“Fue una sensación de mucha injusticia, más encima me perdí la final, pero pudimos ganar y celebrar”

Ya transcurrieron varios días desde el ascenso de Concepción a Primera División y la alegría aún persiste en la capital de la región del Biobío. Los penquistas estuvieron 18 años fuera de la categoría, con una etapa de receso incluida, pero hoy están de vuelta bajo la conducción de Patricio Almendra. El DT fue confirmado para el 2026 y habló con AS sobre el reto que enfrentará. Sin embargo, también se dio un tiempo para analizar la campaña del retorno a Primera.

“Estoy feliz de haber conseguido este logro para el club y la ciudad. También por haber respondido a la confianza de las personas que me trajeron al club de vuelta. Están a cargo de un proyecto que es muy ambicioso y ha permitido que Concepción crezca en muy poco tiempo. Todos estamos muy felices”, manifestó Almendra, quien asumió interinamente a mediados de 2025 en reemplazo de Manuel Suárez.

- ¿Tiene un valor muy especial para usted? Surgió del club y jugó años en el primer equipo.

- Sin duda, es una sensación muy linda poder contribuir al desarrollo del club. Siempre he estado a disposición y qué mejor que lograr objetivos como los que logramos este año. Estamos muy felices por eso.

- ¿Cuándo asumió como interino tenía la sensación de que el ascenso era posible?

- Sí, claro. Lo nuestro fue interinato que se fue fortaleciendo por los resultados y la forma de jugar. Hubo partidos en que no sumamos puntos, pero yo siento que fueron los que mejor jugamos. Por ejemplo, contra Rangers y contra Santiago Wanderers, no logramos ganar, pero creo que el equipo jugó muy bien. Se presentó muy bien en la cancha, con una idea clara. Seguramente, eso fue lo que más le fue llamando la atención a la gente del club y pudimos terminar la liguilla coronándola con el ascenso.

- ¿Siente que el equipo fue jugando como pretendía?

- Sí, desde que decidí ser técnico he privilegiado, en los equipos en que he estado, el buen trato al balón, no sólo llegar con pelotazos frontales. Nosotros teníamos a (Joaquín) Larrivey y yo sentía que a él se le podía encontrar en ambas facetas. Con centros y también con descensos de él para poder apoyar de cara (dejando de frente al arco rival al jugador cercano).

- Fueron mostrando una identidad y con algunos matices de juego...

- Creamos un modelo que calzó perfecto con ello y también recuperamos a unos jugadores que no venían jugando. Se vio un equipo con la idea de jugar siempre desde el inicio, desde los pies de (Nicolás) Araya, que era nuestro arquero, hasta Joaquín (Larrivey) que era nuestro hombre más adelantado. Quedamos conforme con eso.

- ¿Cuándo sintió que la posibilidad de ascender era más o menos cierta?

- Cuando jugamos el primer partido de visita en la liguilla, contra Antofagasta. Sentíamos que estábamos preparados, porque nos iba a tocar definir siempre de visita. Hicimos un partido muy inteligente, muy práctico y después lo repetimos contra Copiapó y más tarde contra Cobreloa. Nos dio resultado, gracias a Dios, terminando con un resultado histórico porque no siempre se gana en Calama.

- ¿Fue muy ‘terrible’ ver el partido en una habitación del hotel? Estaba castigado, pues había sido expulsado previamente.

- Fue lamentable, la sensación más mala que he vivido, hasta ahora, en el fútbol. Espero no volver a repetirlo. Alguien podrá decir ‘Sí, pero no te hagas expulsar’, pero en esta expulsión que era la primera del año, yo no fui el responsable. Fue una sensación de injusticia total, más encima me perdí la final. Todo mal, pero gracias a Dios se hizo justicia desde nuestro lugar. Pudimos ganar y celebrar.

- ¿Estuvo solo viendo el partido por televisión?

- Sí, no había nadie. Solo estaba un persona que además estaba pendiente de que no saliera del hotel, porque estábamos enfrente del estadio. Es parte de esto, no hay problema.

- ¿Cómo vivió los momentos claves del partido?

- Antes del partido, habíamos hablado con Mario (Salgado), que estuvo en la banca, que íbamos a hacer el partido que se hizo finalmente. Tuvimos el 3-0, antes del empate de Cobreloa, y si lo hubiéramos hecho, sentimos el partido podía haber terminado 4-0. Cobreloa habría tenido que ir y podríamos haber aprovechado. Lamentablemente vino la fractura de (Jonathan) Espínola y eso nos generó tener que hacer un movimiento inesperado.

- Tuvieron que reorganizar la defensa sobre la marcha...

- Claro, (Ariel) Cáceres (lateral derecho) tuvo que irse para la izquierda y bajar a (Carlos) Morales y eso ya fue complejo. También tuvimos que poner a (Nicolás) Astete y en esa transición nos empataron. Fue un momento muy complicado, porque después ellos tuvieron el tiro en el palo de (Gustavo) Gotti. Al final, la última jugada (del gol del triunfo) fue como habíamos pensado que se podía dar en el partido.

- ¿Cómo fue el encuentro con los jugadores cuando ya volvieron al hotel?

- Fue hermoso, nos abrazamos todos. Además habían algunos hinchas, se generó una fiesta muy linda en el hotel, que duró toda la noche. Al otro día paramos y nos fuimos directo al aeropuerto.

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