Jugó en la U, pensó en el retiro y ahora busca ascender: “Quiero dejar huella en los jóvenes”
El arquero es una de las figuras de uno de los punteros de la Primera B y habla de sus más de 20 años de carrera, el retiro y su paso por uno de los grandes de Chile.
Rangers de Talca es uno de los protagonistas del Ascenso en esta temporada 2022. El elenco de la región del Maule marcha en tercera posición de la tabla con 16 puntos y ha encontrado en Miguel Jiménez una de sus figuras. En conversación con AS, el arquero se sincera sobre su actualidad, su carrera y el retiro, algo que pasó por su cabeza
Hoy, a sus 41 años, afirma que se puso como objetivo el “dejar huella y valores en los más jóvenes, porque uno se encuentra con muchachos que tienen familias inestables o poca educación, lo que pasa mucho en el futbol chileno, entonces uno trata de ayudar en ese aspecto”.
- ¿Cuál es el objetivo para este 2022?
- Trata de ascender, ojalá siendo campeón. Hemos sido irregulares, entendiendo que es un plantel y proceso nuevo, pero nos hemos podido mantener dentro de los primeros puestos. Tenemos que mantener el equilibrio que entrega la regularidad.
- ¿Qué tienen que mejorar?
- En el último partido de local, dimos un salto tremendo en cuanto a calidad y ha sido el mejor partido del año, pero tenemos que mejorar las desconcentraciones. La inmediatez de resultados nos exige madurar rápido y creo que lo encontramos.
- ¿Qué palabras tiene para su nivel personal?
- Uno se pone metas y las expectativas son siempre las mejores. A los 41 años, uno es viejo para el fútbol. Gracias a Dios, toda mi vida me cuidé mucho, fui lo más profesional posible y el rendimiento ha sido bueno en favor del grupo. Busco aportar desde donde me toque.
- A principio de año declaraba que pensó en el retiro, ¿por qué se dio esto?
- Varias veces he estado cerca de dejar la actividad, porque para el fútbol uno es viejo, los llamados se demoran más y te dejan al último. Llegué por casualidades de la vida y afortunadamente me gané un lugar. Esto es una lucha diaria.
- ¿Cómo fue el momento de volver a jugar?
- Pensaba en dejar la actividad este año y llegó el llamado. Cuando se jugó el primer partido, como salió ese día, uno se alegra enormemente, por mí y mi círculo más cercano, que son quienes sufren con uno. Es una felicidad no solo personal.
- ¿Le costó tomar la decisión de volver?
- Desde el corazón, uno siempre quiere estar, pero desde la cabeza, uno lo analiza en frío, piensa en ciertas situaciones y la familia siempre es preponderante. Lo conversé con mi señora, pero fue bastante rápido, porque ella sabe que uno quiere estar, aunque esto tiene fecha de caducidad.
- Luego de 20 años en el fútbol, ¿con qué se queda de su carrera?
- Me planteé como objetivo de mi carrera desde mis inicios el ir dejando huella en lo humano. Una vez me dijeron que los jugadores van pasando, pero las personas van a quedar siempre. El tiempo me ha ido dejando que me recuerden como persona más que como jugador.
- Pasó por varios equipos de Primera División, ¿dónde guarda los mejores recuerdos?
- De todos lados uno saca cosas buenas. Mi paso por Huachipato fue súper importante. En ese momento, con Mario Salas, llegamos a octavos de final de Sudamericana, final de Copa Chile y terminamos cuartos o quintos en el Torneo. También la U, por lo que genera y porque llegar al club es tocar techo para un jugador en Chile, luego está la selección.
Paso por la U y ser campeón con los azules
- ¿Cómo fue su paso por la U, donde fue campeón de Copa Chile ganándole a Colo Colo?
- El ser partícipe activo de los triunfos, los hace más propios. En ese momento (Copa Chile), jugué fase de grupos y la fase siguiente. Después, volvió Johnny (Herrera) y terminó jugando el torneo, que era lo obvio. Uno se siente muy partícipe, por lo mediático del equipo y la importancia de ganar una final al clásico rival tiene más condimento. Se disfrutó como corresponde.
- ¿Y el compartir camarín con alguien como Johnny Herrera?
- Es otra persona con respecto a lo que la gente habla de él. Tuve la dicha de compartir dos años y es súper pro grupo, defensor de los compañeros y hasta el día de hoy tenemos buena relación. Es una buena persona. Fue una linda experiencia y aprendí harto de él.
- También fue dirigido por Martín Lasarte, ¿qué palabras tiene para él?
- El profe Martín fue el que me llevó a Universidad de Chile. Siempre tuvimos la mejor relación y él es así en general con los jugadores, de mucha cercanía. Son los resultados los que condicionan y termina saliendo. Desde adentro, lo vi como una tremenda persona, un gran ser humano y, en ese momento, los números lo avalaban.
- ¿Qué piensa del paso que tuvo por la selección?
- Creo que los procesos, de los que muchos hablan y dicen que hay que tener un recambio, hay que respetarlos. La inmediatez de los resultados condiciona y no hay tiempo de trabajar con una selección. Flaqueó en algunos momentos, pero en la selección se tienen que respetar los procesos para volver a obtener resultados.
Huachipato y experiencia con Mario Salas
- Antes de la U jugó en Huachipato, ¿qué recuerdos guarda del club?
- Fue justo cuando llegó la sociedad anónima y se tomó la decisión de darle prioridad a la gente de casa, más los grandes que estábamos. Con Mario (Salas) fue una experiencia muy buena. En alguno momento, creí que iba a ser el próximo entrenador de la selección y hacer el recambio generacional que tanto se exige.
- ¿Cómo fue su experiencia con el DT?
- De las mejores. Yo viví ese cambio en cuanto a los arqueros, que ya no solo atajaban porque a Mario le gustaba el portero líbero, lo que para mí fue bastante radical y afortunadamente lo entendí bien. Terminé jugando casi todo ese proceso.
- ¿Por qué cree que tuvo un bajón en su carrera como entrenador?
- Seguramente estaba en un proceso de aprendizaje y de adaptación. Empezar a convivir con jugadores más grandes de los equipos más importantes del país es difícil. Creo que vivió un proceso de readaptación y volvió a su lugar en el mundo en Huachipato. Los salvó del descenso y hoy están en puesto de avanzada.