La nueva mano del ‘Tano’ Ortiz y el impacto que va a tener en Vidal
En el Monumental, esperan un cambio con la llegada del nuevo DT, quien deberá implementar innovaciones para mejorar el rumbo. ¿Qué pasará con el crack?


Si se mantiene la programación de la ANFP, Fernando Ortiz debutará en la banca de Colo Colo en la final de la Supercopa ante Universidad de Chile, agendada para el 14 de septiembre. El nuevo DT del Cacique recién asume la conducción del plantel y tendrá inmediatamente un importante desafío. En la llegada del argentino al estadio Monumental, una de las incógnitas que reina es el rol que asumirá Arturo Vidal en la forma de juego que intentará desarrollar.
Los días de Vidal
El presente futbolístico del ídolo colocolino se encuentra lejos de lo que exhibió en 2024, cuando su papel fue importante para lograr el título del Campeonato Nacional con Jorge Almirón en la banca. Quedó en evidencia durante el triunfo por 1-0 ante la U en el Superclásico del domingo pasado. Entró muy poco en juego, deambuló por distintos sectores del campo para involucrarse en las acciones de circulación del balón y no apareció apareció en el área penal oponente intentando finalizar alguna maniobra de ataque.
Una de las tareas principales de Ortiz será que Vidal pueda alcanzar una recuperación futbolística importante y así encajar en la propuesta del DT. Al argentino no le fue bien en su última experiencia al mando de Santos Laguna, pero las organizaciones posicionales que presentó en la liga de México dan luces respecto de lo que pueda realizar en Colo Colo.
Antecedentes del DT
Mayoritariamente, Ortiz empleó el sistema de juego 1-4-2-3-1, aunque en el inicio de la etapa en el club de Torreón sorprendió con el formato 1-3-5-2, que rápidamente desechó, a raíz de los bajos resultados. Si repite esa organización posicional predominante, Vidal puede encontrar un lugar como uno de los dos volantes centrales o también en una ubicación más avanzada de mediocampista ofensivo. Algo así sucedió también con Almirón en la banca y entonces la diferencia podría estar en las tareas en la cancha que Ortiz le otorgue al crack albo.
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Durante los ciclos en Monterrey y en el América, principalmente Ortiz alternó en el uso de los esquemas tácticos 1-4-4-2 y 1-4-2-3-1. En caso de optar por el primer sistema, que consigna la presencia de cuatro volantes en disposición horizontal, Vidal actuaría como uno de los mediocampistas centrales y con libertad seguramente para abandonar la zona primaria de influencia e involucrarse en la construcción de juego.
Hoy, Vidal ha demostrado que no se encuentra en condiciones de juego ni físicas para desempeñarse como volante externo. Esto exige largos recorridos por los espacios laterales de la cancha y apariciones en los carrileros interiores, sobre todo en las fases de elaboración y ataque, que el referente albo sí podría realizar. Pero, la exigencia táctica va unida a la fase defensiva con un posicionamiento en amplitud por cualquiera de las bandas para presionar y defender en un bloque conformado por dos líneas de cuatro integrantes.

