ENTREVISTA AS
“La gente reconoció mi esfuerzo y mis ganas de aportar... todos me apoyaron mucho en Brasil”
Cada vez fui asumiendo más el rol que tenía (...). Mi hija más grande siempre me vio en roles protagonistas, entonces que no lo viera así allá, era lo que más me dolía”.
En 2024, Facundo Castro vivió distintas situaciones en su etapa como jugador de Ceará. A nivel grupal, consiguió el torneo estadual derrotando en la final a Fortaleza, el gran archirrival, y además logró el ascenso a la Serie A del Brasileirao. Sin embargo, las lesiones no le permitieron disfrutar del todo de su temporada en el Nordeste de Brasil.
En total, Castro, nuevo refuerzo de Palestino, jugó 20 partidos con el ‘Vozão’, pero el detalle es que todos fueron en el primer semestre. De junio hasta diciembre, solo pudo ser suplente o incluso perderse varias convocatorias por los problemas físicos.
- ¿Qué valor le da a su etapa en Brasil? El primer semestre jugó bastante, pero en el segundo no tuvo más opciones...
- En líneas generales fue positivo, por más que en cuanto a minutos no fue lo que yo esperaba. Más allá de que era la Serie B, aprendí muchísimo. Es un torneo muy competitivo y físico. Por ahí encadené algunas lesiones que uno no espera, y el fútbol brasileño es muy dinámico y tiene muchos partidos, entonces cuando te pierdes algunos te cuesta enganchar otra vez y creo que me pasó eso. Conseguimos el estadual y el ascenso, entonces a los que nos tocó salir nos fuimos tranquilos porque un club de la magnitud de Ceará no puede no estar en Primera.
- ¿Cómo era la vida en una ciudad tan futbolera como Fortaleza?
- Era muy distinto a lo que me había tocado vivir antes. Fue un cambio rotundo y me tuvo que adaptar, porque no estaba acostumbrado a eso. Se vive a otro ritmo, pero es lindo, porque es una inyección anímica. Los clásicos contra Fortaleza son durísimos. Llevaba 15 días en Ceará y me tocó jugar uno, fue muy lindo. ¿La playa? Bien (ríe), pero como jugamos tanto no se puede disfrutar como uno quisiera (ríe).
- A pesar que no pudo jugar tanto, la hinchada de Ceará lo pedía bastante. ¿Se ganó al público?
- Siento que la etapa más dura, que es la de llegada para adaptarte, la hice de gran manera y eso llevó a que la gente me valore. Ganamos el Campeonato Cearense a nuestro máximo rival, Fortaleza, entonces cuando ya me sentía adaptado para demostrar a qué había ido, las lesiones no me dejaron jugar lo que yo quería. Por suerte, la gente reconoció mi esfuerzo y mis ganas de siempre aportar. No tengo nada malo para decir del club, porque todos me apoyaron mucho.
- ¿Cómo fue ese proceso a nivel mental teniendo en cuenta que nunca había pasado tanto tiempo sin jugar?
- Fue difícil. Me costó, me tuve que hacer muy fuerte y la verdad es que soy una persona que siempre al grupo por delante y me tocó sumar desde afuera.
- Imagino que el rol de su pareja e hijos fue clave para contener...
- Totalmente y más en momentos así. Ellos son los que me aguantan cuando no estoy de mucho ánimo (ríe), pero al final del día es lindo saber que están ahí. Cada vez fui asumiendo más el rol que tenía, pero sí se me hacía difícil que mis hijos vieran eso. Mi hija más grande siempre me vio en roles protagonistas, entonces que no lo viera así allá, era lo que más me dolía.
- ¿Sus hijos ya son conscientes de lo que significa la vida de un futbolista?
- Sí, sí, sí. Mi hijo más chico que cumplió siete ahora es un poco más inconsciente, recién lo está aprendiendo, pero mi hija que es más grande me acompañó casi toda mi carrera. Es un poco celosa (ríe). En casa somos todos futboleros, con mi pareja ya llevamos 15 años, hizo todo el proceso conmigo porque estamos juntos desde que yo estaba en las juveniles. Es fundamental en mi vida.