Fue el gran proyecto de la U, pensó en el retiro y consiguió un histórico ascenso en Chile: “Acá me reencontré”

La carrera de Nicolás Clavería tuvo un inicio acelerado, y pese a que el jugador tiene recién 24 años, su vida futbolística ya ha experimentado diversas vivencias. El volante era considerado una de las grandes promesas en la Universidad de Chile, lo que le valió fichar en el UD Montijo en 2020, club de la Cuarta División de España en ese momento.

Aunque ese salto de calidad no llegó y dos años más tarde, luego de un breve paso por Palestino, decidió apostar por el proyecto de Santiago City, equipo que en ese momento recién había sido fundado. Hoy la realidad es diferente, y con Clavería como pieza clave del plantel, el conjunto de Las Condes consiguió un histórico ascenso al profesionalismo, tras asegurar su lugar en la Segunda División Profesional para la temporada 2025.

- ¿Qué siente al lograr este esperado ascenso al fútbol profesional?

- Estamos muy feliz, creo que aún no asimilamos lo que logramos para este club. Me tocó formar parte de este club desde casi sus inicios y justamente uno de los objetivos que tenía era poder llegar al profesionalismo, por eso se disfruta el doble. El año pasado se nos escapó por muy poco, nos quedamos a un punto y ahora haberlo logrado una fecha antes del final de verdad que es muy gratificante.

- ¿Qué tan complicado es jugar en este tipo de categorías?

- Es súper complicado, hay clubes que hacen muchos esfuerzos por tener lo mínimo que se necesita para poder competir. Muchas veces se juegan en canchas que no tienen las mejores condiciones y eso igual hace que la competición sea atractiva. Hay muchos jugadores que están formados en las series menores de muchos clubes de primera y no pudieron tener la chance de seguir en el profesionalismo.

- Hoy vive este gran momento personal, pero hace algunos años pensó en el retiro del fútbol...

- Sí, la verdad es que en su momento pensé en dejar de jugar por múltiples razones, malos tratos, me sentí menospreciado y la pasé mal. Me tocó también el 2022 perder a mi abuela, entonces fueron un montón de cosas que me hicieron pensar en dar un paso al costado. Estaba enojado con el fútbol, no quería saber nada de todo eso, sentía que aún estaba a tiempo de quizás estudiar algo, hasta que justo llegué a Santiago City y me pude reencontrar. Este club me abrió las puertas y pude conocer a muchos compañeros que estaban atravesando la misma situación que yo. Acá nos ayudaron mucho y por suerte ahora pudimos devolverles todo eso con el ascenso.

- ¿A qué se refiere cuando dice que recibió malos tratos?

- Me refiero a que en su momento no se confió tanto en mí. Yo no sé si seguirá pasando, pero hay muchos jugadores que se pierden en el camino pese a tener enormes condiciones, pero los clubes apuestan por jugadores extranjeros y terminan tapando a futbolistas que son de casa, a eso me refieron. El tema formativo es súper importante, por eso ahora vemos cómo está nuestra selección, mientras hay otros países como Bolivia o Ecuador, que son casi todos jugadores formados en las divisiones menores de esos lugares y hoy están peleando por entrar a un Mundial.

Una decisión que marcó su vida: “Gracias a eso ahora veo la vida de otra manera”

- Decidió irse a España en 2020 luego de no tener la oportunidad de debutar en la U. ¿Se arrepiente de esa decisión?

- En su minuto cuando me fui, le daba muchas vueltas al tema y si había tomado una buena decisión o no, pero con el tiempo me di cuenta que era lo correcto. En ese momento claramente la U no tenía una proyección conmigo, no había ningún proyecto. En esos dos años que estuve en España logré ser campeón y conseguir un ascenso también a Segunda División. Aprendí a cocinar y a hacer un montón de cosas que yo no sabía. Me ayudó mucho a madurar y a ver la vida con otra perspectiva, gracias a ese paso hoy valoro la vida de otra manera.

- ¿En qué se apoyó cuando vivió ese tipo de situaciones?

- Mi polola y mi familia para mí son fundamental, son y serán siempre mi pilar en todo esto. Fueron también las personas que me apoyaron cuando pensé en dejar de jugar, siempre estuvieron para mí y sabía que tomara la decisión que tomara, me iban a acompañar. Ahora cuando conseguimos el ascenso tuve el privilegio de poder estar con ellos, mis padres me han inculcado siempre ser un ganador y ahora se me abre el apetito de conseguir cosas aún más grandes. Pienso de inmediato en volver a ser campeón y el próximo año poder pelear para subir a la Primera B.