suyo en el ‘Verdao’.

- En Palmeiras fue compañero de Jorge Valdivia.

- ¡El Mago! Dentro de los futbolistas con los que jugué, es uno de los de mayor calidad técnica. Su capacidad técnica era notable. Es una pena que Valdivia demoró en entender el nuevo fútbol. Cuando comencé a jugar, uno no necesitaba ser un atleta, eras jugador de fútbol. Tiempo después, hubo que convertirse en deportista y entrenar mucho. Hoy, el jugador no es solo atleta las cuatro o cinco horas que pasa en el club. Eso es el mínimo. Hoy, la diferencia está en lo que haces en esas 20 horas fuera del club, porque dentro todos entrenan igual, tienen GPS, ven cuántos kilómetros corres y a qué intensidad.

- Es lo que pasa con el fútbol, que va cambiando con el paso de los años.

- Si no me equivoco fue el 2014 o hacia el 2015 que Valdivia tuvo ese despertar y comenzó a tener una vida extremamente regulada fue del campo de juego. Solo que, obvio, por la edad que ya tenía (N. de la R.: 32 años), no había el tiempo necesario para alcanzar lo que yo, por lo menos, veía en él potencialmente. Valdivia estaba para ser un jugador top en clubes de Europa por las cualidades técnicas que tenía. Se demoró un poco en percibir que lo de fuera del campo influenciaba mucho.

-¿Técnicamente qué era lo que más le llamaba la atención de Valdivia?

- El dominio del balón, el control sobre la pelota y el entendimiento del juego. Generalmente nosotros veíamos a Valdivia dar pases que pillaban de sorpresa a nuestros compañeros porque no imaginaban que él ya estaba viendo la jugada. Y por estar con tener la bola y ver al mismo tiempo lo que pasaba a su espalda, algo que otros no veían. Él para lanzar pases, pensaba dos o tres segundos antes y muchas veces los de adelante no estaban preparados para recibir. La percepción futbolística que tenía, además de su capacidad técnica, eran impresionantes.

- ¿Cómo se explica que en un país con tanto talento, haya destacado un ‘10′ chileno?

- Es que el talento no tiene nacionalidad. Acá hay 220 millones de habitantes y es natural, por ser el principal deporte, que se formen más jugadores de gran calidad. Pero hay calidad en Argentina, Uruguay, Colombia, Paraguay, Chile... Valdivia encajó en Brasil por su calidad técnica y porque tiene un poco la irreverencia del brasilero, como las celebraciones, el ‘chororo’ o el amague de remate al aire que hacía. Al fanático brasilero le gustan esas características que tiene él, la calidad técnica e irreverencia. Por eso le tienen cariño.

- ¿Algún recuerdo con Valdivia?

- Tiene algunas graciosas. Yo no estaba aquí. Hay una en donde se lesiona por hacer el amague de rematar. Tiene otra en la que le hace un gol a Rogerio Ceni en el clásico con Sao Paulo, donde iba a celebrar el gol con los hinchas y vuelve para atravesar la cancha para pasar por al frente de Rogerio, que le lanzó una patada (que no le dio). Valdivia era muy polémico.

- ¿Alguna anécdota juntos?

- Sí. Una vez el presidente del club rompió relaciones con la torcida organizada de Palmeiras. Y en Argentina tuvimos un problema. Era mi primer partido internacional con el club, contra Tigre. Los hinchas estaban alegándole a Valdivia, porque les había hecho un gesto obsceno. La hinchada quedó dolida y en el aeropuerto argentino entraron para buscar a Valdivia. Yo me preguntaba dónde estaba él. Cuando lo ven, saltan unos 20 o 30 a pegarle. Nosotros, sus compañeros, nos levantamos e hicimos un cordón para aislarlo. Ahí la seguridad de Palmeiras se llevó a Valdivia a una esquina y como la hinchada no logró llegar a su objetivo, empezaron a lanzar cosas. Una de ellas me llega en la cabeza, arriba de la oreja y me hace un corte. Todo por dármelas de seguridad de Valdivia... ¡y él tan tranquilo en una esquina! Además, me tuve que quedar en Argentina a prestar testimonio.

- ‘Lindo’ recuerdo...

- Después de eso, el presidente le quita todos los beneficios a los hinchas de la barra. Ahí apareció Valdivia con una declaración que incendió todo: Fue preguntado por las pifias de la hinchada y él respondió “ahora la barra puede pifiar, porque van a tener que pagar sus entradas, antes entraban gratis”. Justo cuando las cosas se estaban calmando un poco. Era bien polémico.