La polémica detrás del último título de Colo Colo en Coquimbo

La tarde del 18 de diciembre de 1991, la sorpresa fue total en el Francisco Sánchez Rumoroso. Hace pocos minutos Colo Colo había empatado sin goles ante Coquimbo Unido para alcanzar su estrella 18° y el primer tricampeonato de su historia, pero en la cancha no había festejos, ni abrazos, ni siquiera la copa. No había nada.

Pasó que días antes del duelo, la dirigencia del cuadro albo, con Eduardo Menichetti a la cabeza, había tomado la polémica decisión de no recibir el trofeo en caso de salir campeones en la cuarta región. Y así finalmente lo hicieron los jugadores, quienes enfilaron rápidamente al camarín visitante del recinto una vez terminado el partido.

La directiva de la ANFP, liderada por un ofuscado presidente Abel Alonso, intentó por todas las vías que el campeón celebrara el título conseguido, pero los albos rechazaron en varias ocasiones la copa. El dirigente Aurelio González, con el trofeo en los brazos, incluso se acercó a la puerta y golpeó durante minutos sin obtener respuesta.

¿Dónde quedó la Copa?

“El problema de la posesión de la copa resultó tan misterioso, que al iniciarse el jueves el consejo de gabinete, el Presidente de la República, Patricio Alwyn, le consultó sobre el trofeo a Enrique Krauss. El ministro del interior, hincha fanático de Colo Colo, sólo pudo encongerse de hombros”, escribía La Tercera al día siguiente sobre el culebrón.

Las dudas se disiparon recién en los días siguientes. Al final, mientras el plantel albo dejaba el estadio pasada la medianoche para tomar el charter en el que retornarían a Santiago, la denigrada copa había quedado botada afuera del camarín, para luego pasar a manos de Carabineros. Recién una semana más tarde sería levantada por Colo Colo, tal como ellos querían, en el Monumental.