La revancha del DT sensación del fútbol chileno: “Me tuvieron congelado por años, quizás no le servía al sistema”
En conversación con AS, Rodrigo Pérez dio detalles de su exitosa campaña 2025 a cargo de Club Deportes Rancagua. Fueron campeones invictos de Tercera B.
La exitosa temporada 2025 de Club Deportes Rancagua tiene a Rodrigo Pérez, ex lateral de O’Higgins, Cobreloa y de la Roja, como principal gestor. El estratega chileno de 52 años encabezó el exitoso proyecto, que finalizó con el título invicto del grupo sur de Tercera División B.
Así, en su tercer ciclo como DT, tras pasos previos por Cobreloa y Rancagua Sur, Pérez disfruta el éxito tras años complicados. “Me tuvieron congelado por bastante tiempo... Llegué a ser futbolista por méritos y capacidad propia, lo mismo para dirigir. Quizás no le servía al sistema. Hoy día, lamentablemente, no es tan importante la capacidad, al contrario, hay que estar ahí con la gente que está involucrada”, apuntó en entrevista con AS.
- ¿Qué conclusiones deja esta notable temporada junto a CD Rancagua?
- Ha sido todo muy positivo, porque fue lo que nos propusimos en 2024 cuando llegamos a un acuerdo. Elegimos el grupo de trabajo, el cuerpo técnico y las expectativas siempre fueron altas. Sabemos que el campeonato es algo irregular, son jugadores jóvenes que por ahí trabajan y estudian, entonces no es fácil. Todo se adaptó de gran manera.
- ¿Ser campeón y ascender era el único objetivo?
- No había otra opción. No me había tocado dirigir en Tercera B y siempre se habló que era pura lucha, que no era de juego directo, más bien de roce y mucho conflicto... Quizás ahí nosotros cambiamos la idea de decir que este equipo es más protagonista y puede hacer la diferencia. El tiempo nos dio la razón. Fue un trabajo serio y organizado. Eso no te asegura nada concreto pero te acerca. Nosotros comenzamos a trabajar cinco meses antes.
- ¿Dónde están las claves para mantener el buen rendimiento fecha a fecha?
- Siento que la clave es cuando se trabaja de buena manera, sea plantel, cuerpo técnico, dirigencia... Nuestra hinchada era nuestra familia, nuestros hijos, señoras. Se armó un grupo muy lindo y eso es fundamental. La buena energía, la nobleza del jugador. Todo eso nos llevó a lograr esto.
- ¿Qué puede destacar del plantel actual?
- La convicción a la forma de trabajar, a la idea que teníamos. Pese a jugar bien o mal, queríamos ser siempre protagonistas. También la disciplina, que en esta división cuesta tanto.
- Además de la gestión de viajes, donde la distancia no era menor...
- La coordinación de traslados fue clave, siempre hubo planificación. Nos tocó viajar una semana completa a Valdivia, volver, después ir a Villarrica... Son varios factores que se manejaron de buena manera. Nosotros tuvimos todas las posibilidades de viajar antes, de concentrar, tener un buen lugar para descansar, alimentación. La logística también es clave para conseguir resultados. Siempre se hizo el mayor esfuerzo para el bienestar de los jugadores. Las últimas dos fechas nos tocó concentrar en Santiago, por el Mundial Sub 20. Gracias a una gestión, los jugadores tuvieron la chance de concentrar en el Hilton Garden. La red de amistades nos colaboraron, siempre buscando el bienestar del jugador. Cuando dirigí a Rancagua Sur nos tocaba a veces viajar largos tramos por el día. Estuvimos cerca de llegar a liguilla y se nos acabaron los recursos. Es un desgaste grande.
- Este fue su primer título en su tercer ciclo como entrenador. ¿Cómo asume ese logro?
- Estuve congelado un tiempo. Mi desarrollo fue muy importante, porque después de Rancagua Sur entré a Conmebol y llevo seis años. Allá vi muchas realidades y fue un aprendizaje muy interesante. Acá en el club somos todos importantes, cuando la cabeza está bien, todo funciona. Elegí un muy buen equipo de trabajo, casi todos ex O’Higgins, identificados con la ciudad, con el club y la zona. Un buen cuerpo técnico y hasta tenemos jefe de prensa. Todos fueron importantes. Creo que uno sería muy egocéntrico de decir todo el tiempo ‘campeones invictos’. No, acá hubo mucha gente que sumó para este objetivo.
- Por último. ¿Qué viene para su futuro?
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- Estoy feliz. Me tocó ir a Cobreloa y salí con el 53% de rendimiento, estuve en Rancagua Sur con un 55% y acá casi llegué al 80%. La vida me presentó esta oportunidad de volver a dirigir, de encontrarme con gente buena que respetó el proceso. Los resultados están a la vista. Mi futuro lo veo acá, un club muy serio y que se proyecta de forma profesional.
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