U. de Chile
“Garnacho, Sávio, Barco... Altamirano”: la defensa más profunda a Assadi en la U
Gustavo Álvarez, entrenador de los azules, se refirió al rendimiento del joven jugador. “Se le viene exigiendo desde los 17 años... Es injusto”, aseveró.
El nivel de Lucas Assadi hace rato que es todo un tema en la Universidad de Chile. Pese a sus enormes condiciones, aún no ha logrado afianzarse en el equipo y Gustavo Álvarez, entrenador de los azules, lo defendió con fuerza.
“Cuando las críticas no son productos de la expectativa y sí de la exigencia, se transforma en presión y estamos hablando de alguien muy joven. La mayor parte de mi carrera fue como formador y conozco de la evolución de los jugadores. Es del 2004, supongo que alguno tiene hijos de esa edad, yo sí, y les pregunto como padres. ¿Los exigen o los apoyan y acompañan? No siento que con Lucas se haga eso, porque no se le acompaña y se le critica”, indicó.
“Si pregunto cuántos nacidos en el 2004 son destacados puedo decir Garnacho del United, Vitor Hugo del Flamengo y no mucho más. Lucas es el cuarto de su categoría en ligas de buen nivel y que están en equipos grandes con más partidos en la historia, por debajo de los que nombré más Sávio de Girona. No es normal que los del 2004 se destaquen tanto. Ahora apareció Barco, pero me sobran los dedos de una mano”, añadió.
Luego, comparó el caso del ‘10′ azul con Javier Altamirano, a quien dirigió e hizo explotar en Huachipato. “Era calificado como frío, discontinuo e intermitente y pedían su salida del club para que se traiga a un nombre rutilante. Lo vi y dije ‘es diferente’. Hablé con él, le planteé lo bueno y lo que debía corregir para completarse. En seis meses pasó a ser figura del equipo y transferido. Y él tiene cuatro años más que Assadi”.
“Lucas se tiene que completar, se le viene exigiendo desde los 17 años. Se le pide que sea el ‘10′, el líder futbolístico de Universidad de Chile y de la Selección y dentro del jugador incompleto que es, lo que tiene es tan bueno que genera expectativa, pero es injusto que se transforma eso en exigencia”, cerró.