La mayor víctima del Superclásico
Se esperaba un mejor desempeño de la gran promesa de la U, pero fue arrastrado por el bajo nivel de los azules en el Monumental.
Universidad de Chile llegó con expectativas renovadas al Superclásico 193, a raíz de su buen desempeño en el Campeonato Nacional 2023, pero otra vez los azules decepcionaron en el Monumental. Fue empate 0-0 ante Colo Colo y la visita terminó retrasando las acciones para que el tiempo transcurriera y el árbitro Cristián Garay terminara el encuentro.
La expectativa de un resultado favorable en la U se unió también al interés por ver en acción a Darío Osorio por segunda vez en el Monumental. El gran proyecto del elenco azul ha logrado continuidad como titular, conservando sus grandes insinuaciones de juego. Los seguidores universitarios esperaban un rol importante del zurdo.
Amplias expectativas
Sin embargo, nada de esto aconteció. Osorio fue también absorbido por el bajo nivel del encuentro y sus intervenciones no tuvieron repercusión en el fase ofensiva de la U.
Actuó en el puesto de volante externo izquierdo, función que ha venido desempeñando regularmente, pero entró muy poco en juego. Claro, la U resistió el dominio local durante casi todo el Superclásico y, en esas circunstancias, resultó imposible para el juvenil superar la inercia visitante.
Repliegue y colaboración
Llamativamente, el aporte de Osorio se concentró en la fase defensiva. Ratificando que ha ido incorporando estos contenidos a su accionar, el zurdo destacó más en labores de repliegue para acompañar a José Castro en el control del flanco izquierdo de la U.
En ocasiones incluso llegó hasta la línea de me en la persecución de César Fuentes, lateral derecho local, desbaratando los intentos de avances del rancagüino. Castro se encargó de la marca de Marcos Bolados y Osorio del control de Fuentes en el 2 vs 2 de la franja lateral de la cancha.
Poco en ataque
Pero del canterano azul se esperaba lo contrario, que fuera un agente de construcción de juego y ataque en busca de un resultado favorable. Fue imposible, debido a que la U no manejó el balón y labor visitante se focalizó en neutralizar los intentos ofensivos sin claridad ni profundidad de Colo Colo.
Situado en el costado izquierdo del mediocampo, solo en contadas ocasiones fue habilitado para intervenir en la fase ofensiva. Con el balón, Osorio priorizó la generación de asociaciones. Por momentos, centralizó su lugar en la cancha y buscó generar conexiones con Federico Mateos e Israel Poblete. No obstante, los intentos de interacciones tuvieron escasa vida.
Entonces, el zurdo optó por progresiones individuales en la izquierda. No tuvieron éxito, pues se le vio impreciso en el manejo del balón e incluso en una ocasión su intento de desborde concluyó con la pelota, superando la línea de meta. Una jornada discreta, al igual que el resto del plantel, en su visita al Monumental, que concluyó con su sustitución en el minuto 76 del Superclásico.