La U pierde dos millones de dólares en refuerzos
En los últimos años, Universidad de Chile ha hecho algunas inversiones fuertes en varios jugadores que no han dado réditos en cancha.
El momento futbolístico de la U no es bueno. Los azules arrastran desde hace varios años una crisis de la cual no han podido salir y que desde el 2019 los tiene peleando la parte baja de la tabla.
Dirigencialmente se han tomado muchas decisiones cuestionables y a la hora de invertir en refuerzos se ha pagado exceso por jugadores cuyo valor de mercado lisa y llanamente no correspondía a lo mostrado en cancha.
Dentro de todos los problemas futbolísticos, este año en Universidad de Chile hay jugadores que han sabido sobreponerse a rendimientos bajos, como los casos de Yonathan Andía o Cristian Palacios, pero hay otros que no han dado el ancho.
La U pierde US$ 2 millones en refuerzos
El año 2020 llegó Pablo Aránguiz y todo indica, debido a su nulo aporte futbolístico y sus líos extradeportivos, que no seguirá la próxima temporada. Cuando arribó, Azul Azul desembolsó 310 mil dólares por la mitad de los derechos económicos.
También están los casos de Ignacio Tapia y Jeisson Vargas. Por el defensor se pagó 850 mil dólares por el 50% de los derechos económicos, mientras que por el mediocampista fueron 580 mil dólares por el 60%.
Poco menos de dos millones de dólares, un monto que aumenta considerablemente si se toman en cuenta las llegadas de jugadores como Hernán Galindez o José María Carrasco, refuerzos de esta temporada que no siguen en el plantel, Álvaro Brun, quien no continuará en el club, y varios refuerzos de años anteriores que están a préstamo y deben volver.