Jugó en la UC y hoy busca relanzar su carrera: “Me encantaría volver a Chile y a Cobreloa”

Nicolás Trecco aterrizó por primera vez en Chile hace más de una década. Lo hizo para jugar en San Felipe, pero finalmente firmó en Cobreloa. Ahí tuvo un ascenso rápido. Disputó una recordada final ante la U de Jorge Sampaoli en el Clausura 2011 y su buen rendimiento llamó la atención en Santiago: al año siguiente fue presentado como flamante refuerzo de Universidad Católica.

En San Carlos de Apoquindo las cosas comenzaron bien pero se fueron apagando. No encontró los goles, ni la regularidad, ni la confianza que traía del norte. Su gol olímpico a Johnny Herrera en un clásico universitario fue su gran momento en La Franja. Luego emigró. El 2014 estuvo en Ecuador, el 2015 en Argentina, el 2016 en Chile, el 2019 en Gibraltar y desde hace un par de años está radicado otra vez en Argentina.

- ¿En qué está su vida hoy?

- Bastante bien. Vivimos con mi mujer y mis hijos en Bahía Blanca. Fuimos padres hace dos meses de nuestro segundo hijo, así que muy felices. Sigo disfrutando mucho jugar al fútbol, tengo recién 34 años y espero tener una buena temporada en Villa Mitre.

- ¿Quiere seguir jugando varios años? ¿Cómo lo afectó la pandemia los últimos años?

- La sensación fue fea porque estábamos todo el tiempo encerrado. No podíamos entrenar mucho porque eh, bueno, también después de un año, me agarró Covid. También nos agarró a mí señora. No lo pasamos mal, pero bueno, no, no podía entrenar. Y bueno, dentro de todo, pude pasar casi toda la pandemia en mi pueblo y en mi casa. Así que estaba con mi familia y no sé, quizás hubiese sido otra cosa por ahí haber estado en el extranjero.

- Durante la pandemia...

- Cuando arrancó la pandemia, arranqué el curso de técnico y ya lo terminé el año pasado. Así que con la licencia CONMEBOL y todo eso. Mi idea después retirarme es seguir ligado al fútbol desde director técnico.

- ¿Le gustaría dirigir en Chile?

- Me encantaría poder dirigir a Cobreloa, es un club que me dio mucho durante mi carrera, pero si no se da esa posibilidad, estaré dispuesto a trabajar por cualquier club que me necesite, pero con Cobreloa sería un sueño personal.

- Hablemos de su etapa en Chile. ¿Extraña? ¿Le gustaría volver?

- Me encantaría volver a Chile y si pudiese volver a Cobreloa sería lo mejor. De hecho no hace mucho hablé con el presidente para saber si existía esa posibilidad, pero me dijo que no había cupo de extranjeros disponibles. Pero sí, hasta que me lo permitan mis capacidades físicas me encantaría volver a Chile. Quiero darle mis saludos y cariños a Nelsón Acosta, que fue el mejor técnico que pude tener en mi carrera.

- ¿Cuál fue el partido que más recuerda en su paso por Chile?

- El 3-2 con Colo Colo, desde que llegamos la cancha explotaba. Porque era una semifinal, y para Cobreloa fue muy importante, jugar contra el equipo más grande de la capital, y todo se vivió de buena manera. Una semana antes de viajar a Santiago, la gente nos mandaba mensajes, nos iba a apoyar en los entrenamientos. Haber podido marcar el gol del triunfo. Es el partido que más recuerdo.

- Luego se dio su traspaso a Universidad Católica. Ahí incluso estuvo cerca de nacionalizarse chileno. ¿Qué pasó?

- Sí, en Católica estaban haciendo el trámite para nacionalizarme y así no tener que utilizar el cupo de extranjero, pero luego de que me agarraron con alcoholemia me quitaron un montón de derechos y no tuve más esa posibilidad.

- ¿Ese fue el momento más complicado de su carrera? ¿Cómo logró salir adelante?

- Siempre mi mujer me ha apoyado en todo, la verdad es que es una madre espectacular, eh. Me ayuda muchísimo en todo el día a día, así que he encontrado a una compañera buenísima. Una gran madre y obvio que uno está agradecido por por tener a a una persona así.

- ¿Le hubiese gustado jugar por Chile?

- Sí, obvio obvio, me hubiese encantado jugar por la Roja, es más yo calculo que al nivel que estaba en Cobreloa, hubiese estado cerca de estar citado. Tenía 21 años, seguramente pude haber participado en una Sub 23, o en la selección adulta. Me hubiese encantado, era algo que deseaba.

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