Fue el jugador que más brilló con Córdova y así lo defiende: “No duerme, trabaja todos los días... Es muy inteligente”
Yohan Boli marcó 25 goles en 40 partidos que jugó para el entrenador chileno en Al-Rayyan. En conversación con AS, describió su trabajo juntos.
Nicolás Córdova fue el más apuntado tras la decepcionante participación de Chile en el Mundial Sub 20. El DT fue silbado en Valparaíso y criticado duramente por la opinión pública luego de perder tres de los cuatro duelos que jugó, incluyendo el humillante 1-4 ante México en octavos de final.
Sin embargo, un jugador que brilló con él en Qatar sigue confiando en su trabajo. Se trata de Yohan Boli, delantero de Costa de Marfil que anotó 25 goles en 40 partidos en Al-Rayyan, donde coincidieron. El africano es el máximo goleador en la carrera del DT en el fútbol profesional.
En conversación con AS Chile, el actual futbolista de Antalyaspor, recuerda los días junto a Córdova en Medio Oriente.
- ¿Cuál fue el secreto para marcar tantos goles jugando para él?
- Mis recuerdos con ‘Nico’ son su conocimiento del fútbol. Es inteligente y todo su equipo iba por el mismo camino. La confianza que me dio, también para que otros jugadores estuvieran en buenas condiciones y me dieran asistencias.
- ¿Qué consejos le dio él para mejorar su nivel?
- Que el trabajo es la clave. Si no lo haces, no podrás hacer nada bueno.
- ¿Cómo es en el día a día? ¿Qué tipo de personalidad tiene en su relación con los futbolistas?
- Está muy cerca de los jugadores en todo, porque quiere darle confianza a su equipo. Tiene una personalidad fuerte.
- ¿Cree que merece una oportunidad como seleccionador principal de Chile?
- Se lo merece al ciento por ciento, no me sorprende. Además, ha desarrollado su conocimiento en todas partes. No duerme, trabaja todos los días.
- ¿Sigue en contacto con él?
- Hace mucho que no hablo con él, pero le escribiré para desearle lo mejor.
- ¿Tiene alguna anécdota divertida con él?
- Siempre al final del entrenamiento estábamos jugando a patear tiros libres o remates y a él no le gusta perder. Me mordió muchas veces, pero yo también lo mordí y se volvió loco (ríe).
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- ¿Le gustaría que lo volviera a dirigir?
- Ojalá, ojalá pueda trabajar nuevamente con él algún día.
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