La caída de un refuerzo millonario: la U queda expuesta

“Jamás voy a responsabilizar a un jugador por un resultado”, afirmó Gustavo Álvarez luego del empate 2-2 ante Ñublense. Los chillanejos lograron igualar, tras aprovechar una pérdida de balón de Gonzalo Montes en el bloque defensivo, cuando Universidad de Chile casi ya festejaba la victoria en el estadio Nelson Oyarzún. El DT exculpó al uruguayo, pero la crítica igual se volcó hacia uno de los fichajes más importantes en 2025.

No ha sido fácil la etapa de Montes en la U. Ya su llegada generó algunas dudas, debido a que su desempeño en la temporada pasada estuvo lejos de lo hecho en 2023, año en que logró el Campeonato Nacional con Huachipato bajo el mando de Álvarez. Los azules necesitaban fortalecer el mediocampo y el DT volvió a confiar en el uruguayo, quien en el título de los acereros se alzó como uno de los mejores jugadores de esa temporada.

Sin embargo, Montes no ha elevado el nivel individual y convive con la suplencia. Al inicio, el charrúa asomaba con chances de disputarles el puesto de titular a Israel Poblete y Marcelo Díaz. En el Huachipato campeón de Álvarez, demostró que puede actuar indistintamente como volante central o mediocampista mixto. En la U, así fue empleado por el DT, pero aún no realiza el aporte esperado.

Otro jugador

Dos falencias han llamado la atención en el desempeño del uruguayo. La primera está relacionada con el error cometido ante Ñublense: las imprecisiones con el balón. Hoy, Montes no es el gestor de juego de antes y se ha visto como un volante con errores en la circulación de la pelota. En su mejor momento en Huachipato, gran parte de la Construcción pasaba por los pies del charrúa, gracias al desarrollo de un juego de asociaciones fluido, preciso y con una gran dosis de Progresión.

La otra debilidad guarda relación con la falta de ritmo para insertarse en la dinámica del mediocampo de la U, particularmente en las Fases Ofensiva y Defensiva y en la Transición. Continuamente, el volante ha dejado la imagen de un accionar, en la toma de decisiones y en los desplazamientos con y sin balón, por debajo del resto (lo mismo le fue sucediendo a Marcelo Díaz y perdió la titularidad). No logra mostrarse como una pieza más de la estructura de juego afiatada, liviana y veloz del elenco azul.

Opción desaprovechada

Montes era el indicado para asumir el relevo de Díaz en el mediocampo y, seguramente, eso tuvo en mente Álvarez al solicitar su fichaje. El capitán cada vez fue dando más indicios de que no se ajustaba a lo exigido en la zona de volantes. Entonces, el DT cayó en la cuenta de que su salida de la titularidad era necesaria, por mucho que esto tuviera un gran impacto simbólico. Entonces, Charles Aránguiz debió asumir el rol de mediocampista central.

El bicampeón de América cumplió, ocasionalmente, la función en su etapa en Alemania. Por esencia, es un volante mixto con gran capacidad para influir en los tres momentos del juego (Ataque, Defensa y Transición) y que cumple como ‘6′, pero esto ocurre en un contexto táctico que desperdicia parte de su gran caudal futbolístico. Si Montes hubiera recuperado el estado de forma, Aránguiz se habría mantenido en su función nata y el uruguayo hoy sería el hombre eje del mediocampo.