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La primera noche del nuevo presidente albo: escoltado y con un aliado

A un día de asumir como mandamás de Blanco y Negro, Alfredo Stöhwing sufrió el duelo de Colo Colo por Copa Libertadores.

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La primera noche del nuevo presidente albo: escoltado y con un aliado
Sebastian Órdenes

Han sido días movidos en Colo Colo. Después del clásico ante la UC, que tuvo graves incidentes, se realizó la Junta de Accionistas. Y un día más tarde, la reunión de directorio que definió a Alfredo Stöhwing como nuevo presidente. En ese contexto, el ingeniero comercial llegó al Monumental para ver la Copa Libertadores.

Eran las 18:10 horas, cuando Stöhwing estacionó su Mercedes detrás de Océano. Vestido de negro completo, y acompañado por su hijo y un funcionario del club, el dirigente caminó rápidamente hacia el sector Rapa Nui. Pocos hinchas lo reconocieron. A los segundos volvió a bajar y se dirigió a la oficina de administración de Blanco y Negro.

En un día, Stöhwing ya había tenido actividades. Contactó a Daniel Morón para reconocerle que la mayoría del directorio quiere su continuidad y se reunió con Jorge Brito, presidente de River Plate.

El nuevo líder de Colo Colo observó el partido con otros miembros de Blanco y Negro. Incluido, Aníbal Mosa. Los dos directores que se criticaron mutuamente y que hoy son aliados.

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Stöhwing bajó de Rapa Nui justamente con Mosa. Mientras se despedían y el máximo accionista coordinaba una cita con otra personas, dos guardias privados se situaron a sus espaldas. Ambos miraban atentamente hacia la salida de Océano y permanecieron hasta que el directivo se subió a su vehículo.

En el duelo ante Alianza Lima, un grupo de personas ya había insultado a Aníbal Mosa. En la previa del duelo con River también se escucharon gritos: “Fuera Blanco y Negro”. Unos hinchas, incluso, se acercaron a conversar con el ex presidente Edmundo Valladares. Había tensión en Macul.

El nuevo mandamás se despidió y evitó dialogar con la prensa. “¿Si voy a hablar? No, todo ha sido muy rápido”, dijo con una sonrisa. Mosa caminó hacia el camarín y en el sector Tucapel volvió a recibir ofensas. “Es incómodo, pero estoy acostumbrado a esto”, dijo el empresario. Stöhwing pasó más desapercibido y salió después.