Colo Colo - U. de Chile
La gran definición de Escobar para el Superclásico
El DT reformuló posicionalmente la zona ofensiva y también el mediocampo en busca de mejores cuotas de desempeño colectivo. Busca evitar una tercera caída consecutiva.
Las dos derrotas consecutivas en el Campeonato Nacional, al parecer, hicieron replantearse algunos temas futbolísticos a Santiago Escobar en Universidad de Chile. Probablemente, la envergadura del nuevo desafío del DT colombiano, frente a Colo Colo este domingo, también tenga incidencia en la resolución que adoptó con miras al partido, en el estadio Monumental.
Lo concreto es que el estratega se decantó por un mediocampo con cuatro hombres, ratificando la dupla de centrodelanteros en ataque. De modo que la expectativa, en los azules, en torno a la consolidación del juego con un sistema 1-4-1-2-3 parece haber quedado atrás.
Cambio de esquema
Si nada extraño acontece, la U formará ante el Cacique con Hernán Galindez; Yonathan Andía, Bastián Tapia (José María Carrasco), Ignacio Tapia y Marcelo Morales; Felipe Gallegos, Felipe Seymour, Álvaro Brun y Junior Fernandes; y en la ofensiva Cristian Palacios y Ronnie Fernández. Un marcado esquema posicional 1-4-4-2.
El rasgo determinante de la decisión adoptada por Escobar guarda relación con el autoconvencimiento de que los azules exhiben mayor consistencia en ataque solo con Palacios y Fernández. El volumen ofensivo continúa siendo deficiente (la U ataca poco y con escaso efecto), por lo que el peso de los hechos dejaron en evidencia que puede resultar más productivo agregar un cuarto jugador en el mediocampo, buscando además robustecer la contención y generación de juego en esta zona.
La fórmula es propicia para los dos arietes de la escuadra azul. Con todo en el frente del ataque a su disposición, Palacios y Fernández cuentan con espacio suficiente para desmarcaciones individuales y combinadas en pos de la generación de llegadas. Ambos son centrodelanteros que no se entregan a la marca, constantemente buscan los sitios de recepción del balón con ventaja y el que no interviene directamente en la jugada tiende a ocupar el espacio libre disponible. Tal vez, la continuidad en el tiempo del doble ‘9′, como estructura ofensiva eje, dé con las respuestas todavía no encontradas.
Además, la decisión de Escobar termina con el confinamiento de Palacios en una de las ‘puntas’ del ataque de la U. El uruguayo posee una alta capacidad técnica, de modo que puede responder a los requerimientos de la función, pero evidentemente no es lo suyo. Trasciende en el centro del ataque, con amplia libertad para moverse hacia los costado y volver a situarse en el eje ofensivo, como una forma de liberarse de la marca y quedar en mejor situación para anotar. La dupla con Fernández es, por ahora, el contexto táctico más favorable en aras de mejorar su desempeño, aunque sea el goleador de los azules.
Otro mediocampo
Con un integrante más, el mediocampo puede adquirir también una fisonomía con mayor consistencia. La subestructura de cuatro hombres en línea garantiza la presencia de dos volantes centrales netos, lo que indudablemente debería proteger la labor de la dupla de centrales. Contra Colo Colo, esta función estará a cargo de Brun y Seymour, dos ‘6′ estables más que de acompañar el juego en ofensiva, y esto es una clara señal de que Escobar apuesta por acrecentar el equilibrio de su conjunto en el Monumental.
Fernandes y Gallegos serán los mediocampista externos. El primero puede aportar apertura de juego y profundidad por una de las franjas de la cancha. Contra O’Higgins fue uno de los mejores partidos desde su regreso a la U, recorrió todo el largo del campo de juego y, en muchas ocasiones, avanzó sin contrapeso, brindando momentos de verticalidad. Gallegos, probablemente, se movilizará desde el costado hacia el centro en busca de la conexión con los centrodelanteros, como una especie de ‘10′ circunstancial.
La nueva organización de la zona media plantea dudas respecto del lugar que pueda ocupar Jeisson Vargas, una vez que se recupere de la pubalgia que lo afecta. El mejor sitio para el ex UC es por el centro y detrás de los delanteros, función permanente que no existe en la subestructura que Escobar empleará en el Monumental. Cuando mejor anduvo en La Calera, su club anterior, fue cumpliendo con este rol y si la propuesta del DT se consolida en el juego y también en los resultados, tal vez vuelva a su antiguo desempeño de volante externo. Así apareció en el elenco cruzado y luego partió al extranjero.